Un tuit retomó la polémica LGTB en el Mundial de Qatar: "El guardia de seguridad se niega a dejarme entrar al estadio para el Estados Unidos-Gales. 'Tienes que cambiarte de camiseta. No está permitida'". Lo escribió Grant Wahl, periodista que ha trabajado en la CBS entre otros medios. Estuvo retenido durante casi media hora por lucir una camiseta con la bandera arcoíris.
Wahl contó lo que vivió en sus carnes en Qatar. A priori, nada de eso debería haber ocurrido. La FIFA ha insistido antes del Mundial que no habría problema en lucir camisetas o banderas a favor de los derechos LGTB durante el torneo. La realidad está siendo otra ante la actuación del régimen qatarí.
Lo que escribió en el tuit solo fue el principio del calvario que le tocó vivir antes del partido, el último en disputarse del día 2 del Mundial. Le quitaron el teléfono y le reiteraron que debía quitarse la camiseta, a lo que se negó. Hasta otro periodista estuvo retenido solo por tratar de ayudar a su amigo. Así fue la angustiosa historia.
"Cuando llegué a la entrada de los medios del estadio para cubrir el partido del Mundial entre Estados Unidos y Gales, con una camiseta con un balón de fútbol arcoíris que apoyaba a la comunidad LGTB, los guardias de seguridad se negaron a dejarme entrar. Me detuvieron durante 25 minutos y me exigieron, enfadados, que me quitara la camiseta", así empieza su relato que ha colgado en su página web.
Lo denunció en su Twitter e, inmediatamente, le arrancaron a la fuerza el teléfono de las manos. Tres guardias de seguridad diferentes le tuvieron retenido durante 25 minutos, perdiéndose parte del Senegal-Países Bajos que se jugaba antes del partido que iba a cubrir. Las únicas respuestas que obtuvo en ese tiempo eran que su camiseta era "política", que debía quitársela y que por ahora no le devolvían el móvil.
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Wahl cuenta que pasó por delante Andrew Was, reportero del New York Times, al que pidió ayuda. Tras contarle lo que estaba ocurriendo, también le detuvieron en el lugar. A este le dejarían irse antes, mientras que Grant no pudo hacerlo hasta que apareció un jefe de seguridad.
El periodista cuenta que una vez 'liberado', uno de los guardias le dijo que solo intentaban protegerle de que no fuera "atacado" por llevar la camiseta. Un representante de la FIFA se disculpó con él por lo ocurrido. En su web, Grant Wahl cierra su relato haciéndose una pregunta: "¿Qué les ocurre a los qataríes comunes que usan una camiseta arcoíris cuando el mundo no está mirando?"
El primer tuit del periodista estadounidense obtuvo relevancia, igual que alguna respuesta de qataríes que defendían la actuación de los guardias de seguridad. La cuenta @binnahar85, que tiene más de 135.000 seguidores, respondió así a Wahl:
"Como qatarí, estoy orgulloso de lo que pasó. No sé cuándo se darán cuenta los occidentales de que sus valores no son universales. Hay otras culturas con valores diferentes que deben ser igualmente respetadas. No olvidemos que Occidente no es el portavoz de la humanidad", escribió. La polémica sobre los Derechos Humanos en Qatar no hace más que crecer con episodios como este.