Graves problemas para Aleksander Ceferin. El presidente de la UEFA aspira a comenzar su tercer mandato al frente del máximo organismo del fútbol europeo. Sin embargo, esta empresa podría verse frenada por las acusaciones de corrupción que pesan ahora sobre uno de los personajes más importantes del balompié mundial.
Estos fuertes ataques salen desde Eslovenia, país natal de Ceferin y del que fue presidente de su federación antes de entrar en la UEFA. Y han sido avanzados por el medio italiano Domani. El motivo del enorme revuelo que se ha creado en torno a su figura es porque Ceferin podría haber recibido supuestamente un importante soborno que ahora podría volverse en su contra.
La historia comenzó a principios de los años 2000 cuando se llevó a cabo un proyecto de modernización de una importante línea ferroviaria del país de unos 26 kilómetros de largo alrededor de la localidad de Grosuplje y cuyas obras se prolongaron durante la primera década del siglo. Este proyecto tenía un coste de 42 millones de euros y fue concedido a dedo a una empresa especializada por parte de las autoridades eslovenas.
La figura de Milovi
Para añadir más polémica al caso, la empresa Nihad Bei aparece como la empresa matriz de NB Ineniring. Esta es una compañía que ha tenido que lidiar con varios casos judiciales en los últimos años. Además, en la historia aparece también la figura de Milo Njegoslav Milovi, antiguo miembro del cuerpo especial de la policía eslovena. Este fue jefe de seguridad de Janez Drnovek, quien fuera presidente de la República de Eslovenia entre 2003 y 2007 y también presidente de la República Federal Socialista de Yugoslavia.
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Poco después, Milovi se convirtió en el hombre de confianza de Zoran Jankovi, quien es el alcalde de Liubliana de manera ininterrumpidamente desde el año 2006. La figura de Milovi siempre estuvo bajo la sombra, pero moviéndose en el fango como pez en el agua. Fue gracias a ese perfil por lo que fue reclutado por uno de los bufetes de abogados más importantes de Eslovenia y de Europa, propiedad de la familia de Ceferin y que ahora dirigen los dos hermanos junto al padre.
Uno de ellos es Rok, actual juez del Tribunal Constitucional de Eslovenia desde septiembre de 2019. Y el otro es el propio Aleksander, presidente de la UEFA desde el año 2016. Milovi comenzó a prestar sus servicios al bufete en el 2008, es decir, en el momento en que la empresa ferroviaria eslovena adjudicó el subcontrato que atraería las sospechas de los investigadores.
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Otra de las casualidades es que el año en el que se inició el proceso judicial fue en el 2016, justo cuando se produce la llegada de Ceferin a la presidencia de la UEFA. El juicio terminó con un acuerdo de culpabilidad para dos de los tres implicados que aceptaron 480 horas de servicios comunitarios. Milovi no aceptó esta sentencia y el caso terminó en el Tribunal Supremo de Eslovenia. En ese momento, el controvertido personaje sacó a la luz su vinculación con la familia Ceferin.
Se esperan más sentencias
Por el momento, la versión de Milovi no se ha hecho pública y ahora se espera el veredicto del Tribunal Supremo de Eslovenia. No obstante, sí ha circulado un documento de la defensa presentado por sus abogados a los magistrados y del que se conocen algunos extractos. En ellos figura un movimiento de esos famosos 390.000 euros que serían los honorarios pagados a la empresa de Ceferin por un servicio de consultoría prestado a la compañía ferroviaria estatal. Sin embargo, Milovi añade que ese dinero permanece sin declarar.
Para tapar este movimiento se habría urdido una artimaña mediante la cual el dinero se canalizaría a través de la empresa de Bei. Ceferin ya habría negado esta afirmación, pero la información aportada por Milovi contiene documentos confidenciales sobre el presidente de la UEFA y el bufete de abogados a su familia. Y se hacen varias menciones preocupantes hacia la forma de trabajar dentro de la empresa de Ceferin.
Tras estallar este caso en el año 2016, se produjo una movilización nacional para defender la figura de Ceferin que unos meses después se presentaba a la presidencia de la UEFA. Las acusaciones salpicaron al fiscal Botian Jegli, quien cambió cuatro veces sus acusaciones sobre Milovi. Jegli es también uno de los máximos representantes de la justicia deportiva de la Federación Eslovena de Fútbol, organismo del que Ceferin fue presidente de 2011 a 2016.
Las respuestas contra las acusaciones de Milovi no se han hecho esperar y el texto de la impugnación subraya que la reconstrucción de los hechos propuesta está llena de mentiras o versiones parciales. El caso es que ahora se espera la sentencia en tercera instancia sobre el juicio que podría afectar a Milovi, el demandado, pero que también afectará ahora a Ceferin, quien podría ver condicionada su reelección como presidente de la UEFA por este asunto.