El Mundial de Fútbol de Qatar arranca en tan solo unas semanas. Concretamente el próximo 20 noviembre y se pronlongará hasta el 18 de diciembre. Casi un mes del mejor balompié de selecciones. El torneo más esperado de los últimos cuatro años, pero a la vez el más polémico. La localización elegida por la FIFA se podría decir que ha gustado a poca gente por no decir a nadie.
El camino hasta la Copa del Mundo se ha construido a base de las acusaciones de esclavitud por parte de las autoridades que controlaban las edificaciones que se han creado para la gran cita, las críticas por el nulo respeto a los Derechos Humanos y los continuos ataques hacia colectivos maltratados como las personas homosexuales o las mujeres.
Por todo ello, el de Qatar va a ser el Mundial más polémico de la historia. Pero también el que esté más marcado por el peso del dinero, incluso por encima del albergado en la Rusia de Vladímir Putin en el año 2018. Son todas estas circunstancias las que han llevado a muchos países a criticar duramente la situación de la competición. Algunos países como Francia incluso han decidido no instaurar en lugares públicos pantallas para seguir los partidos del equipo de Didier Deschamps, Benzema, Mbappé y compañía.
Una noticia sorprendente ya que el mejor equipo del país galo ahora mismo es el PSG, el cual está controlado precisamente por la Familia Real de Qatar. Una ciudad que se ha sumado recientemente a esta decisión adoptada por urbes como París, Marsella o Burdeos es Barcelona. Así lo ha anunciado Ada Colau, alcaldesa de la Ciudad Condal, quien ya ha confirmado que no se cederán emplazamientos municipales para ver a España a través de pantallas gigantes como viene siendo habitual. Una decisión de lo más polémica.
Colau contra la "dictadura"
Barcelona no apoyará a la selección española en el Mundial de Qatar. Al menos, no lo hará desde lugares públicos y a través de pantallas. Así lo ha anunciado la alcaldesa del municipio, Ada Colau, quien considera que es la mejor forma para luchar contra las injusticias que se producen en el país organizador. La edila de la segunda ciudad más importante de España ha decidido que no permitirá a los aficionados a la Selección seguir los partidos desde lugares de reunión.
Una decisión drástica y polémica, pero que se une a las ya tomadas por algunas ciudades europeas, especialmente francesas, que han decidido iniciar un boicot contra el estado de Qatar. Para Colau y su gobierno era básico reaccionar y protestar contra un estado que vulnera los Derechos Humanos y que persigue a mujeres y homosexuales.
Aunque quien vaya a pagar los platos rotos sea el equipo de Luis Enrique y sus aficionados presentes en Barcelona durante las semanas que dure la contienda, Colau defiende su postura y asegura que no retrocederá. Para la alcaldesa de Barcelona es vital que las autoridades políticas hagan lo que la FIFA no se ha atrevido a hacer, que era dar la espalda al estado organizador el próximo Mundial.
[El emir de Qatar denuncia una "campaña sin precedentes" por acoger el Mundial de fútbol]
La posibilidad de que el consistorio pueda ceder espacios municipales ha sido rechazada de lleno: "Qatar es una dictadura que viola los derechos humanos". Por ello, para Ada Colau, autorizar a los aficionados de España a ver los partidos de su equipo en lugares públicos sería "convertirse en cómplices". Una decisión controvertida que sin duda irá generando más tensión a medida que se vaya acercando la gran cita.
El grupo de Ciutadans elevó un ruego hacia el Ayuntamiento de Barcelona en el último pleno municipal del mes de octubre en el que solicitaba que se cedieran espacios para seguir, al menos, los encuentros de España correspondientes a la fase final del Mundial en caso de que el equipo de Luis Enrique se clasificara. Pero la propuesta fue denegada.
Barcelona y su Ayuntamiento sí habían cedido en otras ocasiones estos espacios públicos para poder seguir los partidos de España. Incluso se consiguió que el pasado mes de marzo la Selección volviese a disputar un partido en la Ciudad Condal 18 años después. Pero en esta ocasión, las calles de la urbe catalana no serán lugar para animar a la Selección: "Rechazamos poner recursos o espacios públicos a disposición de seguir un Mundial que se hace en una dictadura".
Por su parte, Ada Colau va más allá y no solo señala a Qatar, si no también lo hace con la FIFA por permitir que la mayor fiesta del mundo del fútbol se dispute en un país de este tipo: "Es un error organizar un evento deportivo mundial, que tiene que promover los valores de la democracia, de la paz y los derechos humanos, en una dictadura y la FIFA es cómplice de ello".
[El sueño de 'Barcelona con la Selección': "El próximo reto es un partido de España en el Camp Nou"]
La postura del Ayuntamiento es global y Jaume Collboni, teniente de alcalde, ha reafirmado a su líder con un duro mensaje: "Lo que el presidente de la FIFA llama prejuicios es vulneración de derechos humanos, persecución al colectivo LGTBI y discriminación hacia la mujer. El Mundial no puede ser una excusa para blanquear la dictadura".
El Mundial del boicot
El hecho de que el Mundial se vaya a celebrar es ya imparable a pesar de que hace no mucho tiempo se rumoreaba con que las críticas y la presión podrían conseguir el objetivo de detenerlo todo. Sin embargo, ahora quedan ya solo tres semanas para que arranque el Campeonato del Mundo.
No obstante, lo que debería ser una fiesta del fútbol va camino de convertirse en una oda al boicot, ya que muchas selecciones, por unos motivos u otros, llegan rodeadas por la polémica. Como se citaba anteriormente, varias ciudades francesas han decidido tomar una decisión que ahora ha seguido Barcelona: no ceder espacios públicos para emitir los partidos de sus selecciones.
Otras como Inglaterra portarán durante toda su participación un brazalete con los colores del arcoíris representativos de la bandera LGTBI. La FA llegó a afirmar incluso que aunque la FIFA pudiera sancionarles no se lo quitarían pasara lo que pasara. Otro equipo que modificará su indumentaria será Dinamarca, que lucirá una camiseta en la que dejará casi invisible su escudo y el resto de detalles que normalmente destacan en blanco sobre el rojo predominante.
[Dinamarca protesta con su nueva camiseta contra el Mundial de Qatar: "Ha costado miles de vidas"]
Cada vez son más los equipos o los países que planean boicots a diferente escala. Noruega, aunque no consiguió su clasificación, tiene en la presidenta de su federación a la mayor crítica de la Copa del Mundo. Y otros como Irán se ven afectados por sus problemas políticos y es que un grupo de prestigiosos deportistas ha pedido a la FIFA que excluya a su federación.
Así es como avanza la cuenta atrás hacia el Mundial de Qatar. Será inevitable que se juegue y todos los allí presentes pelearán por la ansiada copa, pero cada uno intenta expresar su malestar como buenamente puede o se le ocurre. La última, Ada Colau y una decisión que encierra también alguna doble lectura política.