Sus victorias, adelantamientos, locas celebraciones y una personalidad arrolladora consiguieron atraer a un público que nunca se había interesado por el motociclismo y terminaron por convertir a este deporte en un evento de masas gracias a su magnetismo. Valentino Rossi (16 de febrero de 1979, Urbino, Italia), el mito de MotoGP, ha anunciado que esta temporada será su última en activo y que abandona la competición a sus 42 años después de haber sumado 115 victorias, 235 podios, 65 poles y nueve títulos de campeón del mundo. Se cierra una era en MotoGP después de 26 temporadas en la élite, un cuarto de siglo en el Campeonato del Mundo y un legado imborrable.
“Por desgracia, esta será mi última temporada como piloto de MotoGP. Me hubiera gustado seguir corriendo otros 25 años, pero creo que es el momento adecuado para tomar esta decisión. Es triste, me resulta difícil decir que el año que viene no competiré en moto. Mi vida cambiará después de 30 años. Fue una senda larga y muy divertida, con momentos imborrables”, ha comenzado diciendo el italiano, que ha convertido el número 46 en su seña de identidad, al igual que hizo en su momento Michael Jordan con el dorsal 23.
“Esa es la diferencia entre yo y todos los otros grandes pilotos del Campeonato del Mundo. Por alguna razón muchos seguidores de MotoGP no hubieran conocido las motos de no ser por mí. Al inicio de mi carrera encendí la chispa y logré movilizar a muchos seguidores. Todavía no sé muy bien por qué. No sé por qué razón, pero fui capaz de atraer a mucha gente que no estaba interesada en el motociclismo. Entretuve a muchas personas que los domingos por la tarde se olvidaban de todo para verme correr. Todavía hoy, que no gano ni una carrera, hay gente que se acerca a mí emocionada, que se pone a llorar”, ha reflexionado Il Dottore, al que hemos visto disfrazado de Robin Hood, con un pollo de paquete en la moto y hasta con una muñeca hinchable.
Rossi ha hecho un repaso a su longeva carrera y ha rememorado sus títulos de campeón más especiales. “Los mejores momentos fueron el primer título de 500cc de 2001, el primero con Yamaha en 2004 y el de 2008, porque ya era mayor y porque competí contra Jorge Lorenzo, Casey Stoner y Dani Pedrosa. Los momentos más agridulces fueron no haber podido ganar con Ducati y, sobre todo, no haber conseguido el décimo título, que creo que por velocidad y estado de forma merecía”, ha apuntado en referencia a aquella décima corona de campeón que se le escapó en 2015 tras el incidente con Marc Márquez en Sepang.
A Valentino Rossi le quedan todavía nueve carreras hasta decir adiós al deporte que ama, pero ya sabe lo que más va a extrañar pese a que la próxima temporada seguirá por el paddock del Campeonato del Mundo como propietario de un equipo de MotoGP. “Voy a echar mucho de menos la vida de deportista. Levantarme cada mañana y entrenarme por un objetivo, por intentar ganar. Me gusta esta vida. Me gusta correr con la MotoGP, trabajar con mi equipo los fines de semana de carrera e intentar arreglar todos los pequeños detalles para ser más rápido, trabajar con los ingenieros y con los mecánicos, revisar la telemetría. Voy a echar de menos esa sensación de los domingos por la mañana, ese no sentirte bien porque te atenazan los nervios dos horas antes de la carrera, porque no sabes cómo va a ir. Va a ser muy duro porque siento que soy piloto y lo seré toda mi vida”, ha confesado emocionado antes de desvelar que su futuro pasa por competir en coche en las 24 Horas de Le Mans.