Si alguien sabe convertir extraordinario en ordinario ese es Tiger Woods. La posibilidad de que el gran maestro del golf regrese por todo lo alto en el Masters de Augusta es una realidad que se murmura en Estados Unidos. Pensarlo parece irracional, teniendo en cuenta lo sucedido en los últimos dos años en torno al golfista. Teniendo en cuenta lo que ha sido capaz de hacer en el Augusta National, nada se puede descartar. El cinco veces chaqueta verde sigue en la lista de inscritos.
La próxima semana el mundo del golf, y el del deporte en general, mirarán hacia el estado de Georgia. El evento, dejando a un lado la figura de Woods, ya tendrá suficiente emoción con las figuras que sí estarán con toda seguridad. España tiene grandes razones para soñar con Jon Rahm, a pesar de que esta semana ha perdido el número uno de la PGA en favor de Scottie Scheffler. Pero no se puede obviar que los rumores en torno al regreso de Eldrick Tont han revolucionado Augusta.
La vida de Woods es un continuo tira y afloja en estos momentos. Ha dado pasos hacia adelante, aunque con sufrimiento. Pero parecía que le quedaba mucho terreno por recorrer. Nunca ha perdido la esperanza a pesar de ese brutal accidente que sufrió y, sobre todo, no ha querido ni oír hablar de la retirada. Sin embargo, nada ni nadie podía garantizar que esa situación y esa fortaleza mental vayan a durar para siempre. Por ello, las dudas se han cernido en los últimos meses sobre una figura que ha sido inmensa.
El Genesis Invitational ha sido la oportunidad que uno de los mejores golfistas de la historia encontró para recuperar sensaciones. La anterior aparición que hizo Tiger, en la que incluso pudo jugar de nuevo al golf, fue en el PNC, el torneo que disputan padres e hijos y en el que él pudo participar de la mano de su retoño Charlie Axel. Dejó claro hace tiempo que Augusta llegaba demasiado pronto, pero el sueño de que iguale las seis chaquetas de Jack Nicklaus se mantiene vivo.
Los rumores
Estados Unidos se acoge a varios hechos. Woods permanece en la lista oficial de participantes en el sitio web del Masters. Todos los jugadores que se clasifican se incluyen en la página hasta que notifican al club que no participarán. Es el caso de Phil Mickelson, que aparece en la de los campeones anteriores que no estarán. Si se tratara de un evento del PGA Tour, eso sugeriría que Tiger ingresó oficialmente al torneo y completó el registro previo al evento. Pero Augusta funciona de forma diferente.
Además, Woods ha sido visto en el campo de su casa, Medalist Golf Club, en los últimos días. También se sabe que contrató a un exmiembro del equipo de terrenos del Augusta National para que se ocupara de las instalaciones de golf del patio trasero de su casa. Tiger ha progresado físicamente desde la última vez que lo vimos hacer swing con un palo de golf en público. Su juego fue muy impresionante esa semana dadas las circunstancias, es decir, 10 meses después de su traumático accidente.
La competición en Augusta, en cualquier caso, sería completamente diferente. Woods necesitaría caminar por el campo durante cinco, y probablemente seis días seguidos. El terreno ondulado de Augusta National lo convierte en uno de los paseos más difíciles de la gira. Es el torneo más físico que hay y Tiger ha aumentado su trabajo físico recientemente. Parece estar probando su cuerpo caminando varias rondas seguidas y evaluando cómo se siente después.
25 años después
Además, es una fecha muy especial. Este año se cumple el 25 aniversario de la victoria de Woods en el Masters de 1997. Augusta ocupa un lugar especial en su corazón ya que es el sitio de su primer y último triunfo relevante. Ser capaz de competir tras poco más de un año de un accidente potencialmente mortal y 25 años después de que ganó el primero de sus 15 grandes, agregaría otro punto a la lista de hazañas de Tiger.
Eso sí, no jugará a menos que crea que puede ganar. Es así de simple: es demasiado competitivo, demasiado orgulloso. Si ingresa al torneo, es porque cree que su juego y su cuerpo están en buena forma. Así de claro se lo dejó a Jim Nantz en su última entrevista: "No quiero venir aquí y simplemente jugar. Así es como soy. Necesito sentir que estoy seguro de que puedo vencer a estos muchachos y tengo que hacer el trabajo preliminar en casa".
La carrera de Tiger también se ha encargado de asegurar que su tolerancia al dolor no puede ser cuestionada. Woods ganó un US Open con una pierna rota y un ligamento cruzado anterior desgarrado. Eso sí, después de todo lo vivido, no correrá riesgos si existe el riesgo de volver a lesionarse. En Estados Unidos ponen como fecha límite para esa decisión este viernes, por lo que todo el mundo del deporte vivirá en completa tensión con el sueño de volver a ver a uno de los mejores golfistas de todos los tiempos compitiendo.
[Más información: La difícil vuelta al golf de Tiger Woods: una opción cada vez más lejana al no poder ni caminar]