Jorge Pacheco David Vicente

"Lo que ha hecho Vinicius en esta semifinal es algo que no lo podemos ver muchas veces". Carlo Ancelotti no podía ocultar su asombro por el partido que hizo el brasileño en la noche mágica del madridismo vivida este miércoles en el Santiago Bernabéu. Fue electrizante, como siempre, y más capitalizador del peligro blanco que nunca. Un partido sólo a la altura de los mejores del mundo, y ahora hay muy pocos que se le puedan acercar.

En el 2-1 del Real Madrid al Bayern Múnich se vio una de las actuaciones individuales más dominantes de toda la temporada. La mayor de todas, si bien no se recuerda algo así en jugadores como Kylian Mbappé, Harry Kane o Jude Bellingham, y menos en un escenario tan imponente como es la vuelta de unas semifinales de Champions.

El cruce contra los bávaros, siendo el MVP tanto de la ida como de la vuelta, catapulta a Vinicius en la lista de favoritos al Balón de Oro. Es difícil imaginar alguien por encima de él en estos momentos, aunque deberá confirmar su candidatura en una final de Wembley que le espera como otro posible punto de inflexión en su carrera.

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Ya lo fue la final de París, en la que anotó el gol de la victoria a pase de Fede Valverde. En 2022 dejó de ser promesa para consolidarse como estrella de talla mundial. Esta Champions va camino de auparle a una dimensión superior, a una posición donde habite él sólo dejando por debajo a figuras como el mencionado Mbappé o Haaland.

Se vio a un jugador superior en el Bernabéu. Desde el primer ataque del partido, Vinicius se echó al equipo a las espaldas. También se encargó de ir caldeando las gradas del estadio para que llegaran en plena ebullición al momento de la verdad. Era un futbolista inyectado por la grandeza del momento, se le notaba en los ojos, al más puro estilo de Cristiano Ronaldo.

Vinicius Jr. en el Santiago Bernabéu EFE

Pronto dejó claro a Joshua Kimmich que le esperaba una noche de pesadilla. Las ayudas al alemán, desbordado por Vini, no pararon de llegar de sus compañeros: De Ligt, Laimer y Sané... Casi medio equipo volcado sobre un sólo jugador que parecía encontrar siempre la ruta de escape. Daba igual que fuera por el centro del ataque o por la banda, el escapista Vinicius dejaba su sello cada vez que entraba en contacto con el balón.

La primera que creó fue un lanzamiento que acabó en el palo luego de que Neuer tocara lo justo el balón con la yema de los dedos. El rechace le cayó a Rodrygo, con todo a favor, y su remate fue blandito a las manos del portero. El '11' del Madrid, a diferencia de su compatriota, no iba a estar fino durante toda la noche y no aprovechó ninguna de las oportunidades que este le regaló.

Hizo tres tiros a puerta y todos fueron claves en el partido. En la primera parte realizó uno que parecía un centro, que se fue envenenando provocando la reacción felina de Neuer para rechazar a córner. En la segunda parte, ya con el 0-1 en el marcador, todas las ofensivas del Madrid se volcaron en sus piernas. 

Vinicius realizó una acción brillante regateando a tres jugadores del Bayern en el área y sacando un latigazo con su diestra que obligó a Neuer a realizar otra gran parada. En el córner posterior ocurrió el polémico gol anulado a Nacho. Vini no cesó a pesar de que el tiempo se echaba encima y, en el minuto 88, volvió a disparar desde lejos; el bote sorprendió a Neuer, al que se le escapó el balón de las manos, y Joselu, el más astuto de todos, apareció para empujarla hacia dentro. Tres minutos más tarde se consumó la locura madridista con el segundo tanto del delantero gallego.

No marcó Vinicius, pero indudablemente tuvo la actuación más destacada de la noche. Todo eran elogios para él tras el partido. El argentino Alejandro Garnacho comentaba una publicación en redes y decía lo que hoy muchos piensan: "El mejor jugador del mundo". El streamer Ibai Llanos también advirtió a todos los haters del brasileño: "Si Vinicius gana un Balón de Oro, os vais a arrancar los pelos".

Vini también habló ante algunos medios tras el partido, pero su mensaje fue mirando hacia el colectivo. "La unión de nuestro equipo siempre va a hacer la diferencia. Si tengo que bajar a defender por ganar, yo voy a bajar [...] Soy un afortunado de poder jugar todos los partidos con esta camiseta", decía. En redes sociales también un publicó un emotivo mensaje en el que hizo mención a Florentino Pérez: "Presi, muchas gracias por traerme al mejor club del mundo". En la celebración en el césped, cogió el micro en el fondo sur y cantó el "Cómo no te voy a querer...".

Celebración de Vinicius con la afición del Bernabéu

Fue la noche de Vinicius, ovacionado por todos sus compañeros y el staff cuando llegó al restaurante al que fueron a celebrar el pase a la final de la Champions. Es también su temporada, aunque se haya perdido algunos partidos por las lesiones: suma 21 goles y 11 asistencias. Desde marzo ha creado 13 acciones de gol (9 tantos y 4 asistencias), sólo una menos que Mbappé (11 y 3) y dos que Kane (12 y 3), con la diferencia de que únicamente él estará en la final de Wembley el próximo 1 de junio.

Vinicius está 'facturando', incluso, por encima de su xG (goles esperados). Tanto en Champions como en Liga como en la Supercopa de España, las tres competiciones en las que ha marcado, eleva algo más sus cifras de lo que se podría esperar.

Otra exhibición más a la colección de Vinicius. A sus 23 años, este joven salido del municipio brasileño de Sao Gonçalo (Río de Janeiro) va camino de ser el mejor del mundo. Una buena actuación en la final de Londres y volverse a casa con La Decimoquinta bajo el brazo le dejará en bandeja su primer Balón de Oro. Lo ganaría antes que Mbappé y que Haaland, para así ponerse a la cabeza de la Next Gen tras la era de Leo Messi y Cristiano.