Si hay un jugador peculiar en el mundo del fútbol ese es Zlatan Ibrahimovic. Un delantero con una calidad y un talento incalculables. Sin embargo, le han faltado triunfos a nivel individual y colectivo para poder tener un palmarés acorde a su espectacularidad y a su brillantez. Además, se trata de un futbolista que le gusta ser protagonista dentro y fuera de los terrenos de juego.
A sus 40 años, la retirada empieza a estar cercana, pero él de momento se ve con cuerda para rato como confiesa en una entrevista para la UEFA: "El futuro está por escribir. Yo no hago planes. Vamos a ver qué pasa. No quiero arrepentirme de dejar el fútbol y luego decir que podría seguir jugando al fútbol, porque entonces me arrepentiría el resto de mi vida al ver que podría haber seguido. Quiero jugar todo el tiempo que pueda. La realidad es que jugaré hasta que vea que alguien es mejor que yo, así que seguiré jugando".
"Esa adrenalina, nunca la tendrás al hacer otra cosa porque estamos programados. Todos los días hacemos lo mismo. Nos levantamos, nos preparamos, entrenamos, comemos y descansamos. Al día siguiente, es lo mismo. Durante 20 años, haces estas cosas y obtienes adrenalina de ellas. Así que cuando de repente dejas de hacerlo, no tienes esta agenda, ya no obtienes la adrenalina. Y cuando se para, tienes que partir de ahí y empezar de cero y empezar algo nuevo".
Preguntado por un consejo para los más pequeños que quieren empezar en el fútbol y en el deporte, Zlatan destaca a su entorno: "Rodearse de gente positiva, de energía positiva, ayuda mucho porque transforma las cosas en una atmósfera que lo facilita todo. Cuando tienes gente negativa a tu alrededor, te arrastran. Es como si no quisieran que tuvieras éxito. Así que mi consejo sería: 'Es fácil y todo es posible, pero depende de ti".
'Ibra' es feliz en Milán donde este año ha marcado ocho goles, volviendo a jugar la Champions: "Fue bonito. Después de un par de años luchando y sin estar en la Liga de Campeones, todo el mundo estaba muy emocionado y muy feliz de volver. Creo que es un torneo increíble. He marcado un par de goles que me han gustado y he tenido la oportunidad de jugar contra los mejores equipos y jugadores de Europa".
"¿Cómo me siento por el hecho de no haberlo ganado? De dos maneras. Ganarlo sería increíble. No ganarlo no me cambiaría como jugador. Si lo ganara, no significaría que sería mejor jugador porque soy el mejor jugador. Está demostrado: el mejor jugador no lo gana todo".
Sobre quién es su ídolo y el mejor de la historia, Zlatan lo tiene claro y se queda con Ronaldo Nazario: "Cuando estábamos en el jardín jugando con amigos, intentábamos hacer las mismas cosas. Luego conocí a esta persona en la vida real y después jugué contra ella y, de repente, algo irreal se convierte en real".
Recuerdo de su infancia
Por último, Ibrahimovic ha hablado sobre su infancia, la cual fue feliz aunque no fácil. Creció en la ciudad de Malmö, en la barriada de Rosengard, lo que era conocido como un 'gueto'. Allí permaneció hasta los 17 años: "Me divertía. Teníamos fútbol y el fútbol hace feliz a la gente. El fútbol era barato, era gratis. Sólo tenía que conseguir unos zapatos. Incluso sin zapatos se podía jugar al fútbol. A partir de ahí, todo fue mejorando".
"Cuando conseguí mi primer contrato con el Malmö, de repente gané dinero haciendo lo que me gusta. El dinero no me hacía feliz, pero se hizo más fácil. Así que de recorrer largas distancias a pie para entrenar, de robar bicicletas, lo cual no está bien pero todos hacemos cosas estúpidas, pude sacarme el carné de conducir y pude conseguir un coche. Pase lo que pase -éxito, dinero, fama, lo que sea- seguiré siendo la misma persona. No voy a cambiar. O te gusto o no te gusto, pero no he nacido en este mundo para convencer a la gente de que me quiera".
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