¿Cómo puede ser el último clasificado de la Premier League uno de los equipos que más esté dando que hablar? Pues porque Arabia Saudí ha llegado al campeonato inglés para intentar romper con lo establecido, con un ecosistema próspero que ha convertido a la competición en la liga más fuerte del mundo.
Lo llamativo es que ni el poder del Fondo de Inversión Pública ni la figura de Mohamed Bin Salman parecen ser suficientes para derribar el muro que la Premier League pretende levantar con Arabia Saudí. En su día crearon una puerta para dejarles pasar a su fiesta, pero ahora les han cortado las alas y les están demostrando quién manda realmente.
No hay nada que moleste más a este tipo de propietarios que ver limitado su foco de acción en sus megaproyectos, algo a lo que no están acostumbrados ni histórica ni culturalmente. Sin embargo, Inglaterra quiere enmendar errores del pasado y de momento lo está consiguiendo con el apoyo de la gran mayoría de clubes de la primera división del fútbol británico.
Desde que el PIF, PCP Capital Partners y RB Sports&Media aterrizaron en St James Park para hacerse con la propiedad del Newcastle solo han recibido golpes, uno tras otro. A los nuevos dirigentes, encargados de gestionar el dinero llegado desde Arabia Saudí, les han ido cerrando una puerta tras otras, convirtiendo su sueño en un verdadero problema que podría tener su punto más complicado en el próximo mes de enero.
El llamado 'nuevo club más rico del mundo' no puede serlo así si no le dejan poner en marcha su desmesurado capital propio. Y eso es que lo está haciendo la Premier League en las últimas semanas. La dirección de la liga inglesa selló en el mes de octubre una medida que impedía a los clubes firmar acuerdos comerciales con empresas procedentes de Arabia Saudí. Para el resto de equipos, era un mercado menos que explotar.
Para el Newcastle, era decir adiós a su total fuente de ingresos, ya que el plan de Mohamed Bin Salman era financiar su nuevo 'juguete' mediante acuerdos comerciales con sus propias empresas, dependientes del Fondo de Inversión Pública y del gobierno saudí. Esta medida tenía una fecha de caducidad, el próximo martes 30 de noviembre. Sin embargo, ahora, la mayoría de clubes de la Premier y la patronal inglesa han decidido ampliar esa política hasta mediados del mes diciembre.
Esta medida, que podría parecer una simple prórroga, se trata de un revés durísimo para los intereses del Newcastle. Amanda Staveley, la gestora y líder de la nueva junta directiva, había afirmado que estaban llevando a cabo negociaciones a toda prisa para cerrar nuevos acuerdos comerciales en la próxima semana, aprovechando el final de esta medida ante lo que pudiera pasar.
Por ello, con esta ampliación, todas estas operaciones han quedado de nuevo rotas y el poderío económico del club vuelve a sufrir otro golpe. Ahora, en la cúpula del Newcastle dudan de que los nuevos acuerdos puedan llegar antes del 2022, eso esperando que las restricciones de las negociaciones con Arabia Saudí puedan levantarse próximamente.
Tensión con la Premier
Esta mala noticia ha supuesto otro duro golpe para la línea de flotación de las 'Urracas' como ya lo fue aquella primera prohibición. Sin embargo, la junta directiva del club esperaba que aquella primera medida fuera solo un lavado de imagen de la Premier League tras la llegada del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí a Inglaterra. Un gesto de cara a la galería para reducir la presión internacional.
Sin embargo, la prórroga de esta medida ha puesto contra las cuerdas al club, que ahora está obligado a intentar camuflar su financiación saudí con otro tipo de acuerdos internacionales que no procedan directamente del gobierno de Mohamed Bin Salman. La famosa ingeniería financiera tan nombrada en el nuevo fútbol del Fair Play Financiero vuelve a hacer acto de presencia.
Esta decisión no ha sentado nada bien al Newcastle que, como club, está viviendo semanas de mucha tensión en sus conversaciones y negociaciones con la Premier League. En estos momentos existen una serie de confrontaciones que parecen complicadas de resolver, al menos por el momento y hasta que esta situación se relaje.
La dirección del campeonato inglés además, no solo cuenta con su fuerza propia, sino que lo hace también con la de mayoría de equipos que temen el poderío económico de los nuevos propietarios a los que acusan incluso de adulterar la igualdad y la competitividad de la competición. No hay que olvidar que el Newcastle es el último clasificado de la tabla y compite ahora por la permanencia contra equipos con un presupuesto infinitamente menor incluso con este tipo de acuerdos que restringen su poder.
En la propuesta de prohibir los acuerdos comerciales de los equipos ingleses con Arabia Saudí, 18 de los 20 clubes de la Premier League firmaron a favor, siendo ahora los mismos que han llevado hacia delante esta primera prórroga de dicha medida. Solo el propio Newcastle, que lógicamente votó en contra, y el Manchester City, que se abstuvo, fueron las notas discordantes en las negociaciones. Lógicamente, esto no impidió que la nueva ley que impera la expansión del campeonato por Arabia saliera adelante.
La incógnita del mercado
El principal punto al que podría afectar este revés que ha sufrido la entidad de St James Park es a su papel en el mercado de fichajes de invierno, el que prometía ser su primer gran show desde la llegada de la nueva propiedad. Los rumores en torno al club inglés iban desde una inversión nacional de 60 millones de euros para reforzar al equipo hasta la llegada de estrellas del fútbol europeo.
De momento, solo se ha producido un movimiento en el club, y es la llegada de Eddie Howe como nuevo entrenador tras el cese de Steve Bruce. Después de que sonaran nombres tan importantes como los de Antonio Conte, ahora en el Tottenham, Steven Gerrard, fichado por el Aston Villa, o Unai Emery, que continúa en el Villarreal, el elegido fue el exentrenador del Bournemouth.
Un fichaje que no concordaba con esa línea de lujo y grandeza que se esperaba, pero con el que quisieron dar una imagen de proyecto a largo plazo y alejado de fichajes más galácticos que útiles. Aún así, su aterrizaje en el mercado de invierno sí era esperada y ahora sin esos acuerdos, parece condenada a sujetarse hasta el próximo verano.
Había muchos rumores de posibles fichajes para el nuevo Newcastle, que había puesto su punto de mira en equipos como el Real Madrid. El interés en jugadores con cartel en la Premier como Gareth Bale o Eden Hazard era real, aunque también soñaban con reforzar la punta del ataque con Luka Jovic.
Estos nombres no eran los únicos en una lista de galácticos en la que también formaban nombres como Ousmane Dembélé, Vlahovic o Fofana. Fichajes que parecen abocados a no producirse, al menos por el momento, ya que el Newcastle empieza a estar atado de pies y manos a pesar de su fortuna intocable.
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