"Es lo que quería él. Retirarse en lo más alto y lo ha conseguido". Estas palabras de Florentino Pérez al término del encuentro resumen a la perfección lo que ha sido Toni Kroos durante su paso por el Real Madrid. El conjunto blanco se llevó la victoria en la gran final de la Champions frente al Borussia Dortmund y con ello se puso punto y final a la etapa del alemán en el conjunto merengue.
El equipo de Carlo Ancelotti, en un partido que no fue del todo bueno, sobre todo en el primer tiempo, consiguió tirar de oficio e hizo valer su experiencia en las grandes citas para levantar su decimoquinta Copa de Europa. Un hito que para jugadores como Toni Kroos suponía alcanzar los seis entorchados, récord de la competición igualando la mítica marca establecida hace más de 50 años por Paco Gento.
Los goles de Dani Carvajal de cabeza y de Vinicius Junior con disparo cruzado de zurda sirvieron al 'Rey de Europa' para cerrar una temporada que ha sido histórica con los títulos de La Liga y de la Supercopa de España al que se une esta Champions League. Un encuentro, el disputado en Wembley, que ha sido especialmente emotivo para un hombre: Toni Kroos.
El adiós soñado de Kroos
Toni Kroos ha disputado ante el Borussia Dortmund sus últimos minutos como jugador del Real Madrid y es que el germano anunció hace unos días que esta temporada se retiraría del fútbol profesional. El adiós oficial y definitivo llegará cuando dispute la Eurocopa con Alemania, sin embargo, sobre Wembley, dejó sus últimos destellos de fútbol con la camiseta blanca.
El centrocampista se retiró del campo en el minuto 85 dejando su lugar a su gran amigo Luka Modric y de camino al banquillo se marchó celebrando el triunfo merengue. Una imagen icónica y que le define como gran líder de este vestuario: "Es un jugador que será gran leyenda del Real Madrid y está hoy muy contento por todo lo que ha hecho".
Así definía Florentino Pérez, el gran ideólogo de su fichaje en el verano de 2014, las sensaciones vividas este 1 de junio, un día que ya es historia blanca. A pesar de la despedida tan emotiva que tuvo el centrocampista alemán el pasado sábado en el Santiago Bernabéu, afición y jugador se guardaban un último baile para la gran final de Wembley. Toni lo sabía y por eso se guardó su última exhibición para cuajar un segundo tiempo de escándalo.
Pero el momento que nadie quería experimentar llegó y con él se hizo realidad la materialización de ese sueño, la retirada por todo lo alto. El reloj marcó el minuto 85 del encuentro y con él, el final del camino de Kroos vestido de blanco. Con todo ya prácticamente resuelto, el fútbol dejó paso a la emoción y a la historia. Carlo Ancelotti llamó a Luka Modric que calentaba en la banda para entrar en el terreno de juego. Y el croata se preparó junto a Joselu para saltar al césped.
Era el momento que todos esperaban, el relevo de dos amigos. El cuarto árbitro mostró el cartelón y, efectivamente, Toni Kroos se marchaba del terreno de juego de Wembley. Esos habían sido sus últimos instantes como futbolista profesional del Real Madrid y es que el alemán ya no se volverá a vestir de corto para defender los colores del club blanco.
Una vez se iluminó el cartel luminoso con el '8', el jugador alemán rompió a llorar y con él lo hizo todo el madridismo. Muchos jugadores que estaban sobre el césped se acercaron para felicitarle y agradecerle los servicios prestados, así como haber compartido equipo, vestuario y hazañas con una leyenda de la grandeza de Toni, ganador de 6 Champions League desde esta misma noche. Cinco de ellas con el que ya es el club de su vida.
El más efusivo, sin duda alguna, fue Vinicius. El jugador brasileño, en cuanto vio que se marchaba el centrocampista alemán, corrió para abrazarle y despedirle como se merecía un jugador de su talla. Y Kroos estalló de emoción señalando a la afición mientras abandonaba el terreno de juego.
Los aficionados que abarrotaban las gradas de Wembley se fundieron con el mediocampista en un momento único. Sin duda, lo más emotivo de una noche para recordar eternamente. Una despedida a la altura de un genio silencioso y tranquilo que llevó su sello personal hasta las últimas consecuencias.
Como si de un guion cinematográfico rescatado de los mejores directores de Hollywood se tratara, su salida de Wembley guardó un paralelismo perfecto con uno de sus momentos dorados de blanco. A muchos aficionados les evocó a éxitos del pasado que jamás volverán a vivir con el alemán.
Sus pasos abandonando el césped del coliseo londinense, brazos en alto y alentando a las masas como un gladiador después de la batalla, recordaron sin duda a su salida del terreno del Millennium Stadium de Cardiff cuando el Real Madrid consiguió la Duodécima gracias al doblete de Cristiano Ronaldo frente a la Juventus.
Ahora, tres Champions después, el conjunto blanco ha despedido a Toni Kroos con los mayores honores posibles. En el futuro más próximo, solo quedará desearle lo mejor de cara a la próxima Eurocopa, su última cita como futbolista. Eso sí, el alemán se ha marchado haciendo lo que mejor sabe hacer: dando la asistencia del primer gol a Dani Carvajal y dejando una exhibición clave en la segunda parte en la que ha rozado el tanto con dos lanzamientos de falta espectaculares.
El genio de Greifswald se guardó un último vals lleno de pureza y sensibilidad para su última puesta de largo como jugador del Real Madrid. Toni, que ha sido el futbolista que más pases ha hecho que han roto las líneas rivales en la Champions League esta temporada y el que más pases ha dado en el último tercio, se marchó de Wembley con una efectividad del 96,8% en sus envíos.
Al ritmo de los controles exquisitos y de los pases milimétricos de su metrónomo preferido, el Real Madrid construyó su triunfo en un segundo tiempo que nada tuvo que ver con el primero. El paso por vestuarios, donde el propio Toni Kroos alzó la voz, cambió el destino del adiós soñado.
Además, Gregor Kobel, con sendas estiradas, le estropeó la guinda del pastel y la foto perfecta. Sin embargo, Kroos ya había tocado el cielo de Londres. Y para siempre recordará que la capital londinense fue la última ciudad que le vio reinar vestido de blanco impoluto.
El 7 de mayo del año 2006, el Real Madrid vivió la despedida de otro de sus astros. Aquel día, una mítica pancarta recogió el sentir de todo el madridismo en el Santiago Bernabéu: "Árbitro, no pites el final que Zidane se nos va". Este 1 junio, con Zidane sobre el césped de Wembley al ser el encargado de presentar el trofeo de la Champions, muchos han recordado aquellas letras que podrían reescribir a la perfección el dolor y el vacío futbolístico y emocional que supone la marcha de un maestro como Kroos.
Pero para los más nostálgicos, todavía habrá un último baile y un último adiós. Su baño de masas definitivo llegará este domingo en el Santiago Bernabéu y en Cibeles, cuando el Real Madrid ofrezca a toda la hinchada merengue la conquista de la Champions League.
Una despedida de altos vuelos para un jugador de época que, tras el pitido final, lloró de emoción con sus compañeros y también con algunos aficionados en la grada. El broche de oro a una noche de leyenda la puso su técnico, Carlo Ancelotti, quien se guardó la más profunda de las despedidas: "Kroos ha terminado su carrera en lo mejor. Cualquiera querría terminar así. Ha sido una carrera fantástica y tenemos que respetar lo que ha elegido".