Carlos Sainz ha sido nombrado piloto del día en el Gran Premio de Francia en Paul Ricard. El corredor español de Ferrari realizó una remontada increíble sobre el trazado galo. Salía desde la 19ª posición por culpa de una penalización y finalizó quinto. Sin embargo, pudo incluso haber luchado por el podio. La victoria final en la carrera fue para su gran rival por el título, Max Verstappen.
El triunfo del neerlandés ha sido una de las malas noticias que han tenido los italianos en la carrera. La otra, y que iba de la mano de la victoria de Max, ha sido el abandono de Leclerc. 25 puntos para el de Red Bull y 0 para el de Ferrari tampoco consiguió meter a Carlos en el podio. Aunque opciones tuvo.
Sin embargo, una confrontación con la estrategia terminó provocando una disputa entre piloto y equipo. El resultado fue que Sainz pasó de tercero a noveno y que tuvo que remontar por segunda vez en un sprint final de vértigo. Pero solo pudo llegar hasta la quinta posición. Un resultado bueno teniendo en cuenta desde donde venía, pero que duele habiendo visto el cajón tan cerca y después de vivir un fin de semana tan bueno a nivel de rendimiento personal.
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El sábado podría haber peleado por la pole, era el más rápido incluso por delante de Verstappen. Y su ritmo de carrera estaba incluso por encima del de su compañero de equipo. Por eso no era descabellado soñar con su segunda victoria en la Fórmula 1 después de la cosechada en Silverstone. Al menos, el reto era estar en la primera fila y pelear. Pero la penalización por el cambio de motor que le relegó hasta la cola de la parrilla ha sido un dolor constante.
El análisis de Sainz
"La victoria claramente no era posible, pero sí una posición de podio de haber tenido una carrera perfecta. Fue una buena recuperación, sin penalizar hubiésemos estado en pole o en primera fila. El equipo trabaja bien en la estrategia este año". Carlos se marchaba contrariado. Por un lado, contento con su rendimiento. Por otro, triste por la gran oportunidad perdida.
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Y es que a pesar de todos los problemas, Sainz llegó a estar rodando en posiciones de podio. Sin embargo, la estrategia de Ferrari le obligó a parar, una decisión que ni él mismo compartía y que aceptó resignado. Una situación tan caótica que la orden de entrada a boxes le pilló concentrado en plena batalla con Pérez. Pero Carlos saca la cara por su equipo y les defiende.
"Somos muy criticados por cosas que suceden también en otros equipos. Siempre discutiremos sobre las decisiones a tomar en la radio, somos abiertos en ese aspecto. Quería arriesgarme a seguir fuera antes de la parada final, pero estoy seguro de que tomaron la mejor decisión".
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La carrera de Ferrari fue caótica en todos los aspectos salvo en la remontada del español. Justo después del accidente de Leclerc, Sainz pasó por boxes. Parada lenta que provocó que al salir casi chocara con un Williams. Sanción y cinco segundos de penalización para su segunda entrada, esa que él no quería hacer. Todo de mal en peor: "Quizá sin el mal pit stop y con un poco más de suerte, hoy podíamos estar en el podio. Pero hay que conformarse con el quinto, ha sido una buena remontada".
Para terminar, Sainz también ha hablado sobre ese accidente que tuvo su compañero. Falta por aclarar si Charles tuvo problemas con el acelerador, algo que ya le pasó en Austria. Sin embargo, el español cree que son cosas normales cuando se va al límite: "Son cosas que pasan. Vamos muy al límite los cuatro de cabeza. Estamos yendo muy rápido ahí delante y es lo que pasa".