La sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) está siendo registrada por la Guardia Civil desde primera hora de este jueves dentro del marco del 'caso Negreira'. El magistrado Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, ordenó el dispositivo en búsqueda de documentos y archivos relacionados con los más de 7 millones de euros que el FC Barcelona pagó al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira.
El dispositivo se centra sobre las oficinas del propio CTA, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Participan efectivos de la Unidad de Policía Judicial de la Zona de Cataluña de la Guardia Civil, que buscan aquellas actas de las reuniones en las que Negreira y sus colaboradores puntuaban las actuaciones de los árbitros de Primera y Segunda. Esta diligencia está decretada secreta.
En paralelo, el juez instructor ha dictado un auto en el que imputa un delito de cohecho al FC Barcelona así como a Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, José María Enríquez Negreira y su hijo Javier Enríquez Romero.
La Guardia Civil elaboró un informe sobre el caso Negreira, al que tuvo acceso EL ESPAÑOL, en el que concluía que el llamado "índice corruptor" servía al CTA para tener un control de la "carrera y promoción profesional" de los colegiados "designando a los delegados-informadores".
En sus conclusiones, el Instituto Armado señala que el propio Enríquez Negreira confirmó su "capacidad de influencia y poder de decisión" sobre el arbitraje español. Explicó ante la Agencia Tributaria que "cada semana o 15 días revisaban las actas arbitrales y puntuaban a los árbitros". Los investigadores destacan que "en función de esa puntuación" el colegiado "podía ascender de categoría". Según el vicepresidente arbitral, el CTA "disponía de un informador que revisaba si el arbitraje había sido correcto".
La dependencia de Negreira
El mismo informe resalta que Enríquez Negreira tenía una gran dependencia económica del FC Barcelona. Una conclusión a la que llega al comparar el dinero recibido por el vicepresidente de los colegiados entre 2016 y 2018 del club catalán y por su función en el Comité Técnico de Árbitros.
El Barça abonó más de dos millones de euros a Negreira en estos tres últimos años en los que duró su relación comercial. El pago se hizo a través de la empresa Dasnil 95 SL, que administraba el dirigente arbitral.
Esta cifra contrasta con lo que respondió la RFEF al requerimiento judicial que se le hizo. Negreira sólo recibió 8.544,75 euros por ocupar el cargo de vicepresidente del CTA. El concepto de este pago fue por asistencia a reuniones, pruebas físicas y seminarios.