El FC Barcelona continúa con su tiranía en el fútbol femenino. El conjunto azulgrana arrolló a la Real Sociedad (8-0) en la final de la Copa de la Reina y está cada vez más cerca del ansiado triplete. Les queda la final de la Champions del próximo sábado frente al Olympique de Lyon.
El conjuno dirigido por Jonatan Giráldez se encargó de que la final copera no tuviera ninguna emoción. En menos de media hora ya había marcado cuatro goles dejando claro su enorme superioridad respecto al resto de equipos españoles.
Nada pudieron hacer las vascas ante el vendaval ofensivo del Barça. Salma Paralluelo fue un puñal por la banda, Ona Batlle se destapó como goleadora y la noruega Hansen tampoco falló a su cita con el gol. Un repaso de inicio a fin que sirvió para que las culés recuperaran el cetro de la Copa tras lo ocurrido el curso pasado.
Ahora, la mente de las jugadoras ya está puesto en San Mamés. En apenas siete días, el sábado 25 de mayo, buscarán ponerle el broche de oro a la temporada con la consecución de su tercera Champions. Tendrán que batir al Olympique de Lyon y no será una misión fácil. Pero el Barça es capaz de todo.
Inicio arrollador
Las opciones de la Real Sociedad pasaban por mantener el resultado y llegar viva al final del choque. Sin embargo, a las primeras de cambio el conjunto azulgrana golpeó directamente al mentón. Claudia Pina perdonó en el 3' de juego, pero se desquitó dos minutos después con un pase sensacional que sirvió para abrir la lata.
Fue Ona Batlle la encargada de adelantar al Barça. No faltó suspense, pues el tanto estuvo en revisión por posible fuera de juego durante más de tres minutos. Claudia Pina recibió en unos metros por delante de la medular y filtró un pase preciso a la espalda de la zaga vasca para dejar a su compañera en una posición muy ventajosa. Batlle centró, pero su envío lo despejó una zagera. El rechace le cayó de nuevo a sus botas y remató de primeras para batir a Elene.
Sin tiempo para reaccionar llegó el segundo de las chicas de Giráldez. En el 13' Salma Paralluelo amplió la renta de su equipo después de un cabezazo inapelable. Mariona Caldentey ganó línea de fondo y puso un centro medido al segundo palo. Allí, la atacante zaragozana se elevó por encima de todas y conectó un testarazo imposible de detener para la guardameta de la Real Sociedad.
La fiesta siguió y Hansen puso el tercero en el marcador tras un error de la defensa txuri-urdin. Salma disparó desde la frontal, pero se topó con una gran mano de Elene. Sin embargo, las centrales realistas se quedaron paradas y Hansen aprovechó su indecisión para recoger el rechace y rematar a placer. Fue un inicio arrollador del Barça que en menos de 20 minutos dejó la final de la Copa de la Reina vista para sentencia. Monopolizó el balón, ahogó a su rival en la presión y no falló a su papel de favorito.
Durante la primera mitad se vieron dos goles más, ambos del lado azulgrana. Antes de la media hora de juego Hansen firmó su doblete al rematar de primeras un centro de Salma y en el 33' Ona Batlle también marcó su segundo tanto de la tarde al definir con clase en el interior del área en otra de sus numerosas internadas. Fueron 45 minutos de pura exhibición culé.
Mismo guion
Tras el paso por los vestuarios el choque siguió con el mismo guion. El Barça continuó con su fiesta y a los tres minutos de la reanudación siguió aumentando la renta en el marcador. Esta vez fue Mariona Caldentey quien estrenó su cuenta particular. El gol llegó tras un grave error de Nahia Aparicio, quien perdió un balón en el interior del área en detrimento de Salma que le dejó el cuero a placer a Caldentey.
Sin conceder un respiro, el Barça volvió a marcar otro gol, el séptimo de la tarde. Una paliza de escándalo. De nuevo a portería a vacía, pero esta vez con la firma de Claudia Pina en una acción que fue revisada por el VAR por un posible fuera de juego al inicio de la jugada.
Giráldez movió el banquillo ya con la mente puesta en el choque de la próxima semana frente al Lyon por el cetro del fútbol europeo, pero hubo tiempo para otro gol más de su equipo. Fue Mariona Caldentey quien cerró la goleada después de un grave error de la defensa vasca en salida de balón.