No tiene rival en el tapete, pero poco a poco tampoco lejos de él. Ronnie O'Sullivan es el actual campeón del mundo de snooker. A sus 44 años, ha sido seis veces campeón del mundo y este año se convirtió en el segundo en conseguirlo a una edad más longeva. Lo más importante es que este título le acerca aún más a ese reto que tiene de ser el jugador que ha ganado más campeonatos que nadie en la larga historia de este deporte que, sobre todo, encuentra su razón de ser en el Reino Unido.
Aún así, ya todos le consideran el mejor por el hecho de haber mantenido su nivel durante los 28 años de carrera. 'The Rocket', tal y cómo lo apodan, ha ganado más títulos del ránking que nadie con 37, ha conseguido la triple corona hasta en 20 ocasiones, cosa que nadie ha hecho y ha logrado la combinación de puntuación más larga hasta en 15 partidas distintas con 147 puntos. El día que ponga su última pica en su Flandes particular, pensará en colgar su chaleco.
Mientras tanto, raro es el día que no pongas en tu televisor Eurosport y no suene el nombre de Ronnie O'Sullivan. Sin duda es una personalidad en Reino Unido, de hecho, tiene la medalla de la Orden del Imperio Británico. Su vinculación con este canal ha derivado en un documental explicando muchas cuestiones de su vida en la que deja aún más claro su actitud tan excéntrica. Ya que el hecho de tener un talento descomunal para el snooker no quita que no sea una cabeza loca.
La última que ha liado ha sido durante el Abierto de Irlanda del Norte. Todos los periódicos digitales han dedicado un espacio para mostrar su flatulencia durante una partida válida para el torneo. Primero echó la culpa al juez, mirando de un lado para el otro buscando un culpable. Finalmente, terminó reconociendo que había sido él ya que sufría "problemas intestinales". Es todo un personaje, pero un personaje muy querido por el público de este deporte.
Aún así se mete muchos charcos y también tiene sus rencillas con algunos jugadores de snooker. Aunque aún tiene retos por delante en este deporte, se está haciendo una cara visible en Inglaterra por sus polémicas y sus críticas últimas han ido hacia Lewis Hamilton. No cree que sea uno de los grandes deportistas del país porque no cree que compita "en un lugar con nivel".
"Es fantástico que Lewis gane siete títulos mundiales, pero si su coche va más rápido, puede permitirse cometer algunos errores y salirse con la suya. ¡Es un poco como conducir fumando un cigarro con un dedo en el volante! Creo que sería difícil decir que tiene un lugar en la historia", explicaba en una entrevista en el rotativo inglés Daily Star en la que mencionaba a Federer, Nadal, Djokovic, Phil Taylor (jugador de dardos), Tiger Woods, Leo Messi y Cristiano Ronaldo como esos grandes. Se puede decir que es humilde al no incluirse a sí mismo.
Vida complicada
En 'Joy of Six', el documental que estrena este domingo, cuenta muchas cuestiones personales que evidencian que estamos ante una cabeza única. Este inglés nacido en Wordsley era todo un prodigio desde muy temprana edad. Ganaba a todo el mundo que se ponía por delante aunque todavía no abarcaba todo el palo con el que se golpea a las bolas. Pero todo no fue un camino de rosas según iba creciendo y ganando fama.
El billar fue para él la salida a problemas con el alcoholismo y varios episodios de depresión. Fue en el año 2000 cuando había caído al punto más bajo de su vida. Venía de ganarlo todo con 17 años en su país, pero las drogas estaban apartándole de la vida deportiva. Entró en un programa de rehabilitación que terminó consiguiendo que, en 2001, levantara su primer campeonato del mundo.
"Comencé a divertirme tal vez demasiado, pensando que ya había triunfado cuando realmente no lo había hecho, fue solo un torneo. Aún así, entre 1995 y 2000 gané algunos campeonatos, pero nunca fui realmente consistente ni gané tanto como podría", reconoce O'Sullivan con respecto a ese período de su vida en el que podría haber destacado aún más.
Ese fue el período en el que tuvo sus primeros grandes altibajos, aunque estuvo a punto de cambiarlo todo. Era consciente de lo que le pasaba. "Creo que me di cuenta cuando perdí con Stephen Hendry en 1996. Tenía un gran sobrepeso. Comía y bebía muchísimo. Vi una foto mía y desperté, me dí cuenta de que tenía que ponerme en forma. Me quitaron el carnet de conducir, así que pasé tres meses yendo al gimnasio dos o tres veces al día, comiendo bien y poniéndome en forma. Gané cuatro de los cinco siguientes torneos... pero volví a beber e irme de fiesta de nuevo", reconoce el seis veces campeón del mundo.
Fue Ray Reardon, uno de los históricos de este deporte al que ha igualado este año en número de campeonatos del mundo, el que le ayudó a salir de esa espiral. 'The Dracula', apodado así por su peinado al estilo del vampiro de las películas, le animó destacando su forma de jugar al snooker: "Solo juega", le repetía constantemente para que se alejara de todos los vicios que tenía en su temprana vida.
Su último cambio
Los deportistas necesitan en muchos casos abstraerse de la realidad y del bucle que supone su actividad. A O'Sullivan se le ocurrió que podría volver a casa para olvidarse de todo, pero, no podía estar parado en el sofá. Durante uno de los varios recesos que ha tenido en su vida, encontró la motivación en el voluntariado. Se metió, literalmente, hasta el barro para ponerse a cuidar cerdos en una granja cerca de su residencia habitual.
"Fue genial porque no había presión, pero cuando estaba ahí cuidando de los cerdos tenías que meterte ahí y apestaba. No me levantaba hasta las 11 o las 12 de la mañana, me estaba volviendo súper perezoso. Pensé que necesitaba un trabajo de voluntario, porque no quería un trabajo remunerado en el que me dijeran qué hacer", explica O'Sullivan en el documental. La presión de un campeón del mundo no siempre es fácil de llevar y así lo demuestra el jugador de billar.
Después de 28 años de carrera, será difícil encontrar un campeón del mundo de snooker de su calidad. Dejando a un lado sus excentricidades, polémicas y rivalidades, es uno de los prodigios del deporte de este siglo. No tiene intención de dejar que en tus cuentas de Twitter o Instagram sigan apareciendo sus golpes maestros con los que seguirá ampliando su ya legendario palmarés.
[Más información - Leo Messi y su vida lejos del Barça: el proyecto que le prepara el Manchester City hasta 2023]