La final del Mundial de Qatar entre Argentina y Francia estuvo repleta de polémica. Y todo se produjo en la misma zona además. Un rincón del área que primero le dio la vida a la albiceleste y que después se la quitó en la segunda parte. Si en el primer acto Dembélé derribaba a Di María, después fue Nicolás Otamendi quien cargó contra Kolo Muani para terminar haciendo otro penalti que dio un giro al partido.
La jugada estuvo marcada por dos fallos gravísimos de Otamendi en el minuto 79. El primero llegó tras un balón largo de Kylian Mbappé buscando la carrera de Kolo Muani. El central del Benfica tenía ventaja, pero recibió la presión del delantero y terminó perdiendo la galopada a pesar de que estaba en una posición mejor.
Kolo Muani consiguió hacerse con el esférico y dio un toque clave para meterse en el área después de haber realizado la carrera por banda izquierda. Con los dos jugadores en la zona de castigo, Otamendi cargó y golpeó por detrás a Kolo Muani que terminó cayendo. Marciniak no lo dudó y señaló el punto de penalti. Mbappé asumió la responsabilidad, marcó y comenzó la reacción de Francia en la gran final.
Cuando Francia lo tenía todo perdido, llegó un penalti y cambió el rumbo de la final de la Copa del Mundo. Si Argentina había abierto su camino hacia el título con un tanto de Leo Messi al convertir una pena máxima, el equipo de Didier Deschamps y de Kylian Mbappé hizo lo propio en dos minutos que terminaron siendo frenéticos.
Otra jugada que, al igual que el penalti cometido por Dembélé, fue muy protestado también en el bando que salía perjudicado. Otamendi y Kolo Muani lanzaron la carrera por banda izquierda y se adentraron en la zona de peligro colándose por el pico izquierdo del área. El ariete, que iba en ventaja tras superar al central, solo tenía en mente la meta de Emiliano Martínez.
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El fallo de Otamendi
Otamendi, con su pierna y su brazo izquierdos, cargaba sobre la espalda de un Kolo Muani que ya estaba en ventaja, posicionado justo por delante del defensor y preparándose ya para engatillar el lanzamiento. Sin embargo, al recibir los dos impactos, sobre todo la pequeña zancadilla sobre su pierna izquierda, se fue al suelo.
En Francia ahora sí tenía muy claro que el penalti era claro y que Marciniak debía señalar el punto de máximo castigo. En Argentina, todo lo contrario, ya que consideraban que la acción no era merecedora de falta. Sin embargo, el rostro de Otamendi, apenado por su fallo y por saber que se la había jugado, era el vivo reflejo de quienes veían como se les alejaba de nuevo el título del Mundial tras haberlo tenido en la mano.
Finalmente, el VAR, como había sucedido en el primer penalti, no entró a hacer más valoraciones y predominó la decisión del colegiado polaco. Kylian Mbappé, líder de Francia, tomó la responsabilidad y disparó hacia su izquierda raso y potente. 'Dibu' Martínez consiguió acertar el lado y tocó la pelota, pero no pudo despejarla y el gol subió al marcador. Ahí arrancó la reacción de Francia que, un minuto más tarde, encontraría el empate para enviar el partido a la prórroga.