Mucho ha cambiado el físico de Tyson Fury desde que se diese a conocer. Si el pasado mes de junio volvió al ring para enfrentarse a Deontay Wilder y lo hizo perdiendo una gran cantidad de peso, ahora ha vuelto a hacerlo de cara a su próximo combate ante el mismo rival.
Tyson Fury ya dijo entonces que todo marchaba "bien" y que tenía "el control" de su vida y también de su "destino". El británico ha perdido algo más de 60 kilos, hasta el momento. De pesar 180 a 120 y esto ha provocado que mande un mensaje en sus redes sociales para presumir sobre ello.
"Sólido como una roca. 19 stones. 270 libras -120 kilos-", escribió 'El Rey Gitano'. Fue el pasado mes de enero cuando mostró su nuevo cambio físico antes de volver a enfrentarse a Deontay Wilder el próximo 22 de febrero en el MGM Grand de Las Vegas.
Cambio de rutina
Para perder esta gran cantidad de peso y ser "sólido como una roca", Fury ha cambiado su rutina: come mejor y ha dejado las bebidas gaseosas. Para comenzar el día, desayuna un yogur griego con fruta. Después hace dos comidas antes del entrenamiento.
La primera se basa en tostas de salmon con jalapeños, cilantro y yogur griego, una segunda comida compuesta de brochetas de pollo y de salsa tzatziki. Tras ejercitarse, come carne roja con curry y cúrcuma, para después tomar una segunda cena de cerdo relleno de manzana y arándano con calabaza moscada, quinoa, nueces y espinacas. Antes de irse a la cama toma un aperitivo de salmón con salsa sriracha sobre quinoa y arroz griego.
El plan de Fury
Hace tan solo unos días, Tyson Fury reveló en IFL TV su plan de futuro: "Me quedan tres peleas más. Wilder, Joshua y Dillian Whyte, luego estoy fuera. Dillian ha sido obligatorio porque no ha tenido una oportunidad por el título mundial, así que cuando venza a Wilder le daré una oportunidad".
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