El circuito de golf de Arabia Saudí, conocido bajo las siglas de LIV, sigue convenciendo a grandes nombres del circuito para salir del PGA Tour y adentrarse en su nueva esfera. Una de las últimas figuras en dar el paso ha sido Brooks Koepka, uno de los mejores jugadores del mundo, y que también ha sucumbido a las enormes fortunas que está poniendo sobre la mesa una de las mayores potencias del Golfo Pérsico.
Sin embargo, el LIV Golf no solo se está fijando en los mejores jugadores del mundo. También está tocando a algunos de los mayores talentos que están en camino. Así es como ha convencido al que promete ser uno de los mejores golfistas del futuro, el español Eugenio López-Chacarra.
Apodado como el 'Niño Maravilla' del golf, Eugenio todavía no es ni siquiera profesional, ya que se encuentra en la universidad. Sin embargo, a sus 22 años, está llamado a seguir los pasos de Jon Rahm y a convertirse en uno de los mejores del mundo en cuanto dé el salto a competir entre los nombres más representativos del panorama universal.
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El madrileño es el actual número dos del ránking mundial amateur y es toda una institución en Estados Unidos. Hasta ahora formaba parte de la Universidad de Oklahoma State y sus mayores hazañas se han podido ver en los campos de los campeonatos de la NCAA. De hecho, tenía pensado seguir un curso más allí antes de dar el paso definitivo de jugar el PGA Tour.
Salto a profesionales
Sin embargo, Arabia Saudí y su irrechazable oferta han hecho que la planificación de Eugenio y de todo su equipo salte por los aires hasta el punto de aceptar el reto de llegar al profesionalismo. Su talento y su gen competitivo le han hecho ganarse el apodo de 'Niño Maravilla' entre el golf universitario y ya había una gran expectación por verle debutando en los mejores torneos del mundo.
De hecho, en la última temporada ha sido el mejor en cuanto a puntos ganados y ha mantenido una preciosa disputa con el japonés Keita Nakajima, quien ya se bate en duelo con jugadores profesionales en su país. Este año ha firmado tres victorias de máximo nivel y ha conseguido cerrar ocho torneos en el Top10. Pocos dudan ya de su talento y de su progresión y por el ello el LIV Golf Invitational ha estado llamando a su puerta hasta que le han convencido.
El mítico Greg Norman, quien lidera en el aspecto de la gestión y el carácter deportivo de este nuevo proyecto financiado por el dinero saudí, tenía claro que Eugenio era una figura con la que tenían que contar porque significaba un llamamiento al mundo de que han llegado para quedarse. Que no son una moda de presente y que tienen la intención de escribir el futuro del golf.
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Así pues, une su camino al de estrellas como Dustin Johnson, Bryson DeChambeau o Sergio García. Un paso muy importante en su carrera, ya que supondrá el salto al circuito profesional, el cual se producirá con carácter inmediato la próxima semana. López-Chacarra hará su gran debut en Portland.
Una decisión difícil
Aunque ha sido un paso polémico, también supone un seguro de vida para un chico que está empezando a dar sus primeros pasos en el mundo del golf. De momento, ya se asegura tres años de ganancias y un contrato que oscilará entre los 8 y los 15 millones de dólares. Una oferta muy suculenta y que ha tentado a Eugenio de tal forma que no ha podido rechazarla. Algo que sí han hecho otros como Jon Rahm.
Hasta ahora, Eugenio no había formado parte ni del PGA Tour ni del DP World Tour. Además, durante su etapa amateur, no ha podido ganar dinero como sí han hecho la mayoría de jugadores que han recibido también estas ofertas estando ya en el circuito profesional. Y ante cifras tan altas, era una temeridad decir que no pudiendo asegurar el presente y el futuro de su familia casi al completo. Y después, ya se verá.
En diciembre terminará su doble grado en Gestión Deportiva y Finanzas y Psicología después de haber entrado dos años de manera consecutiva entre los elegidos como mejores golfistas amateur de Estados Unidos. Por supuesto, ha contado con la aprobación de sus técnicos de la Universidad de Oklahoma State quienes le auguran un gran futuro aprendiendo ahora de auténticos maestros del golf.
Ante las críticas recibidas por el circuito, Eugenio sabe que no tiene que entrar en guerras y que su labor no es defender la imagen de LIV, sino escribir su propio camino. Su posición, la de ser un jugador que todavía no es profesional, no es comparable a la de otras estrellas que han aceptado o rechazado ofertas millonarias después de haber tenido ya una fortuna en su cuenta corriente. Ahora comienza un nuevo camino y está ilusionado por la oportunidad que ha recibido.