La selección española de fútbol femenino ha pasado unas últimas semanas bastante convulsas, pero parece que las victorias están devolviendo la calma que parecía perdida. El combinado nacional ha tenido que vivir como 16 futbolistas habituales en las convocatorias de Jorge Vilda se plantaban ante el entrenador y ante la RFEF negándose a vestir la camiseta del equipo por disconformidades con el técnico.
Este enfrentamiento que amenazaba con romper el vestuario ha terminado consiguiendo que se haya creado una nueva selección española. El núcleo duro formado por las jugadores del Barça y sus más allegadas han renunciado a formar parte de cosas tan importantes como el hito logrado este martes en El Sadar de Pamplona.
Allí, España ha conseguido dos hechos históricos. El primero, que un partido del equipo femenino haya congregado a 11.209 personas, el dato más alto de todos los tiempos para un partido de la Selección. Y el segundo ha sido conseguir una de las victorias más significativas también del fútbol femenino en todos los tiempos. España ha triunfado sobre la mayor potencia en este deporte, la selección de Estados Unidos, por 2-0.
Nunca se había ganado a la considerada como mejor selección del mundo y se ha conseguido en un momento clave, en mitad del motín y de la revolución de la lista, con una convocatoria totalmente renovada con jugadoras de las categorías inferiores y con más protagonismo de las futbolistas del Real Madrid. Un éxito que, además de pertenecer a este nuevo grupo, también se atribuirá para siempre a Jorge Vilda y a Luis Rubiales, cada vez más cerca de proclamarse vencedores de la guerra civil que ha protagonizado el fútbol femenino y que ha estallado en los últimos dos meses.
España ha doblegado a Estados Unidos, actuales números uno del ránking mundial, gracias a los goles de Laia Codina, que debutaba con la camiseta de la Selección, y de Esther González, una de las nuevas líderes del vestuario. Un triunfo que limpia los tres precedentes saldados con derrotas que se habían producido contra las americanas.
La nueva tecla de Vilda
Vilda, que fue increpado por buena parte del público, decidió innovar con la alineación y cambió su habitual 4-3-3 por un 5-3-2 con Oihane y Olga como carrileras. La goleadora Codina cogió puesto en el eje de la poblada zaga. A juzgar por el resultado, el experimento salió más que bien. La primera parte fue de bajo ritmo, con EEUU moviendo el esférico, pero sin conseguir hacer daño a la defensa española.
Las de Vilda tuvieron sus oportunidades como un cabezazo de Laia a las manos a de la portera americana tras rematar una falta botada por Zornoza. La propia Claudia también lo intentó poco después con un zurdazo desde la frontal que se fue rozando el poste. Cuando parecía que el partido se iría en tablas al descanso, Codina adelantó a España tras aprovechar un balón suelto en un barullo en el área rival. Corría el minuto 40 y la de Campllonch abría el marcador en el día de su debut.
La segunda parte se jugó casi siempre donde quiso España. Las chicas de Vilda fueron de menos a más y supieron controlar a un irreconocible equipo de Estados Unidos. Las americanas tenían bajas, pero también unas estrellas que decepcionaron y que no supieron qué hacer ante la superioridad nacional.
De Esther a Misa
La Selección empezó a crear peligro por las bandas, especialmente con las subidas de Oihane. Sus centros eran como caramelos para una goleadora de la talla de Esther González. La delantera del Real Madrid avisó cerca del minuto 60 para después terminar viendo puerta y doblar la renta del conjunto español. Centro perfecto de Oihane y la ariete no falló al segundo intento claro de verdad.
España terminó algo más replegada, pero con tranquilidad. Además, fue momento para que Misa Rodríguez pudiera lucirse también con dos grandes paradas para confirmar que está entre las mejores guardametas del planeta y que puede asumir la titularidad en la portería de la Selección en esta nueva etapa. Mención especial también para el debut en casa de Ane Azkona.