El deporte español ha recibido una gran noticia en las últimas horas. No ha sido un éxito ganando sobre el campo o sobre la pista, sino que ha sido una victoria en los despachos. Juan Antonio Samaranch Salisachs, hijo del mítico Juan Antonio Samaranch padre, recupera su posición en la vicepresidencia del Comité Olímpico Internacional.
El dirigente catalán ha recibido esta condecoración después de haber sobresalido en la última etapa de su carrera profesional. Su éxito más reciente es haber liderado una de las comisiones más importantes al cargo de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín de 2022. Un evento mundial que se ha celebrado en mitad de una pandemia y de una situación de tensión internacional entre países como China, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia o Ucrania.
Samaranch júnior ha sido el único candidato que se ha presentado a esta vacante que volverá a ocupar después de que ya fuera vicepresidente del COI entre los años 2016 y 2020. Una elección que ha sido refrendada por 72 votos a favor y 7 abstenciones y que solo ha recibido 4 papeletas en contra.
De esta manera, España volverá a tener un representante de altura dentro del Comité Internacional. Un cargo que Juan Antonio unirá a los de miembro del Comité Olímpico Español y a los de representante del país en diferentes instituciones deportivas ligadas a la entidad que presidió su padre desde el año 1980 hasta el 2001.
Los Samaranch, de vuelta
La actividad del Comité Olímpico Internacional no descansa ni a pocas horas de que se clausuren los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín. Ha sido precisamente en la ciudad china donde se ha llevado a cabo el nombramiento de Juan Antonio hijo como nuevo vicepresidente del COI. Un cargo que ya le había pertenecido años atrás y que ahora recupera tras haber sido el único candidato a la vacante.
Samaranch júnior ocupó su puesto en la vicepresidencia desde el 2016 hasta el 2020, periodo que estaba marcado como la olimpiada entre Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020. No obstante, la irrupción de la pandemia obligó a retrasar la cita en la ciudad nipona un curso más. Ahora, retoma el mando en una decisión que ha sido confirmada en esa 139ª sesión global del máximo estamento deportivo a nivel olímpico.
El regreso de Samaranch a este puesto de privilegio supone un impulso indudable para diversos proyectos deportivos en España. En especial, esa intención que tiene el COE y su presidente Alejandro Blanco de conseguir la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. La candidatura Barcelona-Zaragoza-Pirineos gana fuerza con Juan Antonio en su nueva posición.
A sus 62 años, Juan Antonio ha demostrado seguir en forma y estar siendo capaz de continuar con éxito los pasos de su padre. Samaranch sénior se convirtió en una figura histórica dentro del olimpismo y pudo vivir, desde la presidencia del COI, los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.
Su hijo acaba de recibir la felicitación por parte del Comité Internacional y de su presidente Thomas Bach por haber liderado la Comisión de Coordinación de los Juegos de Pekín, los cuales llegan a su fin este 20 de febrero. El éxito ha sido rotundo al celebrarse en mitad de una situación de pandemia sin mayores dificultades ni incidencias.
Con este nuevo nombramiento, Samaranch hijo da continuidad a la saga de la familia al frente de grandes puestos en el COI. Además de sus labores como dirigente deportivo, Juan Antonio destaca por su enorme valor como analista financiero y empresario. Es socio fundador y director ejecutivo de GBS Finanzas. Desde el año 2001, ha dedicado gran parte de su tiempo al Comité Internacional y ahora retomará su posición de manera oficial el próximo 22 de mayo.
Siguiendo al maestro
Juan Antonio Samaranch Salisachs se encuentra siguiendo los pasos de Juan Antonio Samaranch Torelló, quien fuera su padre y su gran mentor. Samaranch sénior falleció en el año 2010, pero dejó en buenas manos su apellido, ya que su hijo está siguiendo con destacado éxito su trayectoria.
Samaranch padre también fue empresario como ahora lo es su hijo y además fue un reputado político catalán que ostentó el título de Marqués de Samaranch, otorgado por el entonces jefe del Estado, el rey Juan Carlos. En su juventud, ejerció de sanitario, cursó estudios de profesor mercantil y se diplomó en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa. Además, fue un destacado deportista que sobresalió en disciplinas como el hockey sobre patines, el boxeo y el fútbol.
Su vinculación más directa con el olimpismo llegó en el año 1952 cuando acudió como periodista para cubrir los Juegos de Helsinki. Después se convirtió en jefe de la delegación nacional en varias citas olímpicas más y poco a poco fue escalando posiciones. A medida que avanzaba su carrera política hasta convertirse en embajador en zonas como la Unión Soviética o Mongolia, entró a formar parte de la vicepresidencia del COI, institución a la que había llegado en 1966.
Las grandes relaciones que estableció durante su etapa en Rusia facilitaron su llegada al cargo de presidente del Comité Olímpico Internacional. En el año 1980, durante la celebración de la 83ª sesión del COI en Moscú, se hacía oficial su nombramiento previo a los Juegos Olímpicos. Una de sus labores más importantes durante su mandato fue acabar con el boicot político a varias ediciones de la cita deportiva más importante.
Durante su mandato acabó con el carácter amateur de la mayoría de deportes impulsando la profesionalización y sacó al movimiento olímpico de la bancarrota en la que se había sumido al final de la década de 1970. En 1992 consiguió cumplir el sueño de su vida, que fue la celebración de los Juegos de Barcelona después de derrotar en la elección final a las candidaturas de Ámsterdam y París seis años antes. Continuó con su labor hasta el año 2001, cuando fue sustituido por Jacques Rogge, pasando a ocupar el cargo de Presidente de Honor Vitalicio de la institución.
El sueño del relevo
Después de la exitosa carrera en el ámbito deportivo de Juan Antonio Samaranch Torelló, lo que muchos esperan es que su hijo siga sus mismos pasos. De momento, ya ha retomado su posición de poder en la vicepresidencia y ahí tendrá que permanecer los próximos cuatro años salvo que haya cambios en la cúpula.
Estos podrían llegar en el 2025, cuando se realizan nuevas elecciones a la presidencia del Comité Olímpico Internacional. En unas declaraciones difundidas por EFE tras su nombramiento, Samaranch admite que ahora mismo está centrado en su puesto y que no piensa más allá: "Toca trabajar duro en la vicepresidencia y no hay proyecto adicional".
No obstante, parece claro que podría ser uno de los grandes candidatos al puesto para seguir así los pasos de su padre. De momento, se centra sus nuevos proyectos: "Hay muchos proyectos en el COI que toca atender con detalle. La buena organización de los próximos Juegos, el papel de los atletas, la injerencia de la política en el deporte, el reto digital, el modelo de ingresos y, sobre todo, seguir ahondando en la importancia de los valores olímpicos en la sociedad".
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