La locomotora del Carchi ha hecho historia para Ecuador. Richard Carapaz ha ganado la primera medalla de oro de la historia en ciclismo para este país. El hombre del INEOS se marchó solo con McNulty, al que soltó antes de llegar al circuito final. Wout Van Aert ganó a Tadej Pogacar en el sprint del grupo de los favoritos y fueron plata y bronce. España decepcionó después de que Alejandro Valverde se quedase en las primeras rampas del Mikuni. Ion Izaguirre fue el mejor ciclista nacional al entrar vigésimo tercero. [Así fue la prueba de ciclismo en ruta de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020]
Tras el podio del Tour de Francia, esta vez el ecuatoriano se ha hecho con el primer puesto del cajón de privilegio. Con paciencia, tras aguantar un estacazo del esloveno Pogacar, en el paso del Mikuni, sabedor que la carrera era larga, muy larga. Un triunfo que supone la tercera medalla olímpica de Ecuador y el éxito más destacado de Carapaz tras la general del Giro de Italia. Antes que él, sólo Jefferson Pérez, campeón de 20 km marcha en Atlanta '96 y plata en Pekín 2008, había subido al podio.
En Tokio Carapaz se consagró en la recta final del Circuito Internacional de Fuji. El de Carchi hizo su apuesta y le siguió McNulty, de nuevo atentísimo a todo y a todos. Llegaron a tener 45 segundos al final de la bajada, con unos 15 kilómetros por delante, pero por detrás apretaban, con Van Aert y Urán liderando la caza. A 5,8 kilómetros para la meta, Richard dio el hachazo. Su ataque le puso solo a cinco de meta y así cruzaría la meta.
Por detrás, Pogacar y Van Aert tuvieron que contentarse con luchar por la plata y el bronce, y se impuso la vocación de esprínter del belga en un final ajustadísimo. Los tres, que venían de ser de los ciclistas más fuertes en el Tour de Francia, hicieron gala de su condición de favoritos. El esloveno, intratable en la 'Grande Boucle' francesa, se tuvo que contentar con el tercer lugar. Tanto él como el neerlandés belga llevaron el peso del grupo de los favoritos y se merecieronla presea.
Decepción española
La marcha impuesta por eslovenos y belgas, y a la que se sumó Italia con el escalador Giulio Ciccone, para subir el Fuji Sanroku generó víctimas insospechadas, especialmente en el bando español, donde cedió primero Omar Fraile y después lo hizo Valverde, en las últimas rampas, haciendo desvanecer la ilusión de la medalla en sus quintos Juegos Olímpicos. El murciano, dolorido en la espalda pero curtido en mil batallas, aguantó el mal rato y consiguió sumarse al grupo en la bajada para llegar con ellos a los pasos intermedios del circuito de Fuji.
En el Mikuni, Bélgica acabó de reventar la carrera, dejando un reguero de víctimas entre las que volvería a caer Valverde y el resto del equipo español. Una noche de tensión por el positivo de un miembro del equipo español había dado al traste con su concentración y en la carrera no pudieron dar más de sí. El sueño de la medalla de Alejandro se desvanece en lo que serán sus últimos Juegos. Se empaña este final de su carrera de un ciclista que ha teñido de triunfos el palmarés español en este siglo.
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