19 de julio de 2020. Circuito de Jerez. Marc Márquez intenta obrar una de sus grandes remontadas. Lo consigue. Pero en una curva, cuando parecía que todo eran buenas noticias, el de Cervera se iba al suelo. Tras la intervención de los médicos, se confirmaba el peor de los diagnósticos: una fractura de húmero que podía dejarle sin Mundial. Menos de una semana después, y cuando horas antes había pasado por quirófano, confirmaba que volvería a correr. Márquez lo volvía a hacer. Era un héroe, casi un Dios del motociclismo.
Sin embargo, el catalán cayó a plomo en el mundo de los mortales. Tras subirse a la moto, las dolencias fueron a más y su equipo confirmó que el reto quedaba a un lado. Márquez no correría en Andalucía y comenzaba entonces una tortura de meses. Si el 25 de julio se anunciaba su baja, la primera semana de agosto se desvelaba que iba a pasar por segunda vez por quirófano. "Se descubrió que la placa de titanio utilizada para reparar su húmero derecho había sufrido daños debido a la acumulación de estrés", explicaron en Honda.
El Mundial se alejaba cada vez más, pero lo peor aún estaba por llegar. Mientras la afición hacía cábalas, Márquez se entrenaba. Mientras los rivales corrían carreras intentando sumar los máximos puntos antes de su vuelta, Márquez entrenaba. Y mientras Márquez entrenaba, probablemente lo hacía con una visión muy diferente sobre cómo y cuándo podría ser su vuelta. Joan Mir ganó en noviembre el Mundial de MotoGP y la temporada acababa con sorpresa... y sin Marc.
El peor de los escenarios
Pero el golpe definitvio llegaría el 3 de diciembre, cuando lo que se ponía en duda ya era el futuro del piloto: Márquez pasaba por quirófano por tercera vez. Una intervención de varias horas y una recuperación de larga duración. Podía incluso perderse el actual Mundial. En la mejor de las situaciones, llegaría justo ya iniciado el campeonato.
Comenzaba entonces la duda sobre cómo planificaría Honda su Mundial. ¿Con Márquez o sin él? ¿Un sustituto de garantías o uno temporal conscientes de que Márquez llegaría? Lo único que se confirmó es que el piloto sería baja en las dos primeras carreras. Honda confió en él, nunca dio fechas fijas y mantuvo la cautela mientras su campeón trabajaba retirado para volver en las mejores condiciones.
Y, además, lo hacía mientras Márquez sondeaba todos los escenarios. La retirada, por ejemplo, fue uno de ellos. "No pensaba en la retirada, pero sabía que era una de las opciones. Soy optimista, pero también realista", confesó en Dazn. Y "realista significa escuchar a los doctores, que siempre te ponen encima de la mesa todos los escenarios posibles". Uno, "con poca probabilidad", era no volver a subirse a una moto. Y sus miedos crecieron: "Sí es cierto que estos meses tenía miedo de no volver a subirme a una moto o que el brazo no me quedase bien". Coger una botella de agua era un reto para él, algo que reflejaba muy bien su recuperación física.
Una vuelta con calma
Después de todo un proceso, la mejor noticia se confirmó. Márquez iba a volver para competir en Portimao. Abril de 2021 era el inicio de su nueva carrera deportiva. El de Honda era consciente de sus limitaciones y así lo intentó trasladar en cada comparecencia. El Marc campeón estaba, por el momento, agazapado a la espera de su momento. Después de meses sin competir, subirse a la moto y no caerse ya era un logro.
Márquez se acostumbró a no estar entre los de arriba. En Jerez, recordando fantasmas del pasado, llegó a caerse. Y en las últimas semanas sumó hasta tres ceros consecutivos, algo que él mismo confesó que no había vivido jamás en su carrera. Pero Alemania podía cambiarlo todo. Marc lo preparó concienzudamente. "No me siento listo para ganar", apuntó en la previa, pero sí para dar batalla.
"Creo honestamente, aunque me tire presión, que será el primer fin de semana que pilotaré sin limitación física. Es a izquierdas y a izquierdas me siento normal, bien, sin ninguna limitación", advirtió el piloto. Su reto era replicar a Ana Carrasco, compatriota y compañera que, tras meses lesionada, ganó en Italia una carrera dejando atrás una lesión en las vértebras. Marc, como Ana, cumplió.
Ahora, como ha destacado Márquez, toca volver a la realidad. La de luchar por mantenerse en la moto, reforzar el brazo y pelear por estar en la zona media-alta de la clasificación sin sufrir físicamente. Holanda se prepara para ello.
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