El caso del Fútbol Club Barcelona es digno de estudio. Como si se tratara de dos equipos completamente diferentes, los de Xavi Hernández son unos cuando juegan competiciones nacionales, y otros totalmente opuestos cuando salen a jugar en Europa. Otra vez, los culés volvieron a mostrar su peor versión y cayeron eliminados en el Play-off de la Europa League ante el Manchester United.
Es imposible taparlo. El Barça suma su segundo fracaso estrepitoso en el continente ya que después de caer a las primeras de cambio en la fase de grupos de la Champions League, ahora también se marcha para casa en el primer capítulo de la Europa League. No fue capaz de ganar en el Camp Nou, y en Old Trafford se llevó un duro varapalo con una derrota a manos del Manchester United.
Pese a que los de Xavi Hernández se adelantaron desde el punto de penalti con el gol de Lewandowski, los red devils les superaron en intensidad y en fuerza a lo largo de toda la segunda parte para obrar la remontada y dejar cariacontecidos a los catalanes. Otro duro golpe para el proyecto del entrenador catalán, que sigue sin dar con la tecla para que su equipo muestre la mejor versión.
Manda Old Trafford
Como en el fútbol añejo, cuando los estadios empujaban y los equipos se crecían con su afición, el Manchester United rememoró tiempos mejores. Los ingleses salieron en tromba, ejerciendo una presión alta que ahogó por completo al Fútbol Club Barcelona y poniendo en serios apuros a los culés.
El ejemplo perfecto de ello fue la gran ocasión que tuvo Bruno Fernandes a los tres minutos de juego. El portugués le ganó la espalda a Balde y tuvo todo el tiempo del mundo para adentrarse en el área, pero se escoró y no le pegó bien al balón así que se encontró con la intervención de Ter Stegen. Una vez más, el guardameta culé salvando a los suyos.
Esta oportunidad fue un aviso muy serio para un Barça que estaba completamente aturdido, fuera de sí, como si todavía estuviera en los vestuarios. Sin embargo, poco a poco le fue cogiendo el pulso al partido y se enteró de que en Old Trafford se estaba jugando un partido importante de fútbol. Los catalanes consiguieron bajar las revoluciones de los locales y empezaron a hacerse también con el control del cuero, así que llevaron el partido a su terreno.
En pleno proceso de recuperación llegó la jugada determinante de esta primera mitad. Balde trató de controlar un balón dentro del área y por allí apareció de forma ingenua Bruno Fernandes para cometer penalti. El portugués agarró al lateral izquierdo y el colegiado, a escasos metros, lo vio claro. Lewandowski, que fue fichado por el Barça para este tipo de cosas, anotó la pena máxima y eso que David de Gea le adivinó las intenciones y hasta llegó a tocar el balón.
Todo estaba donde quería el FC Barcelona, ganando fuera de casa y amordazando a un Manchester United que había cambiado la cara por completo con respecto al arranque. Desde el gol hasta el final, el partido fue de claro color culé, y con esa pequeña ventaja se llegó al tiempo de descanso.
El United reacciona
La segunda parte fue muy distinta. El Manchester United sabía que tenía que cambiar su cara, y el primero en hacerlo fue Ten Hag a través de la entrada de Antony, un movimiento definitivo. Los red devils salieron otra vez en tromba, pero esta vez sí que llegaron a encontrar premio. A los dos minutos de la reanudación, Fred apareció por el carril central, se coló en el área y, con un disparo ajustado a la base del poste, batió a Ter Stegen.
Era el inicio soñado por los ingleses y justo lo que quería evitar Xavi Hernández. Ahora la película era muy diferente. Al Barcelona se le reaparecieron de nuevo todos los fantasmas de Europa, esos que le dejaron fuera de la Champions League a las primeras de cambio y que podían empujarle fuera de la Europa League también en el primer capítulo.
El Barça perdió el timón del partido. El United le ganó en intensidad, aprovechando también las bajas que tenían los culés, y siguió acechando la portería de Ter Stegen. Un pelotazo de Bruno Fernandes a De Jong, cuando estaba tendido en el suelo, desató una gran tangana que tampoco le sirvió a los catalanes para cambiar la cara. Eso sí, Koundé estuvo a punto de batir a De Gea con un cabezazo, pero el portero español sacó una mano prodigiosa. Fue un hecho anómalo, porque el Barcelona no llegaba.
Quien sí lo hizo de nuevo fue el Manchester United. Bruno Fernandes peleó un balón en la banda izquierda y Garnacho remató para estrellar el balón contra la defensa del Barça. Ahí se desencadenaron un par de rechaces, pero al tercero apareció Antony para, con un disparo al palo largo, definir con clase y hacer el segundo para los ingleses. El United por delante y el Barcelona contra las cuerdas.
El resto fue un quiero y no puedo del equipo de Xavi Hernández, casi inoperante en ataque, que vuelve a dejar claro que tiene dos caras muy diferentes. Una es la de La Liga, triunfante y ganadora, y otra la de Europa, esa que ha firmado ya dos estrepitosos fracasos esta temporada.
Manchester United 2-1 FC Barcelona
Manchester United: De Gea; Wan-Bissaka (Dalot, m.66), Varane, Martínez, Shaw; Casemiro, Fred, Fernandes; Sancho (Garnacho, m.67), Rashford (McTominay, m.88) y Weghorst (Antony, m.57).
Barcelona: Ter Stegen; Koundé, Araujo (Alonso, m.82), Christensen, Balde; Busquets, De Jong, Sergi Roberto (Ferran, m.70), Kessié; Raphinha (Fati, m.75) y Lewandowski.
Goles: 0-1. Lewandowski, m.18, 1-1. Fred, m.47 y 2-1. Antony, m.73.
Árbitro: Clément Turpin (FRA). Amonestó a Fernandes (m.60), Garnacho (m.78) y Casemiro (m.86) por parte del United, y a Kessié (m.60), Lewandowski (m.72) y Busquets (m.83) por parte del Barcelona
Incidencias: Partido de vuelta de dieciseisavos de la Liga Europa disputado en el estadio de Old Trafford ante 73.021 espectadores.