En los quintos Juegos Olímpicos de Queralt Castellet (Sabadell; 1989) llegó la medalla número cinco para España en la historia de la cita de los deportes de invierno. La española, todo un ejemplo de constancia, consiguió el premio de la medalla de plata en Pekín 2022 tras una gran segunda ronda en la prueba de halfpipe snowboard. La jornada para la delegación nacional puede mejorar aún más con Lucas Eguibar, que buscará la sexta.
Queralt no quería cometer el error de Pyeongchang, donde erró en la primera ronda y fue a contracorriente. Su intento número uno en la final de Pekín fue sencillo y sin muchas complicaciones. Lo mejor fue su giro de 720 grados que en la clasificación no terminó de llegar. También incorporó algunos switch que para elevar la dificultad. Sumó 69,25 puntos para situarse en la séptima posición. Castellet esperaba algo más en su puntuación, pero ganaba confianza para las siguientes dos rondas.
Y tanto que si la ganó. Queralt hizo una tremenda segunda ronda. Parecía que aún tenía más que dar en cuanto a la dificultad de sus movimientos, pero en cuanto a su precisión sobre la tabla de snowboard estuvo perfecta. 90,25 puntos para la española después de completar todos los trucos que planteó. Hizo dos 720 que combinó en switch e indy. No necesitó ningún 1080 para impresionar a un jurado que la impulsó hasta la segunda posición en ese instante.
Llegaba a la última ronda con dos puntos de dificultad de ventaja para mantener la plata sobre la japonesa Sena Tomita y nueve sobre la china Xuetong Cai. En cualquier caso, el salto que dio la española de la primera ronda a la segunda mantenía la tensión en el ambiente. Queralt completó una tercera ronda más discreta, consciente de que era muy complicado mejorar ese 90 y sumó un 78,25. No mejoraron ninguna de sus rivales y confirmó la plata.
Chloe Kim, intratable
La gran favorita para el oro, Chloe Kim, reventó la competición desde el primer momento. Sin medias tintas, arrancó con un frontside 1080 y continuó clavando trucos imposibles para el resto de participantes en la ronda inicial. La estadounidense sabía que era misión imposible superarla. En la segunda ronda intentó un movimiento aún más complicado que le hizo desequilibrarse. El bronce fue a parar para Sena Tomita.
La quinta
Cinco medallas en la historia de los JJOO de Invierno no parecen un botín demasiado grande para un país como España, pero lo cierto es que los grandes éxitos internacionales en este tipo de disciplinas son muy preciados.
En Sapporo 1972, en las pruebas de eslalon masculino de esquí alpino, Paquito Fernández Ochoa hacía historia para España dándole su primera medalla en unos Juegos Olímpicos de Invierno. Fue un éxito que paralizó a un país ya que el esquiador español se colgó el oro después de completar con maestría todas sus pruebas.
Tras ese primer triunfo invernal, hubo que esperar 20 años para que España volviera a ganar una nueva medalla. La casualidad y la fortuna quisieron que esta nueva presea llegara desde dentro de la misma familia. Blanca Fernández Ochoa, hermana de Paquito, consiguió un bronce en la misma prueba, pero de categoría femenina, en Albertville 1992.
Hubo que esperar 26 años para que el deporte nacional volviera a cantar medallas, aunque lo haría eso sí por partida doble. Los de Pyeonchang 2018, los últimos celebrados hasta que Pekín levante el telón, son con diferencia los mejores Juegos de Invierno en la historia de España. Javier Fernández encontró su éxito con un bronce en la modalidad de patinaje artístico en categoría individual, mientras que Regino Hernández lo hizo dos días después en las pruebas de snowboard cross.
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