En la primavera de 2023 se conocerá el fallo de los 15 magistrados del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el caso Superliga por el monopolio de la UEFA y de la FIFA en las competiciones de fútbol profesional. A partir de ese momento, y dependiendo de la decisión, se pondría en marcha el proyecto que han encabezado Real Madrid, FC Barcelona y Juventus y que gestiona la empresa A22 Sports Management.
El abogado general del TJUE, Athanasios Rantos, avaló el pasado 15 de diciembre la creación de la Superliga, aunque afirmó en su dictamen que "los clubes que participen no pueden, además de crear esa competición, continuar participando en las competiciones de fútbol organizadas por la FIFA y la UEFA sin la autorización previa de esas federaciones". Es decir, reconoció el monopolio de ambas organizaciones aunque amparó también que pudieran vetar a los clubes de la Superliga.
Las sanciones, en todo caso, aseguró que "deben ser proporcionadas" para no infringir las leyes de libre competencia de la Unión Europea. La opinión de abogado general es seguida por el TJUE en un amplio porcentaje de casos, aunque en este en particular su informe deja varias contradicciones que convierten en incierta cuál será la decisión final de los 15 magistrados.
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Los clubes de la Superliga son muy optimistas con el futuro fallo del TJUE y quedaron satisfechos con el informe del abogado general. Florentino Pérez y Joan Laporta, Andrea Agnelli no pudo acudir, escenificaron la unión de los clubes en un desayuno informativo que se celebró el día después de conocer el dictamen de Rantos.
Bernd Reichart, CEO de la nueva competición, afirmó que "la Superliga está muy viva" y confesó que han hablado con "más de 30 clubes" en los últimos meses para escuchar sus propuestas e ir trazando las líneas del proyecto que vería la luz verde una vez se tenga la seguridad legal tras el fallo del TJUE.
Sobre el futuro formato del torneo solo se ha desvelado que será abierto y "completamente meritocrático". No habrá, por tanto, plazas aseguradas y la Superliga está hablando con todos los actores (clubes, instituciones y aficionados) para encontrar el mejor modelo para una competición que puede cambiar el fútbol y que quiere atraer a los jóvenes.
En ese sentido, un informe de finales del año 2022 ha avalado que casi el 60% de los menores de 25 años en los principales mercados de Europa están a favor de la Superliga. De hecho, el incremento del interés por esta competición ha crecido en los últimos meses a pesar de que todavía no se conoce ni el formato y ya supera a otros torneos de la UEFA.
Reichart ha querido incidir mucho en el problema del fútbol actual para acaparar la atención de las nuevas generaciones: "Un joven de unos 16 años consume unas 300 horas de fútbol en videojuegos, pero solo 10 horas de fútbol real". El CEO de la Superliga aseguró que quieren que "los jóvenes vean fútbol en vivo y no en Tik-Tok".
Este 2023 será el año de la verdad para la Superliga, después de que se anunciara el 18 de abril de 2021 por 12 clubes y se produjera un tsunami de presiones provocadas por la posición de Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA. Real Madrid, FC Barcelona y Juventus decidieron entonces comenzar una batalla judicial contra el monopolio de la UEFA que les proporcionara una seguridad legal para iniciar la nueva competición.
La representación legal de la Superliga la está llevando a cabo el prestigioso bufete Clifford Chance. Luis Alonso, socio director del área mercantil, está siendo el encargado de explicar públicamente el caso y en las diferentes conferencias ha destacado como se puede estar ante un momento histórico parecido a cuando la Ley Bosman abrió el camino para libre circulación de jugadores en el territorio de la Unión Europea.
En este sentido, Alonso ha destacado como "el 6 Naciones o el Tour de Francia son competiciones organizadas por empresas privadas y conviven con las diferentes federaciones". De hecho, la Euroliga de baloncesto es otro claro ejemplo que sustenta también la posición de A22 Sports Management y de los clubes de la Superliga contra la UEFA.
Los clubes de la Superliga quieren sacar la nueva competición antes de que comienzo el nuevo trienio de la Champions (desde la 2024/2025) y que traería un nuevo sistema suizo tan difícil de explicar como "carente de interés" para el aficionado. Estos equipos consideran que esto sería el principio del fin del fútbol.
Por tanto, el calendario de Reichart y de los clubes de la Superliga pasa primero por conocer la decisión del TJUE en la primavera de 2023. Si los magistrados fallan a favor de sus intereses, entonces se pondrá la cuenta atrás en marcha para iniciar la primera edición de la Superliga.
El siguiente paso al fallo del TJUE será el de presentar un formato en el que se lleva meses trabajando a través de intensas reuniones. Después, una vez se realice esa explicación pública y con la seguridad jurídica garantizada, se pondría por fin la fecha de inicio de la Superliga que bien podría ser coincidente con el cambio de formato para la Champions que prepara la UEFA para septiembre de 2024.
Especialmente llamativo en este caso de la Superliga es la composición de la UEFA, ya que los países del Reino Unido tienen cuatro votos en cada decisión del organismo. Es decir, los mismos que los de las cuatro grandes ligas de la UE: España, Italia, Francia y Alemania. Además, Aleksander Ceferin podría tomar cualquier decisión en contra de todos los países de la Unión Europea, ya que los 27 estados miembros son minoría frente a las otras 28 federaciones que constituyen la UEFA.
Este año que comienza será el de la confirmación o no de la Superliga, ese torneo que en 2021 agitó Europa y que quiere promover una competición que será un antes y un después en el fútbol continental. De ganar el caso, el monopolio de la UEFA y de la FIFA terminará para dar paso a una nueva era.