El fútbol modesto español ha vuelto a ser testigo de una brutal agresión en un terreno de juego. Ocurrió el pasado sábado 3 de noviembre, en el partido entre el Santa Pola A y el Jove Español B del grupo 8 de la 1ª Regional de juveniles. Enzo, un futbolista de 17 años, cayó inconsciente en el campo tras ser golpeado por un rival cuando el balón no estaba siquiera en juego.
En un partido que de por sí estaba siendo brusco, una fuerte entrada en los instantes finales del mismo hizo que la tensión explotara por todos los lados. Fue entonces cuando el jugador del equipo de San Vicente del Raspeig recibió la agresión por la espalda, "un codazo de arriba a abajo al cuello", tal y como denuncia el club del futbolista.
Enzo se desplomó en el campo y recibió asistencia ahí mismo antes de que llegara una ambulancia, que lo trasladó al hospital. Sergio Ruiz, el entrenador del Jove Español B, denunció también el comportamiento del agresor en un momento en el que la víctima "se debatía entre la vida y la muerte".
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"Espero que la agresión no quede impune. Que el dorsal 16 del Santa Pola pague por ello. Mientras yo atendía a mi jugador, a dos metros de él, me decía, tocándose los genitales, 'maricón, he sido yo' y me mandaba besos. Mientras, mi jugador se debatía entre la vida y la muerte", narra el técnico sobre los hechos.
El futbolista de 17 años no recordaba nada de lo ocurrido cuando recuperó la consciencia. Enzo se encuentra en casa tras mejorar su condición, pero hasta este martes seguía sufriendo vómitos y mareos, como relata su entrenador.
Polémica con el árbitro
El Jove Español se comunicó con el Comité de Competición por los hechos mediante un escrito en el que también denuncia la actuación del árbitro, acusándole de "hacerse el loco". El colegiado indicó en el acta del partido que un jugador "quedó inconsciente debido a un golpe, el cual desconozco, teniendo que ser atendido y retirado por una ambulancia".
Hay dos versiones, la del colegiado y la del club. El árbitro también relató que, tras caer el jugador inconsciente al suelo, el campo fue invadido por "200 personas" y el padre de la víctima le lanzó una botella de agua. La respuesta del Jove Español es que el público aquel día no llegaba "a 20 o 30 personas" y que las personas que saltaron al campo lo hicieron para atender al joven agredido: "No estuvo en peligro la integridad física del árbitro".
El club también señala que el padre del jugador se acercó para ver a su hijo "que peligraba su vida". "De la impotencia y ver que el árbitro no hizo nada, se acercó y le dijo: 'La culpa de todo esto la tienes tú, nadie más. Solo tú'. Tiró la botella de agua al suelo [...] pero ni mucho menos le impactó fuerte [a los pies del colegiado]".
El Jove Español espera ahora la reacción de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana, mientras que la madre del joven agredido ya ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil.