Hace casi una década que Valentino Rossi creó la VR46 Academy, concretamente en 2013, para reflotar el motociclismo italiano en busca de nuevos talentos. Uno de sus primeros fichajes fue Franco Morbidelli, su compañero de equipo en la actualidad y el primero de aquel nutrido grupo de pupilos en otorgar a la escuela un título de Moto2 además de también ser el primero de todos ellos en dar el salto a MotoGP. A Franky se unió Pecco Bagnaia en 2019 y Luca Marini, hermano de Il Dottore, ha llegado a la clase reina esta temporada.
Los niños han crecido rápido, mientras Valentino Rossi sigue deshojando la margarita sobre su futuro antes de tomar una decisión antes del verano. Se retire o no, el italiano contará con un equipo en MotoGP la próxima temporada tras el acuerdo alcanzado con el grupo Tanal Entertainment Sport & Media, empresa propiedad del príncipe saudí Abdulaziz bin Abdullah Al Saud, ministro de Asuntos Exteriores desde 2011 hasta 2015.
Aramco, compañía saudí dedicada al petróleo, gas y productos petroquímicos, será el patrocinador principal del nuevo proyecto de Rossi como propietario de un equipo en la categoría reina y que, de momento, se prolongará hasta 2026 bajo el nombre de Aramco Racing Team VR46.
“Llegar a MotoGP es una gran noticia y se trata de un acuerdo que nos puede ayudar. Aramco está involucrada en distintos deportes, como el fútbol o la Fórmula 1. Sin este acuerdo, no habríamos podido llegar a MotoGP. Puede que podamos ayudar a mejorar la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí”, aseguró Rossi, que también proyecta la apertura de un parque temático en torno a su figura en el país saudí siguiendo la línea del que Ferrari posee en Abu Dhabi.
A sus 42 años, Rossi no pasa por su mejor momento deportivo y afronta la que puede ser su última temporada en MotoGP. El contrato del italiano con el equipo Petronas SRT finaliza a la conclusión de este curso, aunque tiene la opción de prolongar el acuerdo hasta el final de 2022. “La verdad es que este nuevo equipo no cambia mucho mi decisión de continuar o no como piloto. Como siempre he dicho, dependerá de los resultados. Mi prioridad sigue siendo Petronas”, ha señalado, aunque tampoco descarta ser piloto de su propio equipo.
“Si todavía quiero correr, como soy el jefe podría quedarme con una moto de mi equipo”, ha bromeado para después pasar a evaluar la situación. “Por el momento diría que es difícil correr para mi equipo la próxima temporada, pero no estoy seguro al 100%. Las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana. Digamos que es difícil, pero no imposible”, ha manifestado, dejando la puerta abierta a una posible dupla de pilotos compuesta por él y su hermano.