Europa se agarró a la épica para lograr retener la Solheim Cup tras conseguir empatar frente a Estados Unidos (14-14) en el torneo, el más importante del circuito femenino. La principal protagonista fue la española Carlota Ciganda, que sumó la última victoria de los suyos. El triunfo de la navarra frente a Nelly Korda, número tres del mundo, fue clave para poner el 14-13 y que así se quedase el trofeo en casa.
Europa, que era la defensora del título tras su triunfo en 2021, se aferró al trofeo y no lo dejó escapar en la Finca Cortesín (Málaga). A la última jornada, la de este domingo, con los individuales entre las 12 jugadoras de cada equipo, se había llegado en empate (8-8), tras la disputa de las dos jornadas de parejas.
Y ahí fue donde salió todo el talento a relucir de las europeas, que no se dejaron amedrentar por la presión. Tras comenzar esta edición con un contundente 4-0 en contra tras las primeras victorias de Estados Unidos, se rehicieron, en parte, lideradas por Carlota Ciganda y confirmaron su buen hacer con un empate en la última jornada (6-6) tras dar el golpe de gracia el sábado.
Sin duda alguna, Carlota Ciganda, que era la única de nuestro país en liza, se convirtió en la figura absoluta de las europeas. La española consiguió pleno de victorias en sus cincos partidos y se consolidó como una de las mejores jugadoras de esta edición. Una demostración del talento que atesora.
Jornada llena de tensión
Arrancó el día con el 8-8 en el marcador y con la presión para Europa por tratar de mantener la Solheim Cup. El enorme apoyo de la afición insufló poder a las jugadoras del Viejo Continente para mantener la igualdad en la jornada. Poco a poco se fueron sucediendo los partidos hasta que le llegó el turno a Ciganda.
Las victorias previas de Leona Maguire, Anna Nordqvist, Caroline Hedwall y Maja Stark habían conseguido mantener a Europa. Sin embargo, todavía había opciones de que Estados Unidos se llevase la victoria si conseguía el triunfos en los últimos y definitivos duelos de la Solheim Cup.
Y ahí fue donde se aupó Carlota Ciganda con una brillante actuación frente a Nelly Korda, una de las mejores jugadoras del mundo. Su triunfo hizo que el trofeo se quedase en casa y Europa pudiese mantener su hegemonía en esta Solheim Cup.