España jugará ante Kosovo este miércoles a las 20:45 horas. Y lo hará disputando el encuentro en un lugar al que el Gobierno no reconoce como un Estado independiente, sino como un simple "territorio". Así es como se denomina a la zona en términos políticos y que se suma al "Federación de Kosovo" con el que se conoce al equipo de fútbol. Tras el anterior encuentro el pasado mes de marzo, ambas selecciones se vuelven a ver la cara con menos tensión, pero con la clasificación para el Mundial en juego.
El encuentro es el más incómodo en cuanto a relaciones diplomáticas se refiere. Algo que ya se sabía nada más concretarse el sorteo de clasificación para el Mundial 2022. España estaba condenada a verse las caras con un equipo al que, diplomáticamente, no se reconoce como Estado independiente sino como un "territorio" que declaró la independencia de forma unilateral de Serbia en 2008. Por ello, hasta el más mínimo gesto y detalle debía de cuidarse. Kosovo para mostrar su reconocimiento, España para reflejar justo lo contrario.
Las dudas sobre cómo se organizaría el partido no tardaron en surgir. Incluso corrió la teoría de jugar en campo neutral para no afectar a las posturas políticas. Sin embargo, todo acabó desarrollándose con la mayor normalidad posible. Un escenario que, como recalcan fuentes diplomáticas a EL ESPAÑOL, va a repetirse este miércoles. Kosovo "es un territorio" y no hay cambio alguno. El partido se disputará bajo las reglas deportivas de la FIFA "aplicadas estrictamente en el marco del pleno respeto de las normas del Derecho Internacional", tal y como indicó el Ministerio en su día.
Sin embargo, ahora el dominio de la situación lo tiene Kosovo. Son ellos quienes juegan como locales en Pristina, donde la afición podrá convertir el estadio en un verdadero hervidero con reivindicaciones deportivas y políticas. Además, está por ver si la Federación de Kosovo también apuesta por impulsar algún gesto de reconocimiento político. Un ambiente tenso, más que ningún otro en el grupo, con una meta futbolística en riesgo.
La llamada de Rubiales
El presidente de la Federación Española de Fútbol realizó un movimiento clave cuando más tenso estaba el ambiente con Kosovo. La federación kosovar emitió un duro comunicado criticando el trato de España y poniendo en duda su participación en el partido. El organismo denunció una "injusticia" y el "intento de los españoles de minimizar la condición de Estado de Kosovo". O se jugaba bajo su himno y bandera, o no saltarían al terreno de juego.
Horas después, Luis Rubiales telefoneó a su homólogo de Kosovo para aclarar lo sucedido. "El presidente Agim Ademi ha recibido una llamada hoy de la Federación Española de Fútbol. En ella, la RFEF lamenta las noticias aparecidas en los medios locales y confirma que el partido España - Kosovo tendrá lugar de acuerdo a las regulaciones y el protocolo de la FIFA y la UEFA para los partidos oficiales", explicaron desde la Federación de Kosovo.
Todo pese a que en la diplomacia española no había novedad alguna respecto al trato a Kosovo. De hecho, no las había desde que el Gobierno indicó que se seguirían todas las directrices de la FIFA y UEFA sin que eso tuviera efecto alguno sobre el no reconocimiento de España a dicho territorio. El encuentro, 20 días después, se pudo desarrollar sin mayor problema aceptando incluso la bandera kosovar.
Eso sí, se mantuvieron los máximos detalles en los que ni FIFA ni UEFA podían influir para mostrar la postura diplomática de España. Entre otros, el hecho de referirse a Kosovo como "Federación de Kosovo" o "equipo kosovar" durante la retransmisión en la televisión pública. O también emplear una tipografía de menor tamaño o diferente a la hora de mostrar a Kosovo en pantalla.
El Mundial en juego
La tensión política se sumará a la deportiva, pues España ha perdido el poder de depender de sí misma para llegar al Mundial 2022 de forma directa. El conjunto entrenado por Luis Enrique finalizó líder el anterior parón del pasado mes de marzo ganando, curiosamente, a Kosovo. Sin embargo, ahora se reencuentra con dicha selección en una situación bien diferente.
Tras perder ante Suecia en el primer encuentro de esta última ventana de partidos, la Selección ya no depende de sí misma para ser líder de grupo. Es decir, no depende de sí misma para obtener el billete directo al Mundial 2022 de Catar. En caso de no quedar primera, la Selección deberá acudir a una repesca basada en dos partidos de eliminatoria a partido único entre las segundas clasificadas, además de otros dos equipos sacados del ranking de la UEFA Nations League. De ahí saldrán las selecciones restantes que participarán en el Mundial 2022.
Por delante, a España le queda un encuentro ante Grecia (como visitantes el 11 de noviembre) y ante Suecia (como local el 14 de noviembre) donde el liderato podría estar en el aire. Suecia suma por el momento sus partidos por victorias y España acumula una derrota y un empate. Sin comodines que gastar, el duelo ante Kosovo va más allá.
[Más información: España no reconocerá a Kosovo como Estado, pero aceptará su bandera en la clasificación del Mundial]