El mundo financiero se ha puesto patas arribas en las últimas horas. La crisis de la criptomonedas está afectando al sector económico por el derrumbe de FTX y tras la caída de ésta muchos esperan que haya un contagio masivo en las distintas empresas del mismo calibre.
Como ocurre habitualmente, esta crisis no escapa al mundo del deporte. Uno de los más afectados es la Fórmula 1 y, concretamente, Mercedes. El equipo de Lewis Hamilton había firmado un espectacular contrato de patrocinio con FTX para esta y las siguientes temporadas. Sin embargo, todo parece haberse ido al traste.
De manera prácticamente tajante, la escudería ha suspendido su acuerdo con la empresa de compra y venta de criptomonedas debido a su derrumbe, que ya no aparecerá en el Gran Premio de Brasil con ellos. Un panorama que amenaza con extenderse a otros equipos que también tienen cerrados patrocinios con ese mismo sector. Aunque por el momento nadie mueve ficha.
La empresa sufría desde hace varios días problemas de liquidez tras declararse en bancarrota. Eso desembocó en la retirada masiva de los fondos por parte de sus clientes, dando lugar al abismo total. Por ese motivo, Binance, otra empresa del mismo sector, se ha negado a rescatarla provocando un desastre total dentro del mundo de las criptomonedas.
Una situación que puede paralizar por completo las acciones de Mercedes en un futuro al perder una de sus grandes patrocinadores. Un contratiempo en un deporte donde cada euro se antoja fundamental para el desarrollo de los monoplazas, por lo que puede ser un paso atrás para los de Toto Woff.
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Mercedes, en el huracán
Desde hace unos años, los patrocinios cambiaron radicalmente dentro del mundo del deporte. La búsqueda de sponsors cada vez más lucrativos hicieron que muchas entidades apostasen por nuevas alternativas que aseguraban llenar sus bolsillos con nuevos contratos.
Ahí es donde tomó forma la figura de las criptomonedas. El auge del Bitcoin o altcoins, como Ethereum o Cardano, hicieron que apostasen por las diferentes modalidades deportivas. Al final y al cabo, los grandes eventos son un gran escaparate para lucir las marcas al mundo.
Y como no, la oportunidad de dar el salto a la Fórmula 1 hizo que gran cantidad de escuderías se apresurasen a firmar con las nuevas empresas que estaban empezando a crecer como la espuma. Muchas de ellas se aventuraron a firmar rápidamente lo que suponían iba a ser un espectacular negocio lucrativo para ambas partes.
Mercedes apostaba por darle gran visibilidad a FTX, que pasaba a regar las arcas de los británicos con una cantidad ingente de dinero. No se llegaron a hacer oficiales las cifras del acuerdo, aunque sí que se sabe que era desorbitado. Por poner un ejemplo, la empresa cryto.com cerró uno valorado por 100 millones de dólares. Un dato que pone en contexto la importancia que puede tener dentro de la escudería que dirige Toto Wolff.
"Cuando miremos atrás dentro de diez años, tener que hacer pagos que tardan dos días y que no se pueden realizar fuera del horario es una reliquia del pasado, y aquí es donde llegan las criptomonedas", aseguró Toto Wolff sobre el acuerdo que firmó con FTX.
"Son su propia industria. Por eso se han convertido en algo importante en el mundo financiero y, obviamente, buscan exposición en la Fórmula 1. Para mí, fue fascinante comprender los intercambios criptográficos, y FTX es uno de ellos, con miles de millones de transacciones todos los días", recalcó con alegría con firmaron su unión en 2021.
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Pero el giro drástico de los acontecimientos ha provocado que la empresa desaparezca fugazmente de la escudería. Según adelantó un portavoz del equipo a Motorsport.com, la empresa ya no estará presente en los monoplazas en el Gran Premio de Brasil. "Como primer paso, hemos suspendido nuestro acuerdo de asociación con FTX. Eso significa que la empresa ya no aparecerá en nuestro coche y otros activos de marca a partir de este fin de semana. Continuaremos monitorizando de cerca la situación a medida que evolucione", explicaron.
Sin embargo, todo se ha convertido en una situación crítica en los últimos días. Con el duro golpe sufrido por FTX, Mercedes ha decido dar puerta a uno de sus patrocinadores y una fuente de dinero muy importante de cara a las próximas temporadas. Algo que puede trastocar sus planes para 2023 y el desarrollo de su monoplaza.
Otros deportes, atentos
La Fórmula 1 fue una de las grandes apostantes por la entrada de las criptomonedas en el Gran Circo. Prácticamente todos los equipos de la parilla firmaron contratos con empresas dedicadas a este mundo. Ferrari, con Velas, Red Bull, con Bybit, Alpine, con Binance, o Aston Martin, con crypto.com, han sido algunas de las que se adentraron dentro de las fauces del mundillo.
Aunque de momento no peligra la situación, la volatilidad de este mundo ha empezado a preocupar de manera alarmante a todos aquellos que decidieron emplearse con las criptomonedas. Eso sí, el efecto dominó puede no tardar mucho en darse. El claro ejemplo de ello es con Binance, patrocinador del actual equipo de Fernando Alonso, que rechazó rescatar a FTX ante el peligro que ella también se viese afectada negativamente por su derrumbe.
Sin embargo, FTX no solo se dio el salto a la Fórmula 1 como único deporte. También quiso apostar de manera potente en otros mercados, principalmente en Estados Unidos. El territorio americano es donde mayores cantidades de dinero se mueven y eso le hizo probar en él.
En el mejor momento de la compañía se decidieron a firmar contratos muy llamativos de cara a la galería. Y ahora es cuando le puede pasar factura a la empresa y a las entidades con las que se alió.
Especialmente llamativos fueron sus uniones con Miami Heat y MLB, liga americana de béisbol. Con el equipo de Florida acordó que su estadio llevase su nombre y pasase a ser el FTX Arena, todo ello por el módico precio de 140 millones de dólares hasta 2040. Además, se posicionó como su criptomoneda oficial. Aunque también hubo acuerdos con Washington Wizards o Golden State Warriors.
Con la liga estadounidense de béisbol, acordó la presencia del logo de FTX en los uniformes de los árbitros y derechos de marketing mundial asociados con las marcas, logotipos y eventos especiales de la MLB.
Es decir, una caída en secuencia que puede seguir el efecto dominó de una manera u otra si no se logra repararla el derrumbe de FTX. La Fórmula 1, con Mercedes, ya se ha visto afectada y puede surgir una reacción en cadena que afecte a otros deportes en muy poco tiempo.