Han tenido que pasar más de cinco temporadas para que el Manchester United, el club más importante de Inglaterra, vuelva a celebrar un título. Es solo una Carabao Cup, pero después de tanto tiempo de 'vacas flacas', a algunos les ha sabido casi como una Champions League. El equipo de Ten Hag se ha impuesto en la gran final por 2-0.
El entrenador neerlandés, que llegó este verano procedente del Ajax y que comenzó el curso entre críticas por los malos resultados y por su terrorífica relación con Cristiano Ronaldo, ha conseguido cambiar la cara de este club que se había convertido en un grande dormido y venido a menos.
Su fichaje, y el de un jugador como Carlos Henrique Casemiro, han conseguido devolver parte de la gloria y de la grandeza perdida a una institución que fuera del césped se encuentra en uno de sus peores momentos. En venta y con la fortuna de Qatar acechando para hacerse con el control que próximamente dejará la familia Glazer.
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Sin embargo, no es tiempo para que los aficionados de los red devils piensen en eso y es que llevaban desde el año 2017 sin celebrar un título. El último se lo dio José Mourinho y ahora ha sido otra estrella de habla lusa quien les ha llevado a morder metal tanto tiempo después. Casemiro, convertido ya en ídolo de Old Trafford hace meses, se ha erigido como el héroe de la gran final contra el Newcastle.
El pivote brasileño ha terminado con una sequía que ha durado un total de 2.104 días. Normal que se celebre con tanta pasión como se está haciendo en Mánchester aunque sea el tercer título en importancia en Inglaterra. Sin contar trofeos europeos evidentemente. Wembley ha coronado a un equipo que poco a poco funciona y que empieza a dar mucho miedo. Vienen de meterse en octavos de Europa League tras eliminar al Barça y están a punto de meterse en la pelea por la Premier League con Manchester City y Arsenal. Además, están vivos también en la FA Cup.
El gol de Casemiro y el concedido por Botman, quien se marcó en propia puerta, permitieron al Manchester United volver a saborear las mieles del éxito. Eso, y el enorme partido de David de Gea que se convirtió en el salvador de los últimos minutos del encuentro, cuando el Newcastle se volcó sobre la portería de los red devils para apurar sus opciones de pelear el triunfo. Sin embargo, el guardameta español emergió y se consagró una noche más con una camiseta con la que ya se ha convertido en leyenda.
Casemiro, otra vez decisivo
El exjugador del Real Madrid consiguió su gol en una de las suertes que más domina: el juego aéreo. Shaw colgó un balón al área y el mediocentro cabeceó al fondo de las mallas. Ahora, aquellos que criticaron su fichaje ven lo realmente importante que es un jugador capaz de cambiar dinámicas aunque no llegue con el cartel de súper estrella o de gran delantero. Muchas veces, solo hace falta un líder, un guía.
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Y Casemiro lo es. El brasileño había ganado las últimas ocho finales que había disputado, algo que le había enseñado el Real Madrid y que ahora él transmite a sus nuevos compañeros. Por eso, en la novena consecutiva tampoco falló. De hecho, esta temporada ya había ganado vestido de blanco la Supercopa de Europa en la cual fue el MVP. Ahora, con su nueva camiseta, ha vuelto a ser decisivo siendo el mejor del partido. 'Case' sigue en racha lejos del Santiago Bernabéu.
Maguire terminó levantando el título que rompía más de cinco años de sequía del Manchester al cielo de Wembley y condenaba la esperanza de un Newcastle que sigue en crecimiento. Sin embargo, su redención tendrá que esperar y es que su racha sin títulos se extiende ya a los 55 años.