El Rally Dakar avanza implacable en su paso por el desierto de Arabia Saudí. Este lunes se celebró la tercera etapa de la carrera, la cuarta jornada contando con la prólogo inicial. Todos los pilotos concuerdan en que está siendo una de las ediciones más duras que recuerdan, sobre todo desde que la prueba se mudó al Golfo Pérsico. Sin embargo, si alguien está sufriendo las penurias de la carrera más extrema del mundo ese es Javi Vega.
El piloto del Pont Grup - Yamaha, que participa en la categoría de motos Original by Motul aunque sus resultados solo cuentan para la clasificación scratch, está viviendo una especie de vía crucis en este Rally Dakar 2024. El español no gana para disgustos y es que en las dos primeras etapas ha sufrido dos espeluznantes caídas que le han lastrado en lo mecánico y en lo físico.
Javi Vega siempre ha sido un ejemplo de resistencia. En el año 2021 consiguió terminar el Dakar con varias costillas rotas y con un neumotórax. Sin embargo, en la presente edición va camino de completar la carrera con un importante corte en la pierna que no para de darle problemas. Así cuenta está siendo su lucha y cómo se encuentra desde Arabia Saudí.
Una herida abierta y el 'modo supervivencia'
Javi Vega está teniendo experiencias de todos los colores en este Rally Dakar 2024. De momento ya acumula dos caídas que han mermado y mucho sus opciones de brillar en carrera. En la primera, sobre un terreno de piedras, consiguió esquivar los daños físicos. Sin embargo, varias áreas de su moto quedaron seriamente dañadas.
Pero el verdadero drama llegó en la segunda jornada, la disputada este pasado domingo entre Al Henakiyah y Al Duwadimi. Javi sufrió una segunda caída con tan mala suerte que una de sus rodilleras quedó colocada en una mala posición. Esto le provocó un profundo corte en su pierna. A pesar de la tremenda herida que se había hecho, consiguió llegar al final de la cronometrada y completar los 655 kilómetros de especial.
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En total fueron seis puntos de sutura y una importante raja en su espinilla, justo por debajo de la rodilla, que amenazarían con condicionar su rendimiento físico en lo que resta de Rally Dakar. Y como el propio Vega sospechaba, esta herida está siendo una auténtica tortura para él.
El ahora piloto y antiguo esquiador del equipo nacional está viviendo un verdadero calvario, ya que a pesar de que los servicios médicos le cosieron la herida, esta no para de abrirse una y otra vez, ocasionándole importantes pérdidas de sangre. Además, los enormes e incómodos vendajes que le presionan la zona hacen que esta se haya hinchado de manera considerable.
Ahora mismo Javi no sabe si es peor el remedio o la enfermedad: "No me deja de sangrar la pierna. La tengo como un botijo". Vega, desde Arabia Saudí, se muestra de lo más explícito con una situación que no está siendo nada fácil de sobrellevar. Incluso para una persona positiva y aguerrida por naturaleza como él, tener que cargar en cada etapa con este percance, sumado a los daños que sufre su moto y al cansancio propio de realizar un Dakar sin asistencia, están suponiendo una de las pruebas más duras de su carrera.
Tanto es así que por momentos se muestra incluso bajo de ánimos: "Después de la caída de ayer no remonto cabeza". No obstante, pocas mentalidades hay tan fuertes ahora mismo en el desierto saudí como la que tiene el piloto del Pont Grup - Yamaha. Por ello, a pesar de los golpes, el madrileño continúa su camino con el objetivo de cumplir su gran reto: llegar hasta la meta de Yanbu el próximo 19 de enero.
Por ello, Javi saca fuerzas de flaqueza y revisa en el almacén de sus ánimos para alentarse a sí mismo. Sin olvidar que avanza herido, pero convencido de que el fin justifica los medios y de que el Dakar es, en gran parte, su vida: "Quedan muchos días... he puesto el modo supervivencia". Vega descansa ya en el campamento de Al Salamiya después de otro día eterno con más de 700 kilómetros de etapa en lo que será la semimaratón de este Dakar.
Pronto volverá a sonar el reloj y será momento de volver a subirse a la moto para consumir una nueva etapa y estar un paso más cerca de ese ansiado objetivo. Por ahora, y tras un inicio plagado de infortunios, se sitúa en el puesto 74 de la general, pero con la vista puesta ya en la soñada remontada que promete intentar en la segunda parte de la prueba, cuando tanto su cuerpo como su Yamaha puedan estar listos para la batalla. Por ahora, es momento de sobrevivir.