Túnez y Francia se enfrentan este miércoles en el tercer y último partido (16:00 horas) para ambas del grupo C. Un encuentro marcado por las estrechas relaciones que han mantenido ambos países a lo largo de su historia futbolística. Un duelo que se ha convertido en poco más que un 'derbi'.

Con la selección africana jugándoselo todo, necesitan ganar para meterse en la siguiente ronda, luchará por estar en los ansiados octavos de final del Mundial de Qatar 2022. Una cita prácticamente ineludible para todo aquel que viva en Túnez, que sueña por colarse en la ronda eliminatoria.

La selección dirigida por Jalel Khadri tiene por delante un curioso partido para ellos. Cuentan con diez jugadores nacidos en Francia, siendo uno de los combinados nacionales que más futbolistas con origen en otro país tienen en la convocatoria. Por lo que el duelo contra Francia será poco más que un derbi para ellos. 

Wahbi Khazri, uno de los tunecinos nacidos en Francia. REUTERS

Por otro lado, buscan romper su maleficio con la primera fase. Túnez es una de las selecciones que nunca ha conseguido pasar de la fase de grupos. Y no es porque no haya estado presente en mundiales, ya que ha disputado hasta seis con este. Sin embargo, nunca ha sido capaz de superar dicha ronda.

Un partido que les permite soñar con estar en octavos de final por primera vez. Contarán con el aliciente de que Francia ya está clasificada y, salvo debacle, los gales tienen prácticamente asegurada la primera posición. Un factor que les puede beneficiar, sobre todo si Deschamps decide hacer cambios en el once buscando dar minutos a jugadores con menos minutos en el torneo.

'Derbi' sobre el césped

El Túnez - Francia será un encuentro muy especial para muchos de los jugadores que militan en la selección africana. Gran cantidad de ellos, casi la mitad de la convocatoria al sumar 10, son de origen francés. Es decir, diez han nacido en el país galo y se enfrentarán a él en el tercer partido del grupo C.

Ellos son parte de los 137 jugadores que no representan al país que señala su carné de identidad como lugar de nacimiento. Y tampoco son los únicos que hay en la selección, también están Mohamed Dräger, de origen alemán, y Anis Ben Sliamane, procedente de Suiza.

En total, Montassar Talbi, Mouez Hassen, Nader Ghandri, Dylan Bronn, Wajdi Kechrida, Hannibal Mejbri, Aïsa Laïdouni, Ellyes Skhiri, Wahbi Khazri y Naïm Sliti son los nacidos en Francia. Sin duda, un encuentro muy especial para ellos y donde tendrán el corazón dividido.

Naïm Sliti, otro de los de origen francés. REUTERS

Es más, gran parte de ellos forman parte del esquema del seleccionador Jalel Khadri. Hasta ocho han sumado minutos en este Mundial y la mayoría han formado parte de los onces que ha presentado el técnico frente a Dinamarca y Australia. Es decir, son prácticamente la columna vertebral del Túnez en el torneo.

Un enorme número que se explica con la relación que ha imperado entre los dos países desde 1881, cuando Francia asumió un protectorado en el actual territorio tunecino. En aquel momento pertenecían al decadente Imperio otomano. Con ello hasta 1956, cuando se independizaron, el país galo obtuvo el dominio de sus fronteras.

[Bélgica estalla: gran bronca entre Hazard, Vertonghen y De Bruyne]

Esa situación generó que muchos de los nacidos en Túnez fuese a Francia a buscar una oportunidad para ganarse la vida. El idioma y las facilidades recibidas al ser protectorado eran elementos que favorecieron su integración en el país creando una gran comunidad. De ahí, que muchos franceses de segunda generación hayan decidido ser internacionales con la selección de sus raíces familiares.

De lo que no hay duda es que todos ellos lucharán por vencer a Francia y conseguir algo inédito en el país africano. Pese a no nacer allí, están representando a toda una nación en la cita más importante del mundo del fútbol e intentarán estirar al máximo su estadía en Qatar.

Reto mayúsculo

Túnez es una de las selecciones africanas que más presente ha estado en el Mundial. La cita que se celebra cada cuatro años solo ha visto a dos países de su mismo continente disputarla más veces que ellos. Camerún, con siete representaciones, y Nigeria, con seis, superan a los Khadri, que están igualados con Marruecos.

En un total de cinco ocasiones ha estado Túnez en el Mundial desde que se estrenase hace más de 40 años. Sin embargo, la suerte no les ha acompañado nunca a la hora de disputar sus partidos, ya que nunca han conseguido superar la fase de grupos. Una maldición que pueden revertir este miércoles contra Francia en un duelo crucial para ellos.

Fue en 1978, cuando se desplazaron hasta Argentina para debutar en el torneo. Allí sumó un victoria, un empate y una derrota que le hicieron no estar presente en las rondas eliminatorias. Un notable estreno que les hizo ser recibido como héroes en el país, pero también allí empezaría su maldición con las fases de grupos.

Eso sí, tuvieron que pasar otros veinte años para ver de nuevos a Túnez en una Copa del Mundo. Tuvieron el placer de viajar hasta a Francia, su próximo rival en Qatar. Un discretísimo papel en tierras galas le dejó únicamente un punto tras enfrentarse a Inglaterra, Colombia y Rumanía, contra la que logró empatar en el último encuentro del grupo. Souayah fue el único jugador capaz de anotar a lo largo del torneo y lo hizo de penalti.

Montassar Talbi aplaude tras un partido. REUTERS

Túnez estaba enrachada y también logró la clasificación para el Mundial de Corea y Japón 2002. Pero de nuevo, fue incapaz de mostrar un buen nivel y fue apeado a las primeras de cambios tras no poder contra Corea del Sur, Bélgica y Rusia. Últimos con un punto y un único gol marcado, como sucediese en Francia cuatro años antes.

Por tercera vez consecutiva, el combinado africano se colaba en la cita mundialista. Fue en Alemania 2006. Y también por tercera ocasión dejó un papel muy discreto, aunque esta vez fue tercera de grupo gracias a la diferencia de goles. Solo pudo rascar un empate frente a Arabia Saudí, que acabó por detrás de los africanos por el golaveraje.

Y de ahí, al vacío de estar dos ediciones sin participar, ya que regresaron a la competición más importante del mundo en Rusia 2018. Allí lograron un papel mucho más reseñable, terminando tercera del grupo con cuatro puntos y una victoria tras 40 años frente a Panamá. 

Cinco participaciones que se han saldado hasta el momento con cero presencias en los octavos de final. Sin embargo, tiene ante Francia un partido crucial para poder soñar con una posible clasificación. Un país amigo enfrente y que muchos de sus jugadores conocen a la perfección, por lo que podría servir de ayuda para poder lograr una victoria que le haga romper el maleficio que impera en los africanos desde hace 44 años. Además, tienen que esperar que Australia o Dinamarca empaten o haya triunfo danés, consiguiendo más goles que ellos para revertir la diferencia de goles. Un reto difícil, pero no imposible.