La Fórmula 1 regresa este fin de semana con el Gran Premio de Bahréin para estrenar el curso 2022, el denominado año del gran cambio. Será una temporada especial, ya que el 'Gran Circo' se transforma por completo despué de una reestructuración importante por parte de sus dirigentes del reglamento existente.
La FIA y Liberty Media decidieron crear un nuevo paradigma con una serie de modificaciones técnicas que intentaran elevar el espectáculo después de un año en el que la batalla entre Verstappen y Hamilton fue épica. El objetivo era resetear el orden de la parrilla, empezar de cero e igualar más a todos los coches que conforman la Fórmula 1. Todo ello, aumentando la posibilidad y la capacidad de adelantamiento, un fenómeno cada más complicado en la F1 a pesar de la introducción del famoso 'DRS', para muchos, un concepto similar al dopaje tecnológico.
La nueva normativa técnica se ha construido en base a esa máxima y el principal señalado era el famoso 'aire sucio'. Una circunstancia que dificultaba el poder seguir al coche de delante para acercarse y adelantar. Se necesitaba una diferencia de velocidad demasiado grande para poder sobrepasar al monoplaza al que se seguía, algo solo apto para Mercedes y Red Bull, sin pasar media carrera tragando ese aire sucio.
Esta corriente que desprendía el coche que precedía a otro provocaba grandes dificultades a los pilotos para controlar su vehículo en momentos de máximo riesgo y ante maniobras generalmente complicadas. Por eso, se han rehecho los monoplazas de arriba abajo para reducir este fenómeno y aumentar los adelantamientos. Defender la posición será cada vez más complicado por la nueva configuración aerodinámica.
Con este nuevo panorama, los equipos gozaban de una gran libertad para elegir como construir sus nuevos coches, siempre dentro de unos límites. Por ello se han visto ya modelos tan diferentes como el nuevo Ferrari F1-75, más ancho y con los pontones más marcados que ninguno, o el Mercedes W13, totalmente antagónico y casi sin pontones. Ahora habrá que ver quién ha acertado plenamente o qué diseños son más competitivos.
Alerones delanteros más simples
Todos los equipos han introducido grandes cambios en sus monoplazas para adaptarse a la nueva normativa. Y uno de los puntos que más ha cambiado son los alerones delanteros. Los nuevos alerones son mucho más simples y con estructuras más fijas y grandes.
Por eso, se prescinde de los famosos aletines y se pasa a una configuración de unos tres o cuatro planos y un end plate más alto de lo habitual. Con ello se espera que se reduzcan las turbulencias. Además, se incluyen unas pletinas cercanas a los neumáticos que reconducen el aire hacia la parte exterior de las ruedas.
Cada uno de estos planos, también denominados flaps, van ajustados al morro y se permite una libre elección de la curvatura de los mismos. Un espacio para la innovación de los equipos. También se han elevado un poco la altura mínima de los monoplazas para reducir el efecto del aire sucio.
Neumáticos mucho más grandes
Este será uno de los cambios más importantes de la nueva Fórmula 1. Después de más de 30 años con neumáticos de 13 pulgadas, la FIA se ha atrevido a hacer una revolucionaria modificación, un cambio de esos que serán importantes en lo técnico y también en lo visual. Los nuevos compuestos serán de 18 pulgadas. Algo que no solo influye en la creación de monoplazas diferentes, si no también en cambios que se aplican al estilo de pilotaje y a la conducción de los corredores.
Estos compuestos más grandes ya se habían probado en competiciones inferiores y ahora dan el salto al 'Gran Circo'. Sin embargo, para su correcta adaptación, ha sido necesario una reformulación de las estructuras adyacentes. Desde los conductos de los frenos hasta las nuevas llantas cubiertas, algo que ya se pudo ver 2009, y los nuevos alerones que van justo por encima de los neumáticos delanteros. Una introducción pensada para evitar que el flujo de aire vaya hacia la zona posterior.
El esperado fondo plano
El cambio más trascendental de la Fórmula 1 se podrá ver en el fondo plano, la parte baja de los coches y que ahora gana una importancia total. La normativa obliga a que este fondo plano contenga varios conductos para reconducir los flujos de aire hacia la parte trasera y, que además, aporten una alta capacidad de succión con el suelo. Esto favorecerá que los monoplazas apenas se levanten y se peguen más al asfalto.
Sin embargo, las innovaciones técnicas que se han introducido también han traído sus propios hándicaps. El más relevante y que ha sido uno de los grandes temas de debate en esta pretemporada ha sido el famoso porpoising. Es visible el continuo balanceo al que se ven sometidos los coches y los pilotos, que rebotan constantemente contra el suelo.
Es uno de los aspectos que todos los equipos persiguen para intentar evitarlo. El primero que lo consiga, tendrá mucho terreno ganado, ya que una de las medidas que han puesto en práctica es reducir la velocidad, pero eso conlleva lógicamente conceder margen al resto de equipos. Ferrari es una de las escuderías que más cerca está de conseguirlo y que más avances ha hecho en este sentido.
Modificaciones en el alerón trasero
Los alerones traseros de los nuevos Fórmula 1 son una de las partes más vistosas de ese cambio de reglamentación. La zona trasera de los monoplazas no tiene nada que ver con lo visto hasta ahora. Sin embargo, en ellos, los equipos han podido hacer pocas modificaciones particulares y son todos bastante regulares. Sujetos al chasis por sus zonas laterales, con una curvatura pronunciada e intentando reducir las turbulencias.
El alerón trasero es una de las modificaciones que ha favorecido que los coches también puedan seguirse con mayor facilidad para provocar mayor número de adelantamientos incluso sin la utilización del DRS. Este dispositivo también ha sido modificado con la entrada de la nueva normativa.
Para completar el dispositivo de la zona trasera se ha recuperado el famoso beam wing. Se trata de una especie de pletina o alerón, que hace las veces de difusor, situado por debajo del alerón trasero y que crea un mayor flujo ascendente de aire en la zona posterior para facilitar su expulsión.
Los famosos pontones laterales
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