El mundo del fútbol y del deporte han perdido este lunes a una de sus mayores leyendas. Franz Beckenbauer ha muerto en su Múnich natal a los 78 años. El histórico jugador del Bayern y de la selección alemana ha tenido un duro final, ya que la última parte de su vida ha estado luchando contra una grave enfermedad.
Unos últimos meses en los que se ha ido apagando poco a poco, pero que han servido para hacer aún más grande su legado y su magia. La muerte de Franz Beckenbauer se podría interpretar como el ocaso del último grande del fútbol antiguo, ese en el que se hablaba de Alfredo Di Stéfano, de Pelé, de Diego Armando Maradona o de Johan Cruyff.
Como todos los genios citados anteriormente, Franz Beckenbauer fue un jugador único y que cambió el fútbol para siempre. Desde una posición que todos conocen como es la de defensa, transformó este deporte dotándolo de un valor único y de una dimensión desconocida hasta ese momento. 'El Kaiser', apodo que le acompañó durante toda su carrera, inventó la posición de líbero para ser un jugador total y protagonista en ambas áreas.
Los mejores goles y jugadas de Franz Beckenbauer
Franz Anton Beckenbauer, también conocido como 'El Kaiser', fue un futbolista y entrenador alemán que consiguió convertirse en leyenda gracias a una carrera brillante. Partiendo desde la zaga, aunque él nunca se sintió defensa, fue capaz de ser diferencial en todas las zonas del campo.
Siempre será considerado como el inventor y el gran exponente de la figura del líbero, ese defensa que arrancando desde su propia área tenía libertad para llegar hasta cualquier posición, incluso a la de delantero, para terminar anotando infinidad de goles. Y es que si algo marcó la carrera de Franz, además de sus múltiples logros, fueron sus goles.
A pesar de ser defensa, el jugador alemán terminó su carrera profesional con más de 100 goles en su haber. Cifras que por momentos le convirtieron en uno de los futbolistas más peligrosos del mundo de cara a la portería rival. Por ejemplo, en 1965, en su segunda temporada en el Bayern de Múnich, consiguió marcar 17 tantos.
Con la selección germana fue menos prolífico, pero también consiguió hacer 13 dianas en sus poco más de 100 internacionalidades. E incluso fue Bota de Bronce del Mundial de 1966 gracias a sus cuatro goles. En total, fueron 107 tantos a lo largo de toda su carrera profesional, la cual giró en torno a la Mannschaft y al Bayern, donde militó 14 temporadas, defendiendo sus colores incluso en Segunda División. Después se marchó a Estados Unidos para vestir la elástica del New York Cosmos de Pelé. Y regresó dos años antes de su retirada a Alemania para jugar en el Hamburgo.
Su fútbol valía su peso en oro. Tanto es así que los premios individuales no le esquivaron, ya que consiguió ganar hasta dos Balones de Oro. Una vez más hizo historia, ya que consiguió ser el primer defensor en ganar este galardón reservado casi en exclusiva para delanteros y atacantes. Y es que el idilio que el zaguero tenía con el gol era incluso más fuerte que el que evidenciaban algunos arietes más importantes de su época.
'El Káiser' destacó por un aspecto principalmente: su buen trato de balón. Exhibía su delicadeza tanto defendiendo como atacando. Y es que Franz no solo era gol, también fue uno de los mejores defensores de todos los tiempos y un ejemplo de limpieza al corte. Raro era verle dar una mala patada o llegar tarde a un cruce.
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Sin embargo, el auténtico deleite para los sentidos llegaba cuando conseguía robarla y se ponía a jugar. Ahí, lo mejor era sentarse a verle hacer magia y disfrutar hasta romper a aplaudir. Beckenbauer patentó un estilo único para sacar el balón jugado desde abajo. Utilizando a sus compañeros como muros, era capaz de cruzarse el campo tirando paredes, eliminando rivales y rompiendo líneas enemigas hasta plantarse en la zona de peligro. Siempre tenía eso sí a alguien que le cubriera la espalda, pero su proyección ofensiva bien merecía el esfuerzo defensivo del prójimo.
Con este fútbol inconfundible, Beckenbauer consiguió crear un estilo único y un legado que aún hoy admiran los cracks del fútbol actual. Y es que no hay defensa en el planeta que no se mire, en cierto modo, en la calidad que desprendía la leyenda del Bayern de Múnich. Por si fuera poco, tenía una personalidad arrolladora y unos nervios de acero para sacar el balón con acciones comprometidas estuviera donde estuviera. Y después, cuando llegaba a la meta rival, definía con una clase impropia de un jugador de su posición. Así era el fútbol de Beckenbauer, un genio sin parangón.
Los mejores momentos de Franz Beckenbauer
Si hay un futbolista alemán que sepa lo que es el éxito, sobre todo en la época del fútbol más clásico, ese era Franz Beckenbauer, quien tuvo una carrera peculiar desde que era un niño. Con tan solo 12 años, los grandes equipos de la ciudad de Múnich se peleaban por hacerse con su fichaje mientras él militaba en el modesto SC 1906 Obergiesing.
Durante la disputa de un torneo escolar, un rival aprovechó para darle una bofetada justo cuando el árbitro no miraba. En aquel encuentro, su rival era el TSV 1860, el club más emblemático de la ciudad en aquel momento y quien ya tenía prácticamente cerrado su fichaje. Sin embargo, como venganza a aquel gesto, un maduro Franz de tan solo 12 años decidió romper la operación, dar marcha atrás y fichar por el Bayern como venganza, cambiando sin saberlo la historia del fútbol alemán.
En Múnich construyó un legado único y se consagró bajo el apodo del 'Káiser', sobrenombre con el que fue rebautizado tras un duelo en la final de la copa alemana de 1969 contra el FC Schalke 04. Su actitud y su poderío para parar al genio del país de la época, Reinhard Stan Libuda, apodado como el 'rey de Westfalia', le hizo erigirse como gran referencia nacional.
A partir de ahí, su carrera fue un ascenso histórico hasta tocar el cielo en el año 1974, cuando consiguió vencer en la final de la Copa de la Europa al Atlético de Madrid y unas semanas después levantar la Copa del Mundo en Múnich junto a otras leyendas como Gerd Müller, Paul Breitner, Sepp Maier y Uli Hoeneß.
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A lo largo de su brillante y prolífica carrera, Franz Beckenbauer ganó 3 Copas de Europa, 5 Bundesligas, 4 Copas de Alemania, 1 Recopa de Europa y 1 Copa Intercontinental además de 3 Ligas de los Estados Unidos a nivel de clubes. Y con la selección, ganó ese Mundial de 1974 y la Eurocopa de 1972.
En el plano individual, además de esos dos Balones de Oro, Franz también fue elegido Futbolista Alemán del Año en varias ocasiones e incluso ha sido reconocido como el Mejor Jugador Europeo del siglo XX por la IFFHS. Como entrenador, aunque su legado fue menor, consiguió ganar una Bundesliga y una UEFA con el Bayern, además de la plata en la Eurocopa de 1988 con Alemania y del Mundial ganado con la Mannschaft en 1990. Una carrera plagada de grandes momentos, de bellas imágenes y de goles imposibles y únicos.