Arabia Saudí venció a Argentina en una de las hazañas deportivas más importantes en la historia del país. Un triunfo ante la favorita del grupo y ante una de las candidatas a ganar el título a pesar de ese primer traspié. Tres puntos que, de momento, les dan la opción de soñar con estar en los octavos de final del Mundial de Qatar. 

Sin embargo, este hito futbolístico les reportará, además, una ganancia mayor que se traspasa los límites deportivos. El enorme esfuerzo, el gran derroche y el espectáculo que dieron sobre el campo les ha permitido recibir la felicitación de la familia real que se encuentra al frente del país. 

Más concretamente, el mandamás y gestor supremo de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman, quien no ha querido perderse ni un solo avance del combinado nacional en Qatar. El príncipe heredero del país árabe ha vibrado con su selección y por eso ha querido recompensar a sus jugadores con un impresionante regalo. 

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Se trata de un Rolls-Royce del modelo Phantom que llega a estar valorado en casi 500.000 euros. Un coche de máximo lujo con el que Mohammed Bin Salman ha querido agradecer la gran actuación de sus jugadores y también motivarles de cara al segundo partido que tendrán contra Polonia. Si consiguieran sacar otra victoria estarían clasificados consiguiendo una gesta de proporciones ahora mismo inimaginables. 

Los jugadores de Arabia Saudí celebran un gol ante Argentina Europa Press

Un sueño por el que tendrán que pelear con fuerza y es que Polonia llega con el agua al cuello después de no haber conseguido sacar la victoria en su debut. Empataron sin goles frente a México en un encuentro en el que la estrella europea Robert Lewandowski falló un penalti. El lanzamiento fue adivinado y detenido por 'Memo' Ochoa. 

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Los gestos del gobierno saudí

Este gesto de Mohammed Bin Salman no ha sido aislado y es que el príncipe heredero está entusiasmado con el Mundial. Tras el triunfo contra Argentina decidió decretar el día como festivo nacional para que todo el mundo pudiera celebrar el triunfo y gozar con la hazaña que habían hecho los jugadores del equipo que dirige Hervé Renard. 

La realeza saudí suele ser una familia muy aficionada a los deportes y en especial al fútbol. Y siempre que hay alguna gesta que celebrar, no son muchas las ocasiones que esto pasa, tiene algún detalle con el protagonista o protagonistas de la misma. Ya en el año 1994, en el Mundial de Estados Unidos, la leyenda del fútbol árabe Saeed Al-Owairan marcó un auténtico golazo que fue considerado como uno de los mejores tantos que se había marcado desde que existe la Copa del Mundo. Esto fue recibido con gran orgullo en el país y por ello fue obsequiado con una recompensa muy similar a la que ahora recibirán los jugadores del cuadro de Renard.