Marruecos afronta el que probablemente sea el partido más importante de su trayectoria futbolística. Este sábado se enfrenta a Croacia (16:00 horas) en el penúltimo encuentro del Mundial de Qatar, donde se disputará el tercer y cuarto puesto con el combinado europeo. Un duelo de altura para el cuadro dirigido por Walid Regragui.
La meteórica trayectoria que ha logrado la selección africana durante el torneo ha cautivado a propios y extraños. Su excepcional papel le ha servido para dejar fuera del camino a potencias como Bélgica, España o Portugal. Y gracias a ello, gran parte de sus futbolistas han visto revalorizado su valor de mercado, provocando que muchos clubes ya hayan puesto sus ojos en varios de los jugadores.
Tras quedarse con la miel en los labios en las semifinales al perder con Francia en un ajustadísimo partido, Marruecos tendrá la oportunidad de cerrar su periplo por tierras qataríes con un triunfo menor, pero de una repercusión notable. Los leones del Atlas ya han hecho historia en este Mundial, pues se convirtieron en la primera selección africana en meterse en la penúltima ronda del torneo.
Marruecos ha conseguido meterse en las semifinales alcanzando el papel realizado por otras gratas sorpresas también sucedidos en los Mundiales. Siguiendo el ejemplo Turquía o Corea del Sur en 2002, que ya disputaron el tercer y cuarto puesto de esa edición, o el de Bulgaria en la edición de 1994, que perdió frente a Suecia y se tuvo que conformar con la medalla de chocolate.
Despedida con honores
Si de algo puede presumir la selección dirigida por Walid Regragui es de haber luchado con honor en todos y cada uno de los partidos disputados. Con ese carácter demostrado, han logrado metas que prácticamente nadie podía esperar en esta Copa del Mundo.
Además, su primer partido perdido en la cita fue contra Francia una de las grandes favoritas, por no decir la máxima. En él, su imagen fue más que digna e incluso pusieron contra las cuerdas a los galos con un juego completamente contrario a lo demostrado a los encuentros previos.
Regragui demostró desde el banquillo que sus jugadores tenían mucho más fútbol del que se había visto hasta la fecha en Qatar. Es decir, pasaron de un planteamiento defensivo a uno mucho más ofensivo, pues era la primera vez que se veían contra las cuerdas durante el Mundial.
Durante gran parte de los noventa minutos no se amilanaron frente a Francia. Cargaron con gran parte del peso y de la posesión, creando muchas ocasiones de peligro a Lloris. Y si no llegaron a empatar fue por el buen desempeño del guardameta rival o la falta de acierto en los momentos claves.
Ahora, tienen la oportunidad de cerrar una despedida con honores frente a Croacia en el duelo más importante de su historia. Frente a ellos tendrán a un durísimo rival, una de las selecciones más correosas del torneo. Sin embargo, el espíritu de los leones del Atlas es capaz de afrontar cualquier reto que se les ponga por delante en este Mundial.
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Con Ziyech y Achraf a la cabeza, el combinado africano busca ratificar su genial Copa del Mundo con ese fantástico tercer puesto. Todavía tienen tiempo para lograrlo y esa lucha constante que han mostrado a lo largo del torneo estará presente a buen recaudo frente a los de Luka Modric.
Escaparate perfecto
Si hay algún lugar donde los futbolistas quieren lucirse en el Mundial. Al amparo de los focos y las cámaras de todo el planeta tierra, muchos de ellos encuentran el escaparate perfecto para encontrar nuevo acomodo, subir su cotización y dar cabida a generosos contratos.
Es algo ineludible y no iba a ser menos en Qatar. Especialmente los jugadores de Marruecos, desconocidos en su mayor parte para el primer nivel, muchos de ellos han encandilado a varios de los clubes más importantes del panorama internacional. Con la proximidad del mercado de invierno, que se abre el próximo 1 de enero, gran parte de los futbolistas de la selección africana ya han visto incrementado su valor.
Salvo excepciones como Hakim Ziyech, Noussair Mazraoui o Achraf Hakimi, que juegan en Chelsea, Bayern Múnich y PSG respectivamente, el grueso de sus compañeros ya son el objetivo de muchos. Por ello, la importancia de lograr ese tercer puesto se antoja como crucial para añadir más méritos en sus currículums.
Especialmente destacable es el caso de dos jugadores. Uno de ellos es el famoso '8' de Marruecos que tantas miradas y halagos, como el de Luis Enrique, ha acaparado en la gran cita del fútbol. Azzedine Ounahi tiene todas las papeletas para cambiar de aires en cuanto se abra el próximo mercado. El centrocampista milita actualmente en el Angers, colista de la Ligue 1, por lo que no es nada descabellado que encuentre acomodo tras su gran torneo. El mismo panorama se le presenta a su compañero Sofiane Boufal, que juega en el mismo club. El delantero ha sido uno de los extremos más desequilibrantes y su futuro parece alejarse del conjunto francés mucho más pronto que tarde.
Otro de los casos más sonoros es el de Sofian Amrabat. El también centrocampista pertenece a la Fiorentina, sin embargo, su notable papel ha provocado que los cantos de sirena de la Premier League ya le estén rondando. Eso sí, seguramente ambas partes saldrán ganando, una con un jugoso contrato y la otra con un cuantioso traspaso.
También, otros jugadores como Roman Saiss y Jawad El Yamiq, por poner un par de ejemplos, pueden encontrar su último gran contrato antes de dar por finalizada su carrera como futbolistas. Superada la treintena, tienen por delante una oportunidad de oro para atar su retiro dorado antes de colgar definitivamente las botas.
En definitiva, su enfrentamiento contra Croacia servirá para certificar varios elementos. El primero, la honra de la selección marroquí que buscará poner punto y final con el broche de oro en el Mundial de Qatar. Y el segundo, el futuro de muchos jugadores, que han encontrado el lugar perfecto para potenciar sus carreras.