El ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, declarará ante el juez como investigado el próximo día 15. Así lo ha decidido el magistrado de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, que le interrogará por el beso en la boca que dio a la futbolista Jennifer Hermoso durante la final del pasado Mundial femenino.
Este lunes, el juez admitió a trámite la querella presentada por la Fiscalía contra Rubiales, que le atribuye los delitos de agresión sexual y de coacciones. Por ello, el exdirigente futbolístico será interrogado a partir del mediodía del próximo viernes, tal y como establece una providencia fechada este martes.
El magistrado ya ha solicitado a Radiotelevisión Española (RTVE) el vídeo o vídeos que tenga en sus archivos "que recojan el momento, desde todos los ángulos, en el que el querellado besa a la denunciante".
La Policía Judicial también tendrá que recabar y entregar al Juzgado Central de Instrucción número 1 los minutos de emisión, "inmediatamente anteriores y posteriores al hecho", que fuesen grabados por las cámaras de la cadena pública y que recojan instantes de la celebración del triunfo de la Selección de fútbol femenino.
El partido fue emitido el pasado 20 de agosto en La 1 de TVE, desde Sídney (Australia), donde se disputó.
[El juez admite la querella contra Rubiales y pide a RTVE los vídeos del beso a Jenni Hermoso]
El juez De Jorge también ha solicitado a varios medios de comunicación el vídeo de la celebración en el autobús de la victoria en el Mundial, posterior a que Hermoso recibiera el beso de Rubiales.
De hecho, en dichas imágenes se aprecia a la jugadora bromear con lo ocurrido. Se trata del vídeo que avanzó EL ESPAÑOL y que decenas de periódicos y televisiones replicaron después.
Jenni Hermoso, en el vídeo que ha presentado Luis Rubiales ante la FIFA.
El ya expresidente de la RFEF lo envió a la FIFA en su escrito de alegaciones, después de que este organismo decidiera suspenderle cautelarmente de todos sus cargos en el ámbito del deporte.
Mientras que Jenni Hermoso —no sin haber cambiado su versión— sostiene que el beso no fue consentido y que la hizo sentir incómoda, el expresidente de la Federación defiende que fue un gesto —"un pico sin maldad"— anecdótico, "eufórico" y de mutuo acuerdo, que la jugadora aceptó verbalmente.
"Yo le dije: '¿Un piquito?' y ella dijo: 'Vale'", manifestó el aún presidente de la RFEF en la Asamblea extraordinaria del pasado 25 de agosto, convocada para abordar estos hechos y en la que el dirigente deportivo se negó a dimitir. Finalmente, lo hizo este pasado domingo, tras una "persecución desmedida" y pese a expresar su "fe en la verdad".
Coacciones
Además de la supuesta agresión sexual, en su querella, la Fiscalía también atribuyó a Rubiales un supuesto delito de coacciones. Lo hizo después de que Jennifer Hermoso declarase en la Fiscalía General del Estado que sufrió una "presión constante y reiterada" y una "situación de hostigamiento" para que restara importancia públicamente al beso.
Jenni Hermoso y Rubiales, durante la entrega de medallas del Mundial femenino.
Actualmente, tras las modificaciones provocadas por la Ley del sólo sí es sí, el Código Penal castiga la agresión sexual —el primero de los dos delitos por los que, hipotéticamente, Rubiales podría sentarse en el banquillo de los acusados en un futuro— con penas de cárcel de 1 a 4 años.
Por su parte, el delito de coacciones se castiga "con la pena de prisión de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados".
La Audiencia Nacional es el órgano competente para investigar —y, si llega el caso, enjuiciar— estos hechos, ya que fueron cometidos por un ciudadano español y se produjeron en el extranjero. Concretamente, en Australia, donde Jenni Hermoso no los denunció y donde no se ha abierto ningún procedimiento al respecto.