La España de Luis de la Fuente sueña con reinar: la Euro 2024 pone a prueba el cambio generacional
Salvo por la excepción de la reciente Liga de Naciones, la Selección lleva desde 2012 lejos de los títulos y sigue sin sobreponerse a la despedida de una hornada irrepetible.
2 enero, 2024 02:15Qué lejos se ven ya en el espejo retrovisor los grandes éxitos de la Selección. Aquella época dorada en la que España maravilló al mundo entero y se convirtió en la envidia de cualquiera, con la consecución de las Eurocopas de 2008 y 2012, y el Mundial de 2010 en Sudáfrica, quedan ya demasiado atrás en el tiempo.
No sólo se trata además de una cuestión temporal esta sequía de títulos (con respeto de la Liga de Naciones), sino especialmente de un asunto puramente futbolístico. Es obvio que aquella generación y su forma de jugar al fútbol será algo prácticamente irrepetible, por algo los mejores equipos de la historia se ven muy de vez en cuando. Sin embargo, desde entonces el combinado nacional ha estado demasiado lejos de los mejores.
La debacle de caer en la fase de grupos en el Mundial 2014 y la de no superar los octavos de final ni en 2018 ni en 2022, así como el batacazo de los octavos de final en la Eurocopa de 2016 han devuelto a la Selección a otro plano más parecido al de hace un tiempo. Tan sólo las semifinales de la Euro 2020, con muchas particularidades además, suponen un pequeño estímulo.
Este 2024 aparece en el horizonte una nueva Eurocopa, o lo que es lo mismo, una nueva oportunidad para que España pueda resarcirse. A tenor de los resultados, desde luego ha quedado claro que el relevo generacional ha sido traumático y no está saliendo según lo esperado, pero en Alemania las tornas pueden cambiar.
Hay, de hecho, un nuevo jefe al mando. Bajo la batuta de Luis de la Fuente se han visto brotes verdes en el equipo de todos. No en vano, el nuevo seleccionador lideró a la Selección hacia el título de la Nations League y lo de Alemania 2024 puede ser la consolidación de un proyecto que quiere cerrar de una vez por todas el debate del cambio generacional.
Sin la resistencia
La próxima Eurocopa 2024 será la primera gran cita que encarará la Selección sin un solo resto del último equipo que consiguió levantar un gran título. Pese a que hace ya más de una década desde que se venció a Italia en aquella final perfecta del 2012, todavía el pasado mes de diciembre en Qatar 2022 había algún vestigio de aquel equipo campeón.
Tanto Jordi Alba como Sergio Busquets se colaron en la lista de Luis Enrique para la Copa del Mundo y no sólo eso, sino que además fueron piezas importantes, titulares habituales. Sin embargo, la etapa de ambos en el combinado nacional llegó a su final para dejar el paso a otros que llegaran con mejores energías y más piernas.
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Sergio Busquets anunció tras el Mundial que hasta allí había llegado su trayectoria en la Selección. El ancla del centro del campo, el hombre al que dijo Vicente del Bosque querría parecerse como jugador, se despedía con una brillante trayectoria a sus espaldas para dejar paso a los últimos años de su carrera deportiva de una manera más relajada.
Jordi Alba todavía aguantó un poco más. Prolongó su vínculo unos meses más allá y lo hizo además para cerrar un círculo perfecto porque se fue ganando. Su última imagen con la Selección será levantando el título de la Nations League el pasado mes de agosto, así que tampoco estará este próximo verano en Alemania.
En busca del equipo
Hace tiempo que a la Selección le cuesta encontrar el rumbo. Acostumbrada durante muchos años a estar lejos de los títulos pese a tener siempre el cartel de aspirante, lo cierto es que después de la etapa más exitosa de su historia España no ha sabido encontrar un camino continuista con la victoria.
Como si el 2012 hubiera abierto una brecha insalvable, desde entonces cuesta mucho reconocerle la cara al combinado nacional. El propio Vicente del Bosque, que tanta gloria le dio al palmarés de la Selección, ya experimentó la caída en el Mundial de 2014. Sus sucesores tampoco consiguieron, con más o menos acierto, encontrar un equipo fiable que permitiera soñar a la afición.
Durante la etapa de Luis Enrique, por ejemplo, los vaivenes fueron constantes. Era complicado encontrarse una convocatoria sin varias sorpresas grandes, así que cada lista se convertía en una incógnita que, por otra parte, no ayudaba a consolidar un bloque más o menos fijo.
En los últimos tiempos España ha perdido identidad y también gancho con la afición. Está falta de grandes estrellas, es cierto, y eso siempre juega en contra. Ya no hay figuras carismáticas como las de Iker Casillas, Sergio Ramos, Xavi Hernández, David Villa o Fernando Torres, y eso también ha llegado a pasar factura a nivel de vestuario, ya que se ha visto la falta de algunos líderes en momentos determinados.
Le toca ahora, por lo tanto, a algunos dar un paso al frente para tratar de devolver la ilusión y meter de nuevo al combinado nacional en la pelea por los títulos. Luis de la Fuente, un hombre con un perfil muy diferente al de Luis Enrique, parece haber dado de alguna manera con la tecla y en cierto modo está reconduciendo la situación con un equipo reconocible.
Cuenta el míster con gente veterana que aporta experiencia como Dani Carvajal o Álvaro Morata, pero también necesitará de la nueva savia que, no obstante, está más que probada en la élite como son los Gavi, Pedri, Ferran Torres, Lamine Yamal o Nico Williams. Lástima que el primero de ellos no pueda estar en la Euro por la desgraciada lesión que sufrió en la fase de clasificación.
Hay un tercer bloque que se dibuja en la Selección, ese de jugadores con una edad intermedia que parece la perfecta para jugar al fútbol. Figuras que rondan los 27 años, con unas tablas más que suficientes al máximo nivel pero con hambre todavía y unas energías por encima de los más veteranos.
Son hombres como Unai Simón, Le Normand, Fabián, Oyarzabal, Mikel Merino, Pau Torres o Rodri. Quitando al del Manchester City de la ecuación, quizás ninguno de ellos sea el mejor del mundo en su puesto y eso le hace perder puntos a España, pero la clave de esta Selección puede estar en la mezcla y en la manera de encajar las piezas.
Por el momento, el camino hacia la Euro ha sido casi perfecto y hay una Nations League que sirve de impulso. El reto es mayúsculo porque en la Euro 2024 hay otros equipos llamados a llegar lejos como Inglaterra, Italia, Francia o la anfitriona Alemania, pero España quiere recuperar su trono y confirmar que no se le sigue haciendo bola el cambio de generación.