Rusia le ha ganado la batalla a Estados Unidos en el patinaje artístico sobre hielo. Esta hazaña, con sus aristas políticas, tiene a una niña como su heroína. Kamila Valieva (Kazán, Rusia; 2006) ha roto con todo lo que se había visto hasta ahora en la historia de este deporte con solo 15 años. Es la primera vez que se ve un salto cuádruple en unos Juegos Olímpicos de Invierno y eso le ha permitido batir todos los récords de puntuación en categoría individual femenina.
Aunque el país sigue compitiendo sin su bandera por las sanciones que arrastran, Rusia ha encumbrado este lunes a la joven que dominará el patinaje sobre hielo en la próxima década. Después de intentar tres cuádruples y aterrizar bien en dos, en el cuádruple salchow y cuádruple toe combinado con triple, Valieva ha copado los titulares de la prensa mundial. Aunque los seguidores de este deporte están más acostumbrados a este tipo de movimientos que han cautivado incluso a Hollywood.
La exigencia de Eterie Tutberidze ha moldeado al mejor equipo femenino de patinaje artístico sobre hielo del mundo. Esta entrenadora recibe muchas críticas por sus métodos, que han llevado a muchas profesionales a abandonar el Sambo 70, el nombrado mejor club del mundo. Pero viendo los resultados de Valieva, así como los de sus compañeras Anna Shcherbakova y Aleksandra Trusova, ambas con 17 años, no parece que en Rusia vayan a condenar esta forma de preparar a sus pupilas; sobre todo cuando cuenta con el respaldo de Vladímir Putin.
Pero el caso de Valieva es más excepcional por su edad. En Rusia, donde el debate sobre si deportistas tan jóvenes deberían cargar tanta responsabilidad no se vive al igual que en otras tierras, ya llevan años convencidos de que tienen una Nadia Comaneci en potencia. Si no arriesga más en sus competiciones es porque la Unión Internacional de Patinaje prohíbe los cuádruples en categoría femenina. Pero Kamila domina el triple axel, ese movimiento solo reservado para los hombres.
Hacer historia parece fácil
Desde el primer día de competición captó la atención. Valieva saltó la noche del pasado sábado al domingo a la pista de hielo con un vestido morado que la hacía lucir como una princesa de Disney donde ganó el programa corto sin arriesgar tanto como sí lo hizo en la madrugada del domingo al lunes. Con el 'Bolero' de Maurice Ravel y un vestido rojo, deslumbró a todos los presentes en el Pabellón Cubierto de Pekín, donde se celebran las pruebas de patinaje artístico.
Valieva venía de romper todos los registros hace un mes en un campeonato de Europa que dominó con más fuerza, cuando se proclamó campeona con la puntuación más alta vista en este deporte. Cuando no compite, parece una niña, más que una mujer. Pero una vez que se pone en movimiento, todo cambia. Los saltos los clava como si nada. Y cuando gira, a una velocidad sorprendente, te preguntas de dónde sale tanta energía para tomar la altura necesaria.
El objetivo en estos Juegos Olímpicos se centra en superar el registro de Tara Lipiski, que fue campeona en categoría individual también con 15 años en Nagano 1998. La estadounidense estaba comentando para la NBC en directo y quedó asombrada.
"Nunca había visto una patinadora con tanto talento natural. Podemos hablar de las horas de trabajo, pero aquí hay talento. Y una fortaleza mental asombrosa. Estaremos hablando de este momento durante los próximos 100 años", sentenciaba. Mientras sus compañeros de generación viven en un mundo de adolescentes, ella lleva cargando la cruz de ser favorita para ganar dos medallas de oro olímpicas para todo un país.
La presión de Rusia
"Cuando tenía 7 años estaba viendo en los Juegos Olímpicos de Sochi a Yulia Lipnitskaya, prometí que sería campeona", declaraba tras conseguir el oro en la prueba de equipos. Kamila empezó a patinar con menos de 4 años en una escuela del barrio. Cuando tenía 7 años, su madre se marchó a Moscú. Fue en la capital donde se ha convertido en la gran estrella del patinaje artístico mundial. De hecho, hay una disputa entre los tártaros, la región de Kazán, y los moscovitas por apropiársela.
En cualquier caso, ella se siente tártara. "Nosotros en la familia honramos las costumbres tártaras. Mi abuela y mi madre conocen bien las tradiciones nacionales e intentan enseñármelas", explicaba hace un año en la prensa rusa. Además, ella siempre regresa durante sus vacaciones a Kazán, donde todavía viven otros seres queridos. El éxito en estos Juegos Olímpicos servirá a la población de esta región para ponerse en el mapa.
En Rusia no cabe otra posibilidad que triunfar en patinaje artístico durante estos Juegos Olímpicos de Pekín 2022. Han cumplido con la primera parte del éxito en esta prueba por equipos que prácticamente dominan desde su creación en 2014: fueron oro en Sochi y plata en Pyeongchang. Para el resto del mundo, ha nacido una estrella que pone el foco sobre la modalidad. Kamila Valieva es una de esas figuras por las que el deporte trasciende todas las fronteras.
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