Aragón ha desmentido cualquier "acuerdo técnico" con Cataluña para lanzar una candidatura conjunta de cara a los Juegos Olímpicos de invierno de 2030. Además, desde el ejecutivo aragónes aseguran que hay una desconfianza "absoluta" con todos los demás "interlocutores". El escenario del acuerdo es en el que se llevaba trabajando varios meses con la mediación del Comité Olímpico Español y del Gobierno central.
Sin embargo, desde el gobierno aragonés subrayan que "no hay acuerdo técnico" y que "solo apoyará si es de igual a igual". "No hay ninguna garantía de que la candidatura se vaya a plantear" en igualdad, han remarcado desde el ejectuvo de Lambán. Por ello, si no se alcanza ningún pacto será Aragón quien presente una candidatura propia.
El acuerdo, según había informado Efe, se iba dar a conocer en los próximos días y detallaría qué pruebas se disputarán en cada territorio. Además, también acabaría con la incógnita del nombre oficial a la candidatura y el peso que tendrá cada Comunidad Autónoma en la organización olímpica.
Este aspecto, aparentemente de menor importancia, ha sido desde el principio uno de los temas que más diferencias ha generado entre ambos equipos negociadores. Si bien los Pirineos serán los grandes protagonistas de la candidatura, el espacio de cada Comunidad provocó la pugna entre los dirigentes de Cataluña y Aragón.
Cataluña se quedaría con pruebas de esquí alpino, descenso, snowboard, freestyle o esquí de montaña. Aragón, por su parte, contaría con la celebración de patinaje artístico o curling. Según ha informado La Vanguardia, hasta existe la posibilidad de que otras pruebas se disputen fuera de España.
En las últimas fechas se llegó a hablar de posibles acuerdos con Bosnia o incluso Andorra para la celebración de algunas pruebas. Un escenario que nunca se ha negado desde las instituciones españolas y con el que se ha trabajado desde el mismo Comité Olímpico Español.
En caso de que se termine alcanzando este acuerdo técnico entre Cataluña y Aragón, la candidatura de unidad que se había reclamado desde el Gobierno estaría más cerca. El próximo paso sería el de aclarar todos los detalles con el objetivo de convencer a un Comité Olímpico Internacional que ha observado una dura pugna entre las dos organizaciones españolas.
La candidatura española, en caso de concretarse y acabar siendo presentada, ya conoce algunas de las rivales. Japón presentará a Sapporo como sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 2030. Salt Lake City, en Estados Unidos, es otra de las aspirantes a la cita olímpica. Canadá, con Vancouver y Whistler, fue el último país en confirmar su intención de quedarse con los Juegos.
Una reunión clave
El distanciamiento entre Aragón y Cataluña ha sido notable desde que se planteara la posibilidad de una candidatura conjunta. Mientras que el gobierno de Javier Lambán pedía una igualdad de trato, la Generalitat apostaba por un fuerte protagonismo de Cataluña en una estrategia más cercana a las aspiraciones independentistas del ejecutivo.
Desde el Govern, de hecho, se llegó a asegurar que su candidatura dejaría a Aragón y otros territorios aquellas pruebas que no tenían "tanto uso social en Cataluña". Un discurso que contó con numerosos puntos de tensión, pero que ha ido encarrilándose con la mediación del Gobierno y el COE. A mediados de febrero, un encuentro entre las partes rebajó la crispación.
Si se termina logrando este acuerdo técnico, la organización catalana aún tiene varios frentes abiertos. El Govern se comprometió a realizar una consulta a sus ciudadanos para observar si estaban de acuerdo con la celebración de estos Juegos. Y, además, partidos como la CUP que sostienen a la coalición independentista ya han mostrado su total oposición.
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