La Fórmula 1 llega a su gran recta final. Liberty Media y la FIA idearon la primera temporada de luz tras la oscuridad dejada por la Covid-19 con una traca final que debería resolverse en territorio árabe. Así lo visionaron confiando en que el rendimiento de Max Verstappen y Red Bull fuera lo suficientemente bueno como para detener el avance imparable de Lewis Hamilton y Mercedes. Y vaya si lo han conseguido.
El neerlandés es el gran favorito para resolver la contienda a su favor después de una temporada espectacular. 'Mad Max' se ha llevado un total de nueve victorias este curso por las siete que sumado Lewis Hamilton, una contienda que dominaba ampliamente hasta que el británico ha recortado diferencias tanto en Catar como en Brasil.
Sin embargo, a pesar de este empuje final, la diferencia en rendimiento en favor de Verstappen es muy llamativa, ya que hay que tener en cuenta que Hamilton empezó con tres victorias en las cuatro primeras carreras. Y a partir de ahí, el líder de la familia de Milton Keynes despegó sin mirar atrás.
Así está la pelea
La lucha está más igualada en cuanto a presencias en el podio se refiere, ya que Verstappen solo suma un día más en el cajón que Hamilton. El británico ha conseguido ser muy regular cuando Verstappen le superaba para no perder la estela de la lucha por el triunfo final. Además, ambos han estado siempre obligados a sumar el mayor número de puntos posibles para acercar a sus marcas al título de constructores.
Donde sí ha dominado ampliamente Verstappen ha sido en los sábados, en las clasificaciones. Ahí, el de Red Bull se ha mostrado totalmente imparable sumando nueve poles positiones, las mismas que carreras ganadas. Por su parte, Hamilton, un piloto que durante toda su carrera había demostrado una gran fiabilidad los sábados, se ha quedado en solo cuatro.
En este apartado se ha visto entorpecido por un compañero de equipo que sí se ha mostrado competitivo a una vuelta. Los sábados de Valtteri Bottas, muy por encima de sus domingos, han superado a los de 'Checo' Pérez, más habituado a trabajarse sus premios en carrera.
Fruto de ese dominio en las clasificaciones, Verstappen ha estado liderando en carrera durante muchas más vueltas que Hamilton, ya que casi le triplica. 620 por parte del neerlandés y 228 solo para el británico. Esa comparación demuestra lo diferentes que han sido sus temporadas, con un Verstappen acostumbrado a dominar desde la punta y un Hamilton obligado a batallar. La lucha se cierra con una clasificación en la que sí están igualados, en vueltas rápidas, las cuales suman un punto al final de cada carrera. Ahí, ambos suman cinco cada uno.
Con todo ello, la lucha entre ambos pilotos está al rojo vivo cuando solo restan dos carreras. Verstappen sigue líder con 351,5 puntos, mientras que Hamilton le acecha con un total de 343,5 puntos. El de Mercedes viene en plena remontada, pero el de Red Bull sueña con hacer historia y sellar su primer título de Fórmula 1.
Qué necesita Verstappen para ganar
Verstappen se sitúa ahora mismo con solo 8 puntos de ventaja sobre Hamilton. Una situación que podría parecer muy positiva para el neerlandés, pero que seguro que en el box de los austriacos ven insuficiente, y más después de experimentar el crecimiento de Mercedes en las últimas carreras.
En Arabia Saudí, Hamilton volverá a tener su propulsor estrella, el llamado 'cohete' que le impulsó a su imperial remontada en Interlagos y que no usó en Catar, aunque tampoco le hizo falta. Por ello, se sitúa como el gran favorito para llevarse la pole position y la victoria en un circuito donde primará la velocidad punta, ya que alrededor del 70% del trazado se hará al máximo superando velocidades de 320 kilómetros por hora.
En Mercedes tienen las cuentas claras, ya que ganando las dos carreras serán campeones, por lo que siguen dependiendo de sí mismos. Sin embargo, Verstappen también sabe que si suma 18 puntos más que Hamilton, se podrá proclamar campeón del mundo en la carrera de Arabia Saudí. Una circunstancia difícil, pero que salvaría que Hamilton pudiera ganar la carrera de Abu Dhabi e incluso sumando el punto de la vuelta rápida. Por su parte, Hamilton sabe que sumando al menos 8 puntos, aplazará el desenlace hasta la última cita del campeonato.
Para que Verstappen pueda sumar su primer entorchado, tiene varias posibilidades. La primera de ellas es ganar, sumar el punto de la vuelta rápida y que Lewis Hamilton sea sexto o peor. Si consiguiera ganar, pero sin hacer la vuelta rápida, Hamilton tendría que caer un puesto más, hasta el séptimo.
En caso de no alcanzar la victoria y ser solo segundo, Max necesitaría el punto de la vuelta rápida y que Hamilton fuera décimo o peor. Sin ese punto de la vuelta rápida, Hamilton tendría que quedar fuera del Top10 o abandonar. Las opciones de que el campeonato se resuelva ya son pocas. De hecho, solo uno de los escenarios que le daría el triunfo final se ha producido esta temporada. Sucedió en Mónaco, cuando Max Verstappen se llevó el triunfo por delante de Carlos Sainz y Lando Norris y Hamilton solo pudo ser séptimo, aunque se llevó la vuelta rápida. Fueron 25 puntos del neerlandés por solo 17 del británico. Jeddah no es Mónaco, pero está considerado también como un circuito semi-urbano cuyos muros podrían decidir el campeonato.
Una rivalidad histórica
Estos escenarios podrían ser algunos de los que se pueden producir en la carrera de Arabia Saudí, pero la Fórmula 1 también está expectante de lo que pueda producirse si ambos pilotos coinciden en la pista compitiendo por la posición como ya ha sucedido en otras carreras como en Silverstone o en Monza, donde han tenido fuertes encontronazos que han terminado en graves accidentes.
En el trazado británico, fue Max quien acabó contra el muro y Lewis penalizado, y en el italiano, el Red Bull del neerlandés pasó por encima de la cabeza del heptacampeón, que salvó el pellejo gracias al Halo en una de las imágenes más impactantes de la historia.
Ahora, tanto Liberty Media y la FIA se congratulan de que la lucha llegue tan igualada al final de la temporada, pero también tienen miedo de que la situación se vaya de las manos cuando la tensión exceda los límites en la pista. Saben del temperamento de un Max Verstappen que siempre va al límite y conocen el riesgo que puede generar un Hamilton que necesita arriesgarlo todo para tener una oportunidad.
En el paddock, nadie descarta que la primera final por el título pueda terminar de la peor manera, con un choque entre ambos pilotos que pueda ocasionarles algún daño. Además, sería una situación que incluso podría beneficiar a ambos, ya que Hamilton llegaría con vida a la última carrera y Verstappen reduciría las oportunidades de perder el título manteniendo su ventaja de ocho puntos. Sin embargo, el peligro podría acarrear una desgracia y recordar a otras rivalidades históricas.
"No pienso en chocar o no, en si tengo o no más opciones o margen, sólo en correr y dar el máximo, como todo el año", decía Max en la rueda de prensa previa. Hamilton, por su parte, huía de cualquier tipo de conflicto y se centraba en soñar con esa posible victoria que sería su octavo título, el más importante de todos por la dificultad y por hacer historia al dejar a atrás Michael Schumacher. El peligro de que 'Mad Max' pueda buscar el choque, algo que ya ha pasado antes en la historia, es real.
Otras grandes rivalidades
La lucha que mantienen Hamilton y Verstappen ha explotado esta temporada después de dos terceros puestos consecutivos del piloto neerlandés. En 2021, Honda y Red Bull le han dado las armas para dejar atrás a Bottas y poder pelear con Hamilton hasta el punto de estar muy cerca de ganarle. Sin embargo, su rivalidad ya recuerda a otras grandes disputas que ha vivido el campeonato en su historia.
Una de las más recordadas fue la que tuvieron en los años 70 Nikki Lauda y James Hunt. El austriaco ganó tres campeonatos y 25 carreras, mientras que Hunt alzó un título y venció en 10 Grandes Premios. El punto álgido de esa rivalidad llegó en 1976, cuando el británico consiguió su único entorchado por solo un punto de diferencia.
Lauda era la imagen de Ferrari y Hunt la de McLaren y llegaron a la última prueba jugándose el título. Nikki tenía tres puntos más que su rival en Japón, pero no le bastaron. El mal clima provocó que el austriaco no pudiera terminar la carrera, abandonando en la segunda vuelta, y que James con ser tercero sumara su primer y único Mundial de Fórmula 1. Aquella victoria significó su salida de los aspirantes mientras que Lauda sumó un título más con Ferrari y otro más con McLaren.
Otra de las rivalidades más importantes de la historia es la que tuvieron dos leyendas como Ayrton Senna y Alain Prost en los 80 y los 90. El brasileño, considerado como el mayor talento de la historia hasta perder su vida en los circuitos, terminó su carrera con tres entorchados, pero encontró a su némesis en el piloto francés, que sumó cuatro títulos.
Su rivalidad arrancó compartiendo garaje en el año 1988, cuando el brasileño llegó a McLaren. Esa primera muestra de tensión llegó en el Gran Premio de Portugal donde Senna obligó al Prost a circular pegado al muro del foso a casi 300 kilómetros por hora para impedir que este le adelantara.
El segundo gran encontronazo llegó un año después en un Gran Premio de San Mariano donde Senna rompió su pacto de no atacarse con Prost, lo que provocó que el francés saliera del equipo para fichar por Ferrari tras notar que en McLaren se estaban posicionando en su contra. Esa temporada llevó la tensión a su mayor momento cuando el título se disputaba entre ambos y el brasileño necesitaba ganar las últimas dos carreras para remontar, como ahora le sucede a Hamilton.
En la penúltima carrera, con una encarnizada pelea entre ambos, los dos chocaron cuando Alain Prost bloqueó a Senna en un intento de adelantamiento. Ayrton acabaría ganando aquella carrera, pero no le serviría de nada, ya que fue descalificado debido a que su monoplaza fue empujado de vuelta a la pista.
No sería ese su último encontronazo, ya que al año siguiente, con Alain Prost ya en su nueva aventura en Ferrari, volvieron a chocar. En una carrera también en Suzuka en la que Senna hizo la pole, hubo una decisión de carrera que obligó al brasileño a salir por la parte sucia de la pista. Esto propició que Prost hiciera una mejor salida y que su rival, al verlo, se chocará con él al decidir no frenar en la primera curva cuando circulaban a más de 260 kilómetros por hora.
A pesar de la enorme rivalidad que tenían entre los dos, el fallecimiento de Senna en 1994 provocó que Prost pasara revista a sus luchas con el brasileño reconociendo que una parte de él se había ido con el que siempre había sido su enemigo.
Otra rivalidad histórica es la que protagonizaron Jim Clark y Graham Hill en la década de los 60. Los dos terminaron su periplo en la Fórmula 1 con dos títulos y muchos días de gloria. Representantes del Reino Unido, uno escocés y otro inglés, dejaron uno de los capítulos más emocionantes de la historia del 'Gran Circo', pero siempre haciendo gala de una excelente deportividad en lo que se conoció como una batalla de caballeros.
Los dos se disputaron el título a partir del año 1962 cuando Jim Clarck partía como principal favorito en la última carrera de un campeonato que se resolvía en invierno. Sin embargo, pérdidas de aceite en su monoplaza le obligaron a abandonar, propiciando la victoria in extremis de Graham Hill.
Esta batalla, que supuso también una guerra entre BRM y Lotus a nivel de escuderías, se repetiría al año siguiente cuando Clarck se cobraría su venganza. Una temporada después, en 1964, ambos volvieron a estar en la pelea por el título de nuevo, pero ninguno de los dos consiguió salir victorioso, ya que fueron superados por John Surtees. Al curso siguiente, Jim Clarck no volvería a perdonar sumando su segundo entorchado.
Tras unos años de dudas, ambos se disputaron de nuevo el título en 1968, pero un desgraciado accidente de Jim Clarck mientras competía en una prueba de la Fórmula 2 Europea le terminó costando la vida en unas circunstancias muy similares a las vividas por parte de Ayrton Senna casi tres décadas después, sellando el final de otra rivalidad histórica.
Otro de los enfrentamientos más recordados de la historia es el que mantuvieron Michael Schumacher y Jacques Villeneuve. El piloto alemán, considerado ya como un joven talento emergente, siempre mostró su carácter enérgico y su rebeldía dentro de la pista. Producto de esa competitividad, critica en multitud de ocasiones, llegó un importante encontronazo con Damon Hill en 1994. En el Gran Premio de Australia de ese año, el bávaro, con una maniobra kamikaze, dejó fuera de juego a un Hill que se estaba jugando el título. Ahí fue dando nació la mala fama de 'Schumi'.
Sin embargo, años más tarde viviría su especial explosión en su lucha con Villeneuve. En 1997, los dos llegaron a la última carrera del campeonato con todo por decidir. El alemán lideraba y Jacques era segundo provisional. Mientras el alemán iba primero, en la vuelta 48, Villeneuve le tiró un ataque para ganarle la posición a lo que Michael respondió golpeándole con su coche. La paradoja de la acción provocó que quien tuvo que abandonar fue el alemán, mientras que el canadiense consiguió terminar en tercera posición la prueba, llevándose el título. Michael fue descalificado por su acción incluso del campeonato.
Todos ellos y muchos más como Fernando Alonso, Sebastian Vettel, Mark Webber, o Mika Hakkinen dejaron imágenes icónicas en la Fórmula 1. Sin embargo, lo que muchos se preguntan ahora es si Max Verstappen, para proteger su ventaja, no dudará en buscar un choque aparentemente fortuito contra Hamilton tanto en Arabia Saudí como en Abu Dhabi.
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