Esta semana se ha conocido que la Fórmula 1 tendrá más carreras al esprint ('sprint race') la próxima temporada. El 'Gran Circo' duplicará el número de sábados hasta ser seis en los que se correrá para conocer quién es el piloto que sale en primera posición el domingo. Esta decisión se ampara en el espectáculo, ya que las cifras que manejan la FIA y Liberty Media demuestran un mayor interés, pero también en el dinero que se embolsará la asociación del automovilismo.
La llegada de Mohammed Ben Sulayem al mando de la Federación Internacional de Automovilismo ha tenido en esta cuestión otra decisión polémica. La temporada pasada ya se planteó un aumento en el número de 'sprint race' y algunos equipos se negaban. Ahora, todo ha cambiado a través de una buena cantidad de dinero. Si bien en un primer lugar la FIA no aprobaba este cambio, entre bastidores se siguió discutiendo hasta el punto de cambiar de versión.
El déficit presupuestario que presenta la FIA en la organización del Mundial de la Fórmula 1 es la principal razón que han encontrado los equipos ante este cambio brusco de opinión. La asociación quiere llevarse más tajada del pastel, entre 500.000 y un millón de dólares por carrera concretamente, según informa The Telegraph. Aún así, este cambio está amparado por unos registros de audiencias en tendencia con el aumento de espectadores que vive este deporte en los últimos tiempos.
319% más espectadores
Los últimos datos compartidos por la F1 sugieren que el formato ha tenido un impacto positivo en las cifras y la cobertura. La sesión de calificación del viernes pasado en Imola atrajo una audiencia total de 2 millones, lo que representa un aumento del 319 por ciento en comparación con el segundo entrenamiento libre del Gran Premio de la Emilia Romagna del año pasado. La carrera al esprint del sábado también atrajo a una audiencia mayor que la sesión de clasificación del año pasado, y así sucesivamente.
Diseñado para atraer a audiencias más jóvenes, la carrera abreviada de 100 km, que duró alrededor de 25-30 minutos y estableció la parrilla para el Gran Premio del domingo estuvo por encima de las expectativas. Tras Imola, en el calendario de esta temporada quedará por ver el impacto que tiene este formato en el Red Bull Ring de Austria e Interlagos en Brasil. Los equipos descartaron que este año Bahrein, Canadá y los Países Bajos también tuvieran una prueba, siendo principales candidatos para 2023.
Los pilotos también parecen conformes con el formato. El año pasado, solo los tres primeros conseguían puntos, pero esta temporada lo hacen los ocho mejor clasificados. No son mayoría, ya que por ejemplo el campeón Max Verstappen no estaba del todo de acuerdo con aumentar el número. Además, la principal división viene por esas "solicitudes financieras injustificables" que no han gustado nada entre algunas personas importantes.
Tanto ha sido así que utilizaron la palabra "codicia" para describir las intenciones de la FIA con este cambio. Los equipos, recelosos con la cuestión económica después de que se opusieran al cambio para el 2022 porque no les aceptaron un aumento de presupuesto, se han visto especialmente sorprendidos por esta postura de la Federación. Mohammed Ben Sulayem ha visto su estima variada por culpa de este movimiento.
El déficit de la FIA
La oposición inicial de la FIA venía por el sobrecoste que supone organizar una carrera al esprint, aumentando estas dudas con el cambio de versión. La Fórmula 1 ya le paga a la Federación Internacional alrededor de 40 millones de dólares por año para organizar este nuevo tipo de formato de clasificación. A los equipos también les preocupa que el aumento de los costos dificulte cada vez más operar por debajo del límite presupuestario.
Es un nuevo acto de la dirección entrante del organismo del automovilismo internacional en el que se ve cómo hay una cuestión económica detrás de un movimiento. Los contratos en Oriente Medio y las dudas sobre Mónaco ya han puesto en entredicho a la FIA. Desde este mes de abril, el foco se ha puesto sobre los mandamases del motor. Todas las decisiones que tomen durante el resto del año serán vigiladas con el ojo más crítico de los equipos.
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