El fútbol modesto español sigue siendo un escenario muy atractivo para grupos inversores de dudosa reputación. Estos supuestos 'salvavidas' encuentran en las categorías inferiores un lugar inmejorable para desarrollar sus negocios y, en ocasiones, para cometer irregularidades que están vinculadas con temas tan oscuros como el narcotráfico y el blanqueo de capitales.
La última víctima de ello ha sido el Club Deportivo Guadalajara. La Policía Federal de Argentina desarticuló este viernes una red de lavado de dinero que estaba vinculada al tráfico de drogas y que extendía sus tentáculos en otros países como Brasil y España, donde esta organización aprovechó para hacerse con el control del club alcarreño.
Esta banda de narcotraficantes estaba liderada por 'Mameluco' Villalba, que dirigía una de las redes más extensas dedicadas a la venta de estupefacientes en el conurbano bonaerense. Villalba se encuentra actualmente en la cárcel cumpliendo una pena de 27 años en la Cárcel de Ezeiza, pero eso no le impidió liderar una serie de movimientos entre las que estaba la adquisición del Guadalajara.
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En esta trama de narcotráfico y de blanqueo de capitales también estaban involucrados los hijos y los familiares cercanos del 'Mameluco' Villalba. La causa está todavía bajo secreto de sumario, pero la Policía Federal ofreció la información suficiente como para conocer algunas operaciones de esta banda criminal.
La familia Villalba llegó a financiar a través de un grupo inmobiliario la compra del Club Deportivo Guadalajara, una operación que les sirvió para dar un paso más en el blanqueo de capitales. Sin embargo, las autoridades informaron de que este equipo, que milita en Segunda RFEF y que hace apenas unos años estuvo en el fútbol profesional, no era su principal vía para esta actividad del lavado del dinero.
Una agencia de representación
El CD Guadalajara no fue el único organismo que tocaron relacionado con el fútbol español para sus operaciones de blanqueo de capitales, sino que la banda también se hizo con el control de una agencia de representación de deportistas.
A través de ambas compañías, el grupo inmobiliario incurría supuestamente en la "expulsión y blanqueo de capitales con la compraventa de jugadores" de fútbol, entre los que se encontraba el hijo de uno de los socios fundadores de la constructora, según confirmó la Policía Federal de Argentina.
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Al parecer, la banda de narcotráfico financiaba el grupo inmobiliario que adquirió el Guadalajara y la agencia de representación de futbolistas. Posteriormente, la inmobiliaria invertía en edificios y en barrios privados tanto en Argentina como en Brasil a través de una casa de cambio de divisas ilegal y que en Argentina se conocía como 'cueva'.
Además, los Villaba utilizaban dos financieras ilegales en Buenos Aires y operaban un establecimiento de compra y venta de vehículos, de los que también se nutrían para llevar a cabo los movimientos ilegales de droga.
Se estima que las operaciones de lavado de activos generaron a los Villalba ganancias por la suma de cuatro millones de dólares entre 2020 y 2021.