El pasado 23 de febrero, el golfista más mediático de todos, el estadounidense Tiger Woods, vivió el susto de su vida. Han pasado nueve meses ya del grave accidente de tráfico que sufrió y que le provocó importantes lesiones en su pierna derecha. A día de hoy sigue con su recuperación y ha hablado sobre ella y lo que ocurrió en una entrevista con el portal Golf Digest.
Tiger Woods no tira la toalla y cree que podrá volver a jugar: "Pienso algo que sería muy realista, volver a jugar en el PGA Tour de nuevo un día, aunque ya no a tiempo completo, sino eligiendo torneos, como hacía Ben Hogan. Elegir unos pocos torneos al año y jugar en ellos. He estado entrenando sobre eso y me he preparado para ello. Creo que tendré que jugar así desde ahora. Es una realidad desafortunada, pero es mi realidad, lo entiendo y lo acepto", señala.
De hecho, es consciente de que el resultado ha sido bastante más positivo del que pudo ser por la gravedad del accidente y las heridas: "Hubo un punto en el que, no sabría decirte si al 50 por ciento, pero estuve cerca de haber salido del hospital andando con una sola pierna", recuerda.
Lo que descarta es volver a competir contra los mejores: "No tengo que competir y jugar contra los mejores del mundo para tener una vida fantástica. Tras mi operación en la espalda, tenía que subir el Everest una vez más. Tenía que hacerlo y lo hice. Esta vez, no creo que mi cuerpo pueda afrontar este Everest, y está bien. Todavía puedo seguir jugando al golf. Podré, si mi pierna está bien, jugar un torneo aquí o allí. Pero en cuanto a volver a escalar la montaña hacia la élite de nuevo y volver a la cima, creo que no es una expectativa realista para mí".
En cuanto a su recuperación, aclara que todavía le queda un largo proceso que atravesar: "Tengo que ir muy lejos, aún no estoy ni en la mitad de mi recuperación. Tengo que desarrollar mis músculos y mis nervios de lo que tengo que hacer con la pierna. Puedo caminar por mí mismo pero aún me cuesta subirla o bajarla. El siguiente paso es poder andar sin problemas y sin riesgo, pero eso aún va a llevar tiempo. Puedo golpear con el chip, el putt y hacer otras cosas como swings, pero aún no tengo resistencia. Porque aún no la he desarrollado, especialmente en el golf. No he hecho el trabajo suficiente y me canso. Cuando mi pierna derecha se cansa, es el momento de parar. Cuando la pierna se fortaleza, a veces aparecen los problemas de la espalda. Es un camino difícil, pero estoy feliz por volver a ver a Charlie jugando o pasar una o dos horas sin nadie hablando y escuchando el canto de los pájaros. Eso lo echaba de menos".
De Tiger a Charlie
El accidente le ha dado otra perspectiva de la vida a Tiger Woods y, seguramente, su deseo es ahora ver a su hijo Charlie seguir sus pasos: "Fui a torneos para verle jugar y vi alguno de sus golpes y le dije: '¿Cómo estás logrando golpes tan largos?' Tenía que ir a verlos. Lo está haciendo muy bien, pero si tiene un hoyo malo pierde los estribos y su carácter le lleva a otro tiro, y otro tiro, y se complica. Le dije: 'Hijo, no me importa lo enfadado que estés. Tu cabeza podrá volver a centrarse cuando te concentres en el siguiente golpe. Eso es todo lo que importa, y que ese golpe debe ser el más importante de tu vida y casi más importante que respirar, y una vez que entiendas eso, mejorarás'. Y a medida que avanzaba el verano, ha ido mejorando mucho".
[Más información: El vídeo de Tiger Woods conduciendo a alta velocidad minutos antes del grave accidente]