Todavía falta más de un mes para que arranque una nueva temporada de la Fórmula 1. 2023 se presenta como un gran año lleno de cambios y con muchas batallas por presenciar. Max Verstappen buscará su tercera corona consecutiva, Leclerc intentará lograr su primer campeonato, Hamilton luchará por volver a reinar tras un 2022 lleno de fracasos y Fernando Alonso peleará por dar un salto de calidad con su flamante Aston Martin, entre otros.
Es decir, una gran cantidad de alicientes para disfrutar de un calendario cargado de emociones. Muchas batallas por lidiar y solo un campeón. Todos los focos están dirigidos a Red Bull, Ferrari y Mercedes. Los tres han sido grandes dominadores del Campeonato en los últimos años y parece difícil apearles de esas posiciones.
Pero siempre hay sorpresas, cualquier vía encontrada en los monoplazas puede hacerte pasar de estar a mitad de parrilla a lo más alto. Y eso es en lo que confía Aston Martin, la escudería de Fernando Alonso parece haber dado con la tecla concreta para dar un paso de gigante.
Al mismo estilo que Brawn GP en 2009, los británicos creen tener una solución para llevar a lo más alto a Fernando Alonso. Un ejemplo a seguir, ya que el equipo de Ross Brawn se proclamó campeón en su única temporada en el Gran Circo, y tratarán de seguir el mismo camino.
A través de un coche alegal, como ocurrió en aquella ocasión y de la que se benefició enormemente Jenson Button, podría replicar uno de los grandes éxitos y poner en jaque a la Fórmula 1 con uno de esos vacíos legales. Un elemento que todo equipo busca explotar para sacar el máximo jugo a su monoplaza y sumarles tiempo a sus rivales, por mi poco que sea.
Expectación con Aston Martin
Si algo creó expectación, más allá de las siempre ilusionantes palabras sobre Fernando Alonso, fueron las declaraciones de Eric Blandin. El director técnico adjunto de la escudería declaró que han conseguido encontrar unas mejoras que pueden hacer soñar a lo grande en este 2023.
El AMR23 ya está en su fase final y tendrán la oportunidad de testear los grandes avances conseguidos a lo largo de la temporada pasada y los meses previos, ya que en marzo está fijada la primera prueba del calendario. Y con él, se han desatado las expectativas para conseguir algo grande.
"El feedback de Fernando es muy muy preciso. Nos dijo lo que quería del coche de forma muy clara, e inmediatamente identificó algunas mejoras que ya hemos podido incluir en el AMR23", declaraba Blandin sobre los avances implementados en el monoplaza del piloto español y Lance Stroll.
Aparte de eso, Blandin también se refería a esa fórmula mágica unas semanas antes. Según él, han encontrado "unas lagunas" que pretenden utilizarlas para exprimir el rendimiento del AMR23 una vez se de el pistoletazo de salida en el Gran Premio de Bahréin el próximo 5 de marzo.
"Hemos cogido todo nuestro aprendizaje del coche del año pasado y lo hemos aplicado en el AMR23, la mayoría es totalmente diferente al AMR22. Hemos cambiado más del 90% del monoplaza y el 95% de las superficies aerodinámicas", explicaba el director adjunto de Aston Martin.
"También hemos implementado algunas innovaciones inteligentes en el coche de 2023. Es genial cuando encuentras una pequeña laguna y puedes usarla a tu favor, pero no es frecuente poder basar un coche completo en ella", recalcaba. Unos cambios que ya están completamente añadidos en el monoplaza.
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En los tests de Jerez de la Frontera, donde estará Fernando Alonso, pueden ser la primera piedra de toque para saber la magnitud del aprovechamiento de esas "lagunas". Eso sí, a buen recaudo, Aston Martin no los utilizará para dar pistas a sus rivales y sí para confirmar el buen funcionamiento del monoplaza.
Sin embargo, parte de ello se desvelará el próximo 13 de febrero. Ese día es la fecha marcada para la presentación del AMR23, un día donde parte de esas mejoras y lagunas que asegura Eric Blandin que han hecho cambiar el 90% del coche se desvelaran. La expectación y el juego ya están puestos sobre la mesa en Aston Martin.
Ejemplo de Brawn GP
Si alguien ha conseguido sacarle rédito a las alegalidades en la Fórmula 1 fue Ross Brawn. El ingeniero y director técnico de algunas escuderías como Ferrari, Benetton, Williams o Lotus se hizo con la extinta Honda y fue capaz de llevarla a lo más alto con un equipo que llevaba su mismo nombre. Tras no conseguir que nadie que comprase al equipo tras la salida de Honda, que estaba harta de los problemas surgidos, él se hizo cargo de él por un montante de un euro. Y desde luego que salió cara su apuesta, ya que ganó el Mundial.
La picaresca de Brawn le llevó a él y a su equipo a crear unos dobles difusores, aprovechando el vacío legal que imperaba en ese momento en el reglamento. Pese a que se lo avisó a sus rivales, no le creyeron. Eso les llevó a estar un paso por delante que supieron exprimir y que les dio una ventaja al inicio de la temporada muy desmedida respecto a los demás.
Seis victorias en las siete primeras carreras de la temporada, es decir, un fulgurante comienzo que les colocó como líderes absolutos. La FIA les dio la razón y ratificó a sus difusores, que se estima que les daba en torno a medio segundo de ventaja respecto a sus perseguidores, ante las protestas de los demás equipos.
Pese al sprint final de Vettel, Red Bull no pudo superar a Brawn GP, que ya había hecho todo el trabajo al inicio con las lagunas y se llevó el Campeonato gracias a Jenson Button, que apostó junto a Rubens Barrichello por un proyecto que parecía algo transitorio. Sin embargo, la oportunidad de aprovechar esas lagunas les proporcionó su momento de gloria en la Fórmula 1.
Una serie de resquicios que Aston Martin ya tiene previsto aprovechar de cara a la próxima temporada. Unas mejoras de las que podrá disponer Fernando Alonso en un futuro y que le servirán para intentar plantar batalla a los pesos pesados de la parilla.