El compositor italiano Ennio Morricone, que murió este lunes en Roma a los 91 años de edad, tuvo significativos vínculos con el deporte: no solo fue el autor de la melodía oficial del Mundial de fútbol de Argentina 1978, sino que llegó a ser un ajedrecista consumado.

Aunque los aficionados locales acogieron masivamente la 'Marcha oficial del Mundial 78', compuesta por la Banda Sinfónica de Buenos Aires, Morricone compuso 'El Mundial', la melodía oficial de aquella Copa del Mundo.

'El Mundial' era el simple título del tema que fue encargado al compositor europeo por la organización y que dura poco más de tres minutos. Dada conocer públicamente solo 20 días antes del partido inaugural, se trató de una canción casi completamente instrumental. Lo único que se escuchaba era en los primeros segundos en los que se escucha "Argentina, aquí el Mundial", el resto de la canción transcurre entre sonidos de instrumentos de viento y sintetizadores, y un suave coro que tararea.

La canción del Mundial 1978 de Ennio Morricone

La dictadura argentina pensó en él para mejorar la imagen de una cita que ya estaba en entredicho por las numerosas violaciones de los derechos humanos que se produjeron durante el gobierno de la Junta Militar. El compositor aceptó, aunque muchos le acusan de no haberlo dado todo a la hora de crear la música que estaría unida para siempre a ese Mundial.

Aficionado de la Roma

La Roma, el equipo al que siguió fielmente durante toda su vida, ha tenido un recuerdo cariñoso para el compositor de legendarias bandas sonoras de películas del oeste como "Por un puñado de dólares", "La muerte tenía un precio" o "El bueno, el feo y el malo".

"Gracias, maestro", fue el escueto mensaje del Roma, mientras que su eterno rival, el Lazio, transmitió sus condolencias por medio de la música, con el lema: "Músico, compositor, maestro".

El ajedrez

Pero su mayor vínculo con el deporte está relacionado con los tableros de ajedrez, en el que alcanzó un nivel que le permitió jugar con mucha dignidad incluso frente a Grandes Maestros. "De no haber sido compositor, me hubiera gustado se jugador de ajedrez, pero de alto nivel, alguien capaz de competir por el título mundial", comentó Morricone en declaraciones que rescata la Federación Internacional (FIDE).

Del talento de Morricone para el ajedrez fue buena muestra una partida en la que hizo tablas con el ruso, luego nacionalizado francés, Boris Spassky, el décimo campeón mundial. En sus memorias, Morricone describe aquella partida como el pináculo de su carrera como ajedrecista.



Sus mayores éxitos con los trebejos llegaron a mitad de la década de los años 50, cuando llegó a entrenar seriamente con el Maestro Internacional Stefano Tatai, doce veces campeón de Italia

No perdió el humor en sus últimos momentos. Antes de morir, el artista escribió una carta para despedirse de sus familiares y amigos, divulgada por su abogado, Giorgio Assumma"Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto", decía el compositor, que solicitaba un funeral estrictamente privado: "No quiero molestar", alegó.

[Más información: Once bandas sonoras imprescindibles del genio Ennio Morricone: historia de la música y el cine]

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