Ha sido una final loca del Mundial de Qatar. Si algo ha marcado el partido entre Argentina y Francia ha sido la polémica y las decisiones arbitrales. Entre ellas, los penaltis que han ido llevando el encuentro de un lado a otro. Una de de las decisiones más controvertidas llegó con un penalti señalado a favor del equipo de Didier Deschamps.
Kylian Mbappé recibió en la frontal del área desde el perfil izquierdo. El extremo del PSG y líder de la selección de Francia lanzó a la portería del 'Dibu' Martínez buscando la escuadra del palo largo. Sin embargo, en esas apareció también Gonzalo Montiel para frenar el lanzamiento con su brazo.
Una acción clara y que el defensa de Argentina terminó asumiendo, ya que el tiro del galo iba hacia portería y la acción era totalmente deliberada. Marciniak no dudó, señaló el punto de castigo y Mbappé volvió a acertar para marcar y manda la final a la prórroga.
[Argentina, campeona del mundo al vencer a Francia en los penaltis tras una final para la Historia]
Se podría decir que la acción más caliente del partido, ya que llegó justo cuando la prórroga agonizaba. Hacía pocos minutos que Messi había marcado su segundo gol para poner por delante a Argentina. Pero llegó Mbappé y provocó el penalti que terminaría enviando el partido hasta la tanda de lanzamientos de penalti. Una mano clara que dejó pocas dudas sobre el terreno de juego.
El disparo de Mbappé era realmente peligroso. El galo buscaba su hat-trick con un lanzamiento que quería encontrar la escuadra de la portería de Emiliano Martínez. Pero Gonzalo Montinel apareció para impedirlo. La intención del defensor argentino no era detener el envío lógicamente con la mano. Pero al darse la vuelta, quedó totalmente vendido.
[Las lágrimas de Di María en la final del Mundial: el reflejo de la emoción de toda Argentina]
El fallo de Montiel
Montiel acó su brazo derecho a pasear y aunque tenía este en posición arqueada, el esférico le golpeó en su codo deteniendo la trayectoria del tiro. Mbappé se volvió loco por completo pidiendo el penalti, pero su nerviosismo duró escasos segundos, ya que Marciniak señaló la pena máxima.
Kylian tomó la responsabiliad absoluta y de nuevo eligiendo el palo derecho de la portería de Martínez, como había hecho en su primer lanzamiento y como haría poco después en la tanda de penaltis, marcó y empató el duelo. Un gol tras una polémica decisión que no serviría para levantar su segundo Mundial.