El culebrón de Kylian Mbappé ha llegado a su fin. Después de varios años de idas y venidas, el delantero galo es nuevo jugador del Real Madrid. Un futbolista dominante, sin duda entre los tres mejores del mundo, que llega al club blanco para defender su camiseta durante las próximas cinco temporadas.
Mbappé aterriza en el equipo campeón de Europa en un momento de máxima plenitud. Llega con 25 años y convertido en un jugador muy diferente al que maravilló a Florentino Pérez con sus actuaciones en el Mónaco. Ahora, mucho más maduro, más hecho físicamente y con nuevos recursos que le hacen un futbolista letal.
El delantero parisino ha sufrido una evolución tanto en su juego como en sus cifras anotadoras. Pasó de sus 21 goles en su primer año con el PSG a firmar 44 en la presente temporada. Un salto enorme que le ha convertido en uno de los jugadores más voraces del planeta. Porque no ha sido una campaña aislada, el curso pasado alcanzó los 41 goles, el anterior 39 y en el 42 en la 2020-2021.
Cualquiera podría pensar que el incremento goleador de la nueva estrella del Real Madrid supondría una menor involucración con el resto de sus compañeros, pero para nada ha sido así. Sí que es cierto que el número de asistencias ha bajado respecto a sus primeros años, a excepción del curso 21-22 en la que dio 26 pases de gol. Sin embargo, Mbappé siempre ha dado al menos 10 asistencias a sus compañeros por temporada. Unos registros (goles + asistencias) al alcance de muy pocos jugadores.
Su versatilidad
Está claro que la llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid dotará al equipo de una cuota goleadora de absoluta élite. Pero el fichaje de Kylian va mucho más allá. Para Ancelotti será una bendición tenerlo a sus órdenes, no solo por su calidad si no por su capacidad para ocupar los tres carriles de la zona de ataque.
Esa es una de las mayores virtudes del delantero francés. Se siente cómodo en la derecha, puede actuar en punta de lanza y es diferencial en el perfil izquierdo. Para Mbappé no existe un lado débil.
Bien es cierto que su posición predilecta es el extremo izquierdo. O por lo menos lo era en el inicio de su carrera. Poco a poco, Mbappé se ha ido reconvirtiendo a delantero centro y eso supone un gran alivio para Ancelotti. La banda zurda del Real Madrid tiene nombre y apellido, Vinicius Jr., por lo que lo lógico es que Kylian pase a ser la referencia en punta.
Es ahí donde ha marcado las diferencias en el PSG, especialmente en los últimos años. Ha partido desde la posición de delantero centro en 227 partidos a lo largo de su carrera logrando anotar 190 goles. Casi un tanto por partido. De hecho, en esta última Champions se vio la diferencia de ver a Mbappé en el centro o acostado a una banda.
Jugando en punta creó muchos problemas al Barça y al Dortmund. Sin embargo, cuando estaba encasillado en el perfil izquierdo le costó mucho más ante la férrea defensa de los alemanes. Al estar menos liberado, no pudo brillar como se esperaba y el PSG quedó eliminado de la Champions.
Mbappé también puede jugar en el perfil derecho aunque es cierto que lo ha hecho con menos asiduidad que en el resto de posiciones del frente de ataque. En total han sido 57 partidos en los que ha convertido 28 goles.
Pánico en los rivales
El fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid ha supuesto un golpe de efecto en el fútbol europeo. Los mejores clubes del mundo han visto como el vigente campeón de Europa se ha reforzado con uno de los mejores futbolistas del planeta por lo que la misión de superar al club blanco se antoja más difícil si cabe de cara a los próximos años.
Y hablamos a largo plazo porque Florentino Pérez está creando una estructura muy sólida a base de jugadores jóvenes con proyección de ser referentes en sus posiciones. A Mbappé hay que sumar futbolistas como Vinicius, Rodrygo, Bellingham, Camavinga, Güler, Tchouaméni... Entre otros.
No se puede olvidar tampoco que también aterrizará en el Real Madrid este verano Endrick. La joven joya brasileña será la guinda a un ataque que tiene pinta de ser histórico. Una constelación de estrellas preparada para seguir escribiendo la historia del club blanco con letras de oro.