Dieciocho años después Sergio Ramos volvió a enfundarse la elástica del Sevilla. Lo hizo en el Pizjuán, ante su gente, que le recibió con una ovación. El camero fue titular en la victoria de los suyos ante Las Palmas. Evitó un gol con una gran acción defensiva. "Ya puedo morir tranquilo", declaró.
La vuelta de Ramos al Sevilla llegó en un momento de máxima necesidad para el club hispalense. El conjunto dirigido por José Luis Mendilibar llegaba a la cita como colista después de perder los tres primeros partidos de liga. Tocaba reaccionar y el técnico vasco no dudó en poner al camero en el once titular.
Sergio Ramos se erigió como el líder de la defensa sevillista. Con su presencia, el cuadro de nervión firmó su primera victoria de la temporada y también su primera portería a cero. El zaguero andaluz, que fue ovacionado por la parroquia sevillista, firmó un partido notable y salvó un tanto a bocajarro.
"He sentido una emoción muy grande como me pasó el otro día. Muy ilusionante reencontrarme con mi gente, mi casa, mi afición. Es algo único, no se puede describir con palabras y qué mejor manera de hacerlo que con una victoria. Que sea el comienzo de una buena racha", apuntó Ramos en zona mixta.
Reencuentro con su afición
Sergio Ramos volvió a reencontrarse con la afición del Sevilla. El día que se hizo oficial su fichaje los Biris Norte, ultras del equipo, lanzaron un comunicado mostrando su inconformidad con la llegada del camero. Quedaba ver como le recibían en su redebut.
La facción más ultra se mostró reacia a ovacionar a Sergio cuando su nombre apareció en el videomarcador, algo que sí hizo prácticamente el resto del estadio. Los Biris sí celebraron con vítores esa jugada en la que el defensa sacó el balón de la línea, que además había sucedido en la portería del Gol Norte, donde se alojan los más fieros seguidores del Sevilla. Nada más terminar el partido Ramos acudió junto a sus compañeros a esa grada para aplaudir.
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Preguntado por los aplausos recibidos, cuando muchos auguraban algún que otro pito, Ramos se sinceró así: "He sentido una emoción muy grande, como el otro día. Ha sido un día muy ilusionante. Es único, no se puede describir con palabras. Hay que vivirlo para poder sentir algo igual. Espero que este sea el comienzo de una buena racha. Tenía un poco de dudas al principio, pero el otro día con el recibimiento que tuve... Me lo llevo a la tumba, ya me puedo morir tranquilo. He recibido ese cariño que uno necesita".