Escándalo en la Fórmula 1. Bernie Ecclestone, una persona que vive feliz en la polémica, ha roto su silencio para señalar de manera muy importante el legado de Lewis Hamilton. El británico consiguió en el año 2020 su último título Mundial, el séptimo, cifra que le permitía igualar a Michael Schumacher como el corredor más ganador de la historia.
Sin embargo, Ecclestone ha asegurado ahora esos números son falsos y es que Hamilton no debería haber ganado el Mundial del año 2008, el primero de su carrera, el cual se apuntó el británico después de haber sufrido el año anterior una de las derrotas más dolorosas de la historia de la competición a manos de Kimi Raikkonen. Tanto el británico como Fernando Alonso, peleados en McLaren-Mercedes, pusieron en bandeja al finlandés de Ferrari.
Ahora, Ecclestone ha asegurado que Hamilton tampoco debería haber sumado esa corona del año 2008 y que debería haber recaído en Felipe Massa. Además, argumenta que esa victoria estuvo sustentada en un fraude, el conocido como 'Crashgate', una de las mayores polémicas de la historia reciente de la Fórmula 1.
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15 años ha tardado Bernie en romper su silencio y en hacer una revelación que ahora está generando un enorme revuelo. Todo ocurrió en el Gran Premio de Singapur y en el seno de la escudería Renault. La intención era que el segundo piloto de la escudería francesa, Nelson Piquet Jr, tuviera un accidente que permitiera a Fernando Alonso conseguir una heroica victoria con un coche que no estaba ni mucho menos para pelear con los mejores.
Flavio Briatore, Team Principal de Renault en ese momento, junto a Pat Symonds, director técnico, trazaron el plan con Piquet para que todo saliera bien. Una situación que fue investigada por la FIA y que terminó designando a Renault como culpable de un fraude. La sanción recayó en Briatore y Symonds, mientras que el equipo consiguió que sus dos pilotos se marcharan sin penalizaciones del escándalo.
La confesión de Ecclestone
Ahora, Ecclestone reconoce que actuaron mal a sabiendas y que no se atrevieron a cambiar el orden de la clasificación final una vez terminada ya la temporada: "Decidimos no hacer nada. Queríamos proteger el deporte y salvarlo de un escándalo enorme. Por aquel entonces, había una norma según la cual la clasificación de un campeón del mundo era intocable después de la ceremonia de entrega de premios de la FIA a final de año. Así que a Hamilton se le entregó la copa y todo fue bien". Así, lo asegura Ecclestone al medio F1-Insider.
Ecclestone, que sigue siendo una de las voces más autorizadas de la Fórmula 1 a pesar de estar ya fuera de la competición, explica que con los estatutos en la mano y con la información que manejaban en ese momento, deberían haber anulado el resultado de aquel Gran Premio. De haberlo hecho, Felipe Massa hubiera sido el ganador del título debido a que el número de puntos perdidos habría afectado más al británico que al brasileño.
"Teníamos suficiente información en ese momento para investigar el asunto. Según los estatutos, deberíamos haber anulado la carrera de Singapur en esas condiciones. Eso significa que no habría repercutido para la clasificación del campeonato. Y Felipe Massa se habría convertido en campeón del mundo y no Lewis Hamilton. Incluso hoy día todavía me da pena Massa. Lo siento por él. Al final, ganó la carrera de casa en São Paulo y lo hizo todo bien. Fue engañado y no se llevó el título que merecía, mientras que Hamilton tuvo toda la suerte del mundo y ganó su primer campeonato".
Fernando se llevó la victoria en aquella carrera con Hamilton cerrando el podio. Massa no consiguió ningún punto. Al final, el Mundial terminó cayendo del lado del británico por 98 a 97 puntos. Ese fue el primer campeonato de un Lewis que después sumó los títulos de 2014 y 2015 y los incluidos desde 2017 hasta 2020. Ahora, el británico espera conseguir esa ansiada octava corona que le permita desempatar con Schumacher.