El Newcastle United continúa en la zona baja de la clasificación de la Premier League semanas después de su cambio de dueños. El conjunto británico, ahora liderado por un fondo de inversión saudí y un conglomerado de agrupaciones, se convirtió durante unas horas en el club de fútbol más rico del planeta. Sin embargo, ha pasado más de un mes y los entrenadores que se pretendían no han llegado y la estrategia en el mercado se ha limitado. Lo único claro es que la cúpula de la Premier ha entrado en crisis.
La adquisición de las 'urracas' por el fondo saudí vinculado con el polémico príncipe heredero, Bin Salman, ya generó polémica en su día. Las dudas sobre el respeto a los derechos humanos de Arabia Saudí, y la negativa a aceptar más petrodólares en la Premier League, provocaron que muchos clubes se negaran a permitir la transacción. Pese a todo, la competición acabó aprobando la compra al asegurarse el respeto a los derechos de retransmisión en el territorio y la no intervención de Bin Salman en la gestión.
El Newcastle, entonces, cambió de propietarios y recuperó la ilusión de la afición. En un primer momento se prometieron grandes incorporaciones con los cerca de 200 millones de euros con los que se disponían. La intención era romper el mercado y convertir al Newcastle United, ahora penúltimo de la Premier League, en todo un equipo a temer en la competición británica. Además, se pondría a un entrenador estrella al frente del proyecto para dar estabilidad a la idea de la nueva cúpula.
La realidad, pasadas unas semanas y enfriada la locura que recorrió la casa de todo aficionado, es que nada de eso ha pasado. El aspecto del nuevo entrenador, sin ir más lejos, es de lo más llamativo. El equipo inglés ha sondeado varios nombres de primer nivel. El principal Zinedine Zidane, que acabó rechazando esa posibilidad por no coincidir con sus objetivos profesionales. Poco después llegó la opción de Unai Emery, con quien también hubo conversaciones para acabar prefiriendo su continuidad en el Villarreal. Y, finalmente, se ha incorporado a un técnico menos popular como Eddie Howe que no ha controlado ningún club aspirante a títulos.
El técnico, que ya ha debutado sin grandes resultados, ha destacado durante sus comparecencias que en los últimos años ha evolucionado: "En cierto modo, perfeccioné mi filosofía y la modifiqué ligeramente respecto a años anteriores porque hay que evolucionar. Estoy satisfecho con el trabajo que hemos realizado".
Por si fuera poco, se espera que se siga el mismo camino en el aspecto de los fichajes de invierno. De esos 200 millones, la cifra descendió a 60 'kilos' para gastar en la próxima ventana de traspasos. Así lo confirmó The Telegraph, que indicó que en el club no querían despilfarrar fondos a las primeras de cambio conscientes de que cada jugador que les genere interés empezará a subir su precio de mercado debido a su poder adquisitivo.
Este mismo medio, además, adelantó un pacto entre el resto de clubes de la Premier League para frenar el ascenso del Newcastle. Según dicha información, los equipos de la competición británica acordaron no traspasar a ninguna de sus estrellas al Newcastle para frenar la intervención de los petrodólares de Bin Salman. Por ello, periódicos como The Times apuntan a que será el mercado de la Serie A italiana el principal objetivo del Newcastle United con nombres como De Vrij o Brozovic.
Golpe a la cúpula de la Premier
Además de no producirse ningún fichaje estrella y de generar el boicot del resto de clubes, el cambio de propietarios en el Newcastle ha provocado la dimisión en la cúpula de la Premier League. La competición británica, que estaba liderada por Gary Hoffman desde el pasado verano de 2020, sufrirá un cambio de dirigente. Hoffman, ha apuntado The Guardian, ocultó hasta el último momento las negociaciones con el Newcastle y el resto de clubes se enteraron por correo y por los medios.
Por si fuera poco, el dirigente sumó la polémica por la Superliga a su corto historial. Una atmósfera que le ha dejado en mal lugar y que hará estos próximos días se haga oficial su dimisión como líder de la Premier League. Un daño colateral de la compra de un Newcastle United que continúa a cinco puntos de la permanencia.
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